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Tres miradas entre líneas
El auditorio, la nueva estación de autobuses y el soterramiento revolucionarán la ciudad, unas apuestas en las que el diseño y la función son claves. Tres arquitectos repasan el estado actual de Vitoria y los retos que afronta a medio plazo.
Garikoitz Montañés | Noticias de Alava, 2010-02-20

Una ciudad siempre tiene grandes proyectos en el horizonte. Sin embargo, cuesta pensar en unos retos más revolucionarios en la historia de Vitoria que los que plantean, a medio plazo, la construcción de la nueva estación de autobuses de Arriaga, el auditorio y, por encima de todos, el soterramiento de las vías del tren a su paso por la capital alavesa. Gasteiz afronta tres oportunidades para buscar nuevos emblemas, unas decisiones en las que el urbanismo, la arquitectura, la promoción económica, el turismo y el día a día de la urbe se dan la mano. Tres arquitectos de la ciudad repasan el estado de salud de los edificios gasteiztarras, el desarrollo de los nuevos barrios, la necesidad de crecer hacia adentro o la necesidad de que Vitoria busque su propio efecto Guggenheim sin perder la cabeza. Así ven tres arquitectos la línea que sigue la capital de Euskadi.

Bárcena&Zufiaur: "La clave en el soterramiento es no volvernos locos; hay que avanzar poco a poco"
"Lo que nos está salvando de la crisis es que, en realidad, no somos especialistas en nada". La reforma del antiguo palacio Ruiz de Vergara, un polideportivo en Araia, la escuela de cocina de Mendizorroza, un caserío en Gernika... Estos son algunos de los proyectos -que en 2007 les valieron ser finalistas en los prestigiosos premios FAD y ganadores de los premios COAVN- en los que se ha embarcado Bárcena&Zufiaur Arquitectos, un estudio asentado desde la década de los 90 en Vitoria. Luis Zufiaur considera que, en la actualidad, lo llamativo de la arquitectura es que los ciudadanos cada vez aceptan de mejor grado propuestas menos convencionales. Eso sí, advierte de que el fenómeno Guggenheim es "un suceso" cuya filosofía "no se puede aplicar a todas las ciudades del mundo".

Desde el estudio realizan esta recomendación cuando se les pregunta por los retos que afronta Vitoria en los próximos años. Javier Bárcena considera que en la ciudad "es necesario adoptar una postura crítica respecto a la mitificación de lo nuevo. La arquitectura de las últimas décadas se ha distinguido por su capacidad de convertir la vieja arquitectura para nuevos usos, y esto se está aplicando con bastante criterio en el Casco Medieval".

La clave para este estudio es que los retos que se plantean a Gasteiz se hagan "siendo realistas, que las nuevas infraestructuras tengan vida y no simplemente persigan ser un edificio emblemático". "Más allá de edificios singulares, lo verdaderamente importante es la buena arquitectura generadora de buenos edificios, como el antiguo Seminario, los frontones de Mendizorroza o el Aula de Cultura de la Florida", explican.

En cuanto a los retos del futuro, Zufiaur ve el soterramiento como "una oportunidad" por la enorme cantidad de espacio que liberará y porque se logrará vencer una barrera que, en todo caso, es más psicológica que real. Y lo dicen con conocimiento de causa, porque el estudio se ubica al otro lado de las vías, en la calle Herminio Madinabeitia. En su opinión, para afrontar la reforma del soterramiento, lo básico será "no volvernos locos. Debemos mantener la calma y avanzar poco a poco; las propias necesidades de la ciudad marcarán el ritmo".

Carlos Ibarlucea: "El palacio nos sorprenderá a todos; su dimensión será única en Vitoria"
"El estado de salud de la arquitectura en Vitoria es excelente". El jefe del servicio de arquitectura municipal desde hace siete años, Carlos Ibarlucea Martínez, se muestra así de seguro del trabajo realizado en la ciudad. En su opinión, sus referentes son Los Arquillos, la Catedral Vieja o, incluso, la red de centros cívicos. Ibarlucea, de esta forma, reivindica que las obras diferentes son aquellas que movilizan una zona y captan usuarios.

Estos son algunos de los objetivos con los que parte el palacio de congresos. Sin embargo, Ibarlucea no cree que sea una presión añadida para el futuro edificio de Lakua: "Nos va a sorprender a todos. Su dimensión será única en Vitoria, y creo que aún no se percibe esa escala". En el caso del soterramiento, el arquitecto municipal asegura que no se trata tanto de una operación estratégica como la posibilidad de crear una nueva "zona emblemática", una circunvalación que permita dar más peso a zonas como la plaza de toros, la universidad y los nuevos barrios.

Proyectos como estos, unidos al carácter pionero en las exigencias medioambientales de nuevos edificios como las oficinas de San Martín o los centros cívicos y la redensificación de la ciudad -la gran meta del futuro Plan General-, auguran, en opinión de Ibarlucea, que Vitoria continuará siendo "un referente en cuestiones de urbanismo".

José Ramón Castillo: "El pulso de la arquitectura de Vitoria se reduce conforme nos alejamos del centro"
José Ramón Castillo, autor del centro cívico de Judimendi, matiza ese papel de referencia de la ciudad. Este arquitecto, propietario de un estudio independiente desde hace más de 27 años, sostiene que Vitoria "es una de las pocas ciudades que ha crecido siempre de manera planificada, siendo la población consciente de su crecimiento por obediencia a un plan dibujado y reglamentado". Por contra, sí advierte de que los nuevos barrios se han planificado desde la estandarización y, por ello, "han quedado más artificiales". De hecho, sostiene que el pulso de la arquitectura "reduce su ritmo" conforme se aleja del centro, de zonas clave en la ciudad como el Casco y el Ensanche.

Proyectos como el auditorio y la nueva estación plantean precisamente una alternativa al centro. Castillo cree que estas apuestas servirán para generar movilidad y acoger eventos, pero insiste en que hay que "activar suficientemente estas dos piezas para que no suceda como cuando Vitoria consiguió la capitalidad". Este arquitecto insiste en que la clave de los grandes proyectos es que generen actividad y, por tanto, que demuestren su necesidad. Por ello, incluso pone en duda que la ciudad requiera el soterramiento de las vías del tren: "Si todavía no sabemos lo que podemos hacer, ¿para qué hacerlo?". Sea como fuere, dado que la decisión ya está tomada, cree que para esta operación pasa por dejar un espacio "fundamentalmente vacío" que dé más relevancia a los edificios ya existentes. Presente y futuro se unen; hoy sobre un plano, mañana en pleno centro de Vitoria.