Fotografía: El Mundo, 2010-04-19
La madera regresa a los hogares y planta cara al hormigónViviendas con estructura de madera que proporcionan la máxima eficencia energética
Patxi Arostegi | El Mundo, 2010-04-19
Una imagen prototípica asociada a casas de estructura de madera es la de unidades prefabricadas o la de cabañas de bosques bucólicos que retratan las películas del Oeste o filmes de pioneros en busca del oro americano. Lejos de esta estereotipada imagen, la empresa Casa Nova 3020 ha ideado las primeras promociones de viviendas construidas en este material natural en Euskadi, cuya principal virtud es la de proporcionar un ahorro de hasta un 55% en concepto de la factura energética del hogar, gracias al efectivo aislamiento térmico de sus innovadoras fachadas y a la acción de la madera que actúa como regulador climático.
Ubicadas en el municipio alavés de Amurrio, las promociones diseñadas por la firma constructora, radicada en Getxo, cuentan con una base constructiva de madera en cada una de sus tres plantas y con un novedoso aislamiento térmico que sirve para moderar el uso de elementos de climatización en el edificio.
Un beneficio que se podrá plasmar en las economías familiares que podrán ahorrarse un 55% de la factura anual en consumo energético, tanto en épocas de verano como en temporadas invernales.
Las primeras promociones construidas con este material natural comenzaron a edificarse a principios del año 2008, cuando esta empresa, formada por veinte socios constructores¬¬, idearon unas pioneras viviendas que llevan construyéndose desde hace décadas en varios países europeos con un "notable" éxito. Es el caso de Alemania, donde el 60% de los chalés edificados están construidos en madera, así como en estados con larga tradición en este tipo de viviendas como es el caso de Noruega o Finlandia.
"Nuestra propuesta era combinar la estética tradicional de los caseríos de madera con nuevos componentes innovadores de construcción. Algo muy popular en muchos países europeos", señala Néstor Salvador, técnico comercial de Casa Nova 3020, empresa creadora de estas promociones pioneras.
Las innovadoras viviendas, edificadas en el municipio alavés, constan de dos edificios unifamiliares pareados con una fachada combinada de madera y hormigón polímero ventilado.
El moderno edificio que cuenta con 295 metros cuadrados, consta de una primera planta con dos dormitorios con baño y balcón exterior. La planta baja cuenta con un salón de 32 metros cuadrados y garage de dos coches. La distribución del hogar se completa con una sótano con txoko que dispone de luz natural con cocina, aseo y trastero.
El proceso de construcción de la novedosa vivienda ha sido similar al de una casa de hormigón o piedra, lo que ha variado ha sido el tiempo invertido por la empresa en la ejeccución de la obra. No en vano, la promoción llevada a cabo en la localidad alavesa tan sólo duró seis meses, desde la concesión de la licencia municipal hasta su entrega a los clientes.
La primera fase consructiva comienza sobre una base de cimentación de hormigón a la que se incorpora un entramado de ‘plataforma’. Sobre esta base, los operarios levantan las vigas de madera laminada de pino silvestre, que sujetará las paredes, y actuarán de pilares en el futuro edificio.
"Cada muro de carga está situado a 40 centímetros y sirven para arriostrar el esqueleto del edificio desde la base hasta la cubierta", detalla, Iván Delgado, responsable del proyecto y director técnico de la empresa.
Un segundo paso clave es la construcción de las cubiertas de la vivienda, una vez se han fijado, previamente, los muros y suelos de cada planta. Para ello, los técnicos proceden a levantar una nueva plataforma con un forjado que se levantará por los cuatro niveles que podría alcanzar el edificio.
"En el caso de Amurrio, elegimos hacer tres plantas pero podemos ampliarlo a una más si el cliente lo demanda". Finalmente, la cubierta de la casa se remata con vigueta de madera recubiertas de tableros hidrófugos de fibras, orientadas en capas entrecruzadas. La estructura se acaba con una teja de cerámica o pizarra, mientras que un canalón de aluminio lacado permite recoger agua que caigan en lluvias intensas.
Una de las principales ventajas que ofrece este moderno sistema constructivo es el papel de la madera como agente ‘climatizador’ del hogar.
Así, el revestimiento de este material en las paredes actúa como regulador de la humedad del edificio en verano y del calor en invierno.
A diferencia de las paredes de ladrillo o piedra, que cuentan con dos centímetros de espuma para aislar la vivienda, los nuevos materiales incorporados por la firma constan de muros con lana mineral de un grosor de catorce centímetros que logran conservar mejor la energía en el interior del hogar. "Con este material se logra un ahorro térmico importante en el interior", resalta.
No en vano, uno de los puntos fuertes de la nueva edificación es también el revestimiento de fachadas. Para este fin se emplea un dispositivo de cámaras de aire que va insertado entre el tabique y la madera cuya finalidad varía según la estación el año.
"En verano, al ser una fachada ventilada, el sol puede entrar en la vivienda pero la masa de calor sube hacia arriba por estos conductos y no se concentra en las primeras plantas, ascendiendo hacia el techo", explica, Delgado.
El sistema de revestimiento de la fachada logra aislar así el interior de la vivienda del calor en meses estivales. En invierno, por el contrario, acometen el efecto contrario. De esta manera, el aire frió no se cuela por el grosor del material del aislamiento y consigue, de esta manera, que la masa de aire se quede en el exterior y no es necesario encender con frecuencia la calefacción. "El aire caliente se concentra en la planta donde pasan más tiempo las familias y el frío se queda en el exterior".
Otro de los alicientes de estos hogares reside en la rapidez de la ejecución de la obra. No en vano, desde que el cliente firma las condiciones contractuales de la vivienda hasta que recibe su ansiada casa transcurre una media de cuatro a seis meses.
Basado en un sistema de construcción ‘just in time’, el equipo de operarios se desplaza ‘in situ’ a la parcela de la futura vivienda. En este centro de operaciones, trabajan coordinados los técnicos de la empresa . De esta manera, cinco trabajadores de la firma se encargan en el terreno de montar enchufes, levantar paredes y los muros, o acometen otro tipo de labores de una manera simúltánea.
"La madera también contribuye a que los materiales no se dilaten como pasa con el hormigón, con lo que no se pierde tanto tiempo en el secado de las estructuras" añade el responsable.
Un último beneficio que aporta este nuevo sistema constructivo es su respeto por la Naturaleza y la reducción de residuos a la atmósfera. Para ello, la conducción del agua se realiza a través de unos conductos ‘politirenos’ que eliminan posibles residuos generados por las obras.
Del mismo modo, los aislamientos están compuestos por fibras de celulosa reciclable, que reduce en un 40% el gasto energético, a la vez que desciende sensiblemente la emisión de CO2 al entorno de la vivienda.
"En casas convencionales se puede emitir la contaminación equivalente a unos quince coches, mientras que con esta edificación la emisión se reduce a niveles muy bajos", subrayan desde el equipo responsable.
El precio de las viviendas con estructura de madera es otro de los factores que las hacen atrayentes para los futuros clientes. Una promoción con una extensión aproximada de 200 metros cuadrados puede oscilar entre los 180.000 y los 200.000 euros, siendo el coste por metro cuadrado entre los 900 y 1.000 euros.
"Puede parecer que son precios elevados, pero hay que tener en cuenta que cada vivienda se realiza con los mejores materiales porque la madera exige la utilización de componentes constructivos de máxima calidad", expone Néstor Salvador.
El modelo constructivo en madera, que la firma Casa Nova 3020 intenta implantar en Euskadi, hunde sus raíces en países como Cánada, EE.UU, Noruega y Finlandia. Estados con larga tradición en la edificación de este tipo de materiales debido al severo nivel de aislamiento térmico exigidos por las administraciones locales a edificios de nueva construcción.
En España parece llegar paulatinamente este modelo ‘ecologico’ y sostenible de vivienda conforme el nuevo Código de Edificación aprobado por el Gobierno central, que establece condiciones más exigentes en cuestiones relativas a aislamiento térmico, otorgando un lugar cada vez más privilegiado a los edificios construidos sobre la base de la madera. La firma ha podido edificar hasta la fecha varias promociones en la franja que delimita el norte de la península en varias ciudades como Castilla León, Navarra o Burgos.
"Hace cinco años era impensable este nicho de mercado porque nadie apostaba por este tipo de casas, pero parece que los ciudadanos se están concienciando más en el cuidado ecológico", sintetizan desde el equipo de responsable.
En definitiva, viviendas de ‘primera’ para clientes que se definen amantes de este material codiciado y que la empresa espera complacer próximamente con promociones en varias municipios de Euskadi y Navarra.
Fuente | El Mundo
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