hemeroteka | El Jardín de la Memoria de Donostia será una realidad a principios de 2011

Imagen: Noticias de Gipuzkoa

El Jardín de la Memoria de Riberas será una realidad a principios del próximo año
El ayuntamiento ejecutará la primera fase del parque, de 2,2 hectáreas de superficie. El proyecto ha aparcado, de momento, el estanque previsto y ha incorporado dos pistas polideportivas. En el perímetro del parque habrá lomas con abundante vegetación para aislarlo del ruido de carreteras y trenes. Los colores serán limpios y las plantas tendrán sólo flores blancas que combinarán con el follaje verde
A. Zabaleta / C. Alonso | Noticias de Gipuzkoa, 2010-06-27

Las obras para construir la primera fase del Jardín de la Memoria, en Riberas de Loiola, están a punto de comenzar. Una zona verde de 2,2 hectáreas que podría estar concluida y abierta al público a principios del próximo año.

El proyecto original del parque comprendía 3,4 hectáreas de terreno desde el final de la avenida de Barcelona y la nueva iglesia de Moneo hasta Amara, por encima de las vías del tren y de la entrada de la Autovía del Urumea en Donostia. Sin embargo, a la espera de lo que suceda con la cobertura de las vías y de la carretera, el Ayuntamiento de Donostia ha decidido ejecutar, de momento, la primera fase del parque y dejar la zona que cubriría el ferrocarril y la autovía para que se desarrolle en una segunda fase.

Así, el proyecto inicial, diseñado por Lur Paisajistak, ha sufrido algunas modificaciones para adecuarse a la ejecución por fases y, también, debido a otros dos factores: para empezar, la decisión de incluir en la zona del parque más cercana a las viviendas de Riberas dos pistas polideportivas multiusos demandadas por los vecinos y, por otro lado, para resolver el acceso peatonal al futuro establecimiento comercial que se adaptará en el sótano de la nueva iglesia. Para solucionar este punto, se construirá una pequeña pasarela que salvaguardará el desnivel existente entre la entrada al templo (a la altura del parque) y el piso inferior.

Estos dos elementos marcan el diseño de esta primera fase del parque, que comprende el terreno localizado entre la citada iglesia, el paseo Zorroaga, el ferrocarril y la avenida de Barcelona. Las obras están en proceso de licitación con un presupuesto de algo más de 2,6 millones de euros y se ejecutarán en un plazo de cinco meses.

Espacio blanco y verde
El Jardín de la Memoria será un gran parque con espacios para el paseo y el descanso, con plantación más densa en las lomas del perímetro para intentar aislar el centro del jardín del ruido del tráfico de coches y trenes que rodean el parque. Las lomas y montículos actuarán como barreras sonoras y, también, visuales, para que el paseante pueda escaparse de la realidad de hierro y asfalto de los alrededores.

En el interior del parque, se combinarán trazados curvos con espacios de estancia alrededor de un núcleo simbólico central, un espacio de recogimiento con reminiscencias de los jardines japoneses, según el proyecto de Lur Paisajistak. El diseño recuerda que el objetivo estético del parque es simbólico y memorial y que quiere convertirse en un espacio de paz, lo que se buscará con colores limpios: la floración que combinará con el follaje verde será, exclusivamente, de color blanco. Así, se tendrá en cuenta el calendario de floraciones para que durante la mayor parte del año haya flores y esté presente ese color blanco.

Además, contará con un mobiliario sencillo que se diseñará especialmente para cuadrar en la armonía de todo el conjunto. Finalmente, no habrá ningún tipo de monolito o escultura, sino que se busca que todo el parque en su conjunto sea un espacio simbólico y de recogimiento.

El citado núcleo central del parque sustituirá el estanque proyectado en un principio, que se reservará, de momento, al desarrollo de la segunda fase del jardín. Y es que el estanque, según el proyecto, estaba en una zona que podría ser utilizada para adaptar el acceso del TAV a Donostia, lo que imposibilitaría la existencia del estanque en las dimensiones y en la ubicación que estaba previsto. Una vez aclarado qué sucederá con la cobertura de las vías y de la carretera y, también, el paso de la línea de alta velocidad, se emprendería el rediseño de la segunda fase del parque en una plataforma por encima de todas estas infraestructuras.

Accesible
De momento, sin embargo, se ha decidido actuar en la zona que no presenta dudas (la explanada entre Riberas y el espacio de las vías y carreteras) para no retrasar la apertura del parque que, además de un lugar de esparcimiento para los habitantes de la zona y del resto de Donostia, servirá también para conectar los barrios de Amara y Riberas de Loiola. "No podemos olvidar la importancia que tiene dotar a estos dos barrios de una nueva zona verde, algo siempre necesario y demandado por vecinos y vecinas", incide la concejala donostiarra de Proyectos y Obras, Duñike Agirrezabalaga.

Teniendo en cuenta todo ello, los responsables del proyecto del diseño de esta primera fase de Lur Paisajistak inciden en que han logrado crear una zona verde de esparcimiento y de paso completamente accesible a personas con movilidad reducida.

Así, tanto la pasarela de acceso a la iglesia como la rampa que se adaptará por debajo de ella para bajar al nivel en el que se abrirá un supermercado permiten el paso de sillas y no presentan obstáculos, al igual que todos los caminos que cruzan el jardín de lado a lado.

"El Jardín de la Memoria debe ser, ante todo, un lugar de encuentro y disfrute para todos y todas, para la ciudadanía en general, sin distinción alguna. Y es que ésa es su esencia, ser un espacio reivindicativo; que reivindica el respeto de los Derechos Humanos con mayúsculas. Esa es la idea, disponer de un espacio de paz, de recuerdo y, de esperanza. Ése es el mejor homenaje que se puede realizar a las víctimas de muy diversos colores políticos, aprender a convivir", añade Agirrezabalaga.

Todo ello será posible en sólo unos meses, teniendo en cuenta que las obras arrancarán en breve y se prolongarán, según las previsiones, durante unos cinco meses. "Esperemos que contar con un lugar con un nombre tan evocador nos sirva a todos y todas para no olvidar las injusticias y luchar para que no se repitan", concluye la concejala.

• La cifra: 2,2 hectáreas. Es la superficie que se acondicionará en esta primera fase del Jardín de la Memoria.
• Fases. El proyecto inicial contemplaba un parque de 3,4 hectáreas que incluía un espacio sobre las vías del tren y la Autovía del Urumea. A la espera de que se aclare esa intervención de cobertura, el Ayuntamiento ha decidido ejecutar una primera fase, de 2,2 hectáreas, desde las últimas casas de Riberas hasta ese límite de las vías del tren.
• Cambios. Además de adaptarse a la ejecución por fases, el proyecto ha incorporado dos modificaciones: por un lado, la inclusión de dos pistas polideportivas en la zona más cercana a las viviendas; por otro, una pasarela para resolver el acceso al futuro establecimiento comercial que se ubicará en el sótano de la iglesia.
• Ruidos. Para intentar aislar el parque y su espacio central del ruido que genera el tráfico ferroviario y rodado alrededor del jardín, el diseño prevé unas lomas con abundante vegetación en el perímetro de la zona verde. También actuarán como barreras visuales.
• Espacio central. Aunque en el proyecto inicial estaba previsto un estanque en el núcleo del parque, teniendo en cuenta que aún no está claro si por ese punto va a tener que adecuarse el acceso del TAV a Donostia, en su lugar se acondicionará un espacio verde y el estanque se retrasaría hasta la segunda fase.
• Estética. La vegetación será exclusivamente de flores blancas y follaje verde, en un intento por que todo el parque se convierta en un espacio de paz para el paseante. El mobiliario se diseñará exclusivamente para el parque.
• Curvas y espacios. El parque combinará los trazados curvos de los caminos con espacios de recogimiento y estancia.
• Plazos. Las obras están en proceso de licitación y, una vez comenzadas, se ejecutarán en cinco meses.

Fuente | Noticias de Gipuzkoa

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