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El Estadio de las Chivas de Guadalajara cuya estructura ha sido proyectada y diseñada por Luis Bozzo Estructuras ha sido reconocido en México como la mejor obra arquitectónica del año. Su estructura dual de hormigón en forma de cono truncado en altura pero continuo en su perímetro y con pórticos espaciales en su interior proporciona una forma resistente sísmica que define la propia arquitectura del conjunto.
Construarea.com, 2011-06-06
Geometría, función y resistencia se unen en la singular estructura del estadio Chivas, actualmente uno de los más importantes del mundo. Conceptualmente su forma corresponde a la de un volcán con una cubierta principal de planta elíptica en todo su contorno y de 60 m de ancho. La berma exterior define las laderas del volcán y la cubierta apoyada en el mínimo número de pilares (16 en este caso) define la cubierta. De esta forma se logra una agradable área verde alrededor del estadio resolviendo el complicado aspecto arquitectónico formal que representa cualquier fachada de tan grande magnitud en cualquier construcción.
Resistencia de la estructura
En este proyecto, la forma del volcán sugiere una geometría continua de cono la cual es altamente resistente a los efectos sísmicos, elevados en México. De hecho, debido a la forma propuesta para la estructura, la acción sísmica no es significativa en este caso, comparada a las acciones de la gravedad.
La estructura de hormigón incorpora varias innovaciones que permiten luces significativas de 22 m, poco habituales en estadios. Los mecanismos de transmisión de carga son visibles dentro del edificio, creando un interior dramático dentro de la berma del volcán, mientras que permiten vistas abiertas al campo de fútbol.
Los aspectos más significativos adoptados en el proyecto estructural integral del estadio fueron los siguientes:
- Utilización de la berma interior eliminando la tierra contenida y haciendo, por tanto, una “berma hueca” con un gran espacio interior libre. Este espacio redujo el costo significativo originado por el movimiento de tierra y del propio muro inicial de más de 25 m de altura de contención de tierras innecesario.
- Las macro-columnas de soporte de la cubierta metálica eran independientes a la propia estructura de hormigón del estadio. Esto es habitual por el diferente perfil de los calculistas entre ambos materiales y por su diferente magnitud. Se incorporaron las macro-columnas a la transmisión de cargas de la berma hueca y de los elementos porta gradas proporcionando una estructura diáfana. Esta estructuración posibilitó balancear el propio momento flector de la macro-columna originado por la gran cubierta en voladizo, aliviando su valor en la base.
- La cubierta estaba planteada como una malla espacial, una piel exterior a fabricar mediante miles de barras numeradas que definirían la geometría. En el proyecto final esta solución se cambió a macro cerchas de perfiles metálicos de toda la altura de la cubierta, aunque en la solución constructiva adoptada las barras se redujeron mediante elementos de mayor longitud simplificando su ejecución.
- La cimentación estaba planteada mediante pilotes y se modificó a zapatas aisladas o combinadas superficiales. Desde el punto de vista estructural tiene distintos aspectos singulares como son su configuración estructural y mecanismos de transmisión de cargas, que permitió una planta diáfana y muy eficiente frente a sismos severos, combinando distintas técnicas como elementos postensados, elementos prefabricados, macro-pilares mixtos y macro-cubierta metálica.
Por otra parte es una estructura de grandes dimensiones sin juntas de dilatación –el perímetro del anillo que definen los macro-pilares mide más de 680 m de longitud– dado que estas disminuirían sensiblemente su resistencia frente a sismos al perder su forma actual de anillo rígido. Las gradas se diseñaron como isostáticas pero con continuidad para sobrecargas o cargas de uso, lo cual permite evitar filtraciones de agua y disminuir vibraciones.
En cuanto a la cubierta, aunque ésta sea metálica por sus claras ventajas resistentes y de peso propio, sus apoyos se proyectaron como macro-pilares de hormigón armado. Los pilares de hormigón permiten una gran inercia con un costo más bajo que sus similares metálicos por lo que se usó esta solución mixta.
Fuente
El Estadio de las Chivas de Guadalajara (México), mejor obra arquitectónica del año en el país
El Estadio de las Chivas de Guadalajara cuya estructura ha sido proyectada y diseñada por Luis Bozzo Estructuras ha sido reconocido en México como la mejor obra arquitectónica del año. Su estructura dual de hormigón en forma de cono truncado en altura pero continuo en su perímetro y con pórticos espaciales en su interior proporciona una forma resistente sísmica que define la propia arquitectura del conjunto.
Construarea.com, 2011-06-06
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