Ofensiva a favor de las colonias de Sukarrieta
El Parlamento vasco y las Juntas Generales urgen a proteger el histórico edificio de Bastida. La conservación del inmueble dificultaría la construcción del Guggenheim de Urdaibai. El prestigioso arquitecto Josep María Montander cree que el edificio «entorpece» la operación
Jon Fernández | El Correo, 2010-03-19
A medida que avanzan los días, el Guggenheim de Urdaibai se encuentra con más piedras en su camino. A los recelos del Gobierno vasco, que amenazan con tumbar el proyecto, se le une la posible protección del principal edificio de las actuales colonias de la BBK en Sukarrieta, lugar donde se piensa ubicar el flamante museo.
Las Juntas Generales de Vizcaya y el Parlamento vasco aprobaron ayer sendas proposiciones no de ley en las que instan a la consejería de Cultura a declarar monumento el histórico inmueble de Ricardo Bastida, cuya conservación reduciría la zona edificable de la finca a 8.000 metros cuadrados. No es un dato baladí. La reducción del espacio complicaría de forma considerable el diseño de una intervención que se integre en el paisaje y cause un escaso impacto medioambiental en plena Reserva de la Biosfera, como pretende la Diputación vizcaína.
Cierto es que la institución foral, promotora de la iniciativa a través de la Fundación Guggenheim Bilbao, nunca se ha mostrado partidario de derribar el edificio. Pero tampoco ha defendido su preservación. Es más, el único informe técnico que maneja no es precisamente favorable al mantenimiento del antiguo balneario costero, construido en 1925. El estudio, firmado por el prestigioso arquitecto Josep María Montaner, considera que se trata de una obra «menor» de Bastida, el primer visionario de la expansión residencial de Bilbao hacia El Abra y autor de edificios con solera en la capital vizcaína como La Alhóndiga. El barcelonés llega a calificar el emplazamiento del complejo como «poco afortunado» porque está orientado hacia el sur, algo que «entorpece la conservación y revalorización del entorno paisajístico». En definitiva, cree que sería un obstáculo para la construcción del museo.
La legislación actual posibilitaría el derribo del inmueble, porque la construcción carece de cualquier tipo de protección por parte del Gobierno vasco; sólo dispone de una catalogación simbólica a nivel local, que el Ayuntamiento puede dejar sin efecto en cualquier momento. ¿El problema? Que la situación podría cambiar en los próximos meses. La dirección de Patrimonio Cultural del Ejecutivo autónomo estudia en estos momentos si abre un expediente de protección del complejo. Lo ha hecho después de haber recibido tres peticiones para conservar el edificio, presentadas por el juntero del PP Arturo Aldecoa, Abiñako Auzokideen Elkartea y el arquitecto Iñaki Uriarte.
A pesar de todo, el Partido Popular decidió promover sendas iniciativas en las Juntas Generales de Vizcaya y la Cámara vasca para pedir al Gabinete de Patxi López que el inmueble sea declarado monumento. Ambas proposiciones salieron ayer adelante sin ningún voto en contra.
Proyectos para la zona
Por la mañana, la Comisión de Cultura de la institución vizcaína aprobó un texto en el que instaba al Gobierno vasco a iniciar los trámites para garantizar la conservación del inmenso edificio neocolonial «independientemente de los futuros usos de la finca», en referencia al Guggenheim de Urdaibai. «Reúne a la vez interés arquitectónico, tradición y belleza», defendió el popular Aldecoa, quien recordó que sólo dos días antes un experto como el director de Tenerife Espacio de las Artes, Javier González de Durana, pidió su protección.
PSE, PP y Aralar votaron a favor de la propuesta, mientras que PNV y Ezker Batua se abstuvieron. En el caso de los jeltzales, porque creían que son los técnicos quienes deben determinen si el inmueble tiene que ser protegido o no.
En el pleno del Parlamento vasco el debate giró en torno al desarrollo económico de Urdaibai en su conjunto, y en el que entran carreteras, túneles, etc. Los grupos políticos discutieron sobre los proyectos de la zona, entre los que figura el 'Guggenheim 2'. Y, finalmente, aprobaron por unanimidad un texto alternativo a la proposición no de ley en el que se urge al Gobierno autonómico y a la Diputación vizcaína a «coordinar esfuerzos» para completar en esta legislatura planes y proyectos «de alta incidencia» en la zona de Busturialdea.
En el documento no se cita expresamente el museo -origen de una agria polémica entre las dos administraciones mencionadas, socias al 50% en el Guggenheim-, pero el tema estuvo siempre en boca de los parlamentarios. Además, el escrito final recogió literal la demanda del PP al Ejecutivo de Vitoria para declarar monumento el edificio de las colonias. En este punto, todos los partidos declararon hacer cedido en sus pretensiones en favor del consenso. El PNV, eso sí, se felicitó de haber logrado que a la reclamación se le adhiriera una coletilla para que la protección del edificio se realice «previo expediente administrativo y si así se deduce de los informes técnicos correspondientes»
Durante una de sus intervenciones, el peneuvista Unai Rementeria confió en lograr cuanto antes un «consenso» para construir un museo «de proyección internacional».
El portavoz socialista no tardó en contestarle. José Antonio Pastor criticó a la Diputación por impulsar «propuestas unilaterales», en referencia al proyecto de Urdaibai.
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