2010/11/14

hemeroteka | Valencia: La arquitectura vuelve al campus

Imagen: Levante
La arquitectura vuelve al campus
Con el proyecto de campus de excelencia metropolitano, las dos universidades públicas de Valencia buscan construir nuevos puentes que les unan a su ciudad, pero ahora no serán urbanísticos sino de prestación de servicios a sus vecinos.
Maite Ducajú | Levante, 2010-11-14

La expansión universitaria en el último siglo ha supuesto una de las mayores transformaciones urbanísticas para Valencia —sin olvidar el desvío del río Turia con el ajardinamiento del cauce o la que supuso anteriormente el derribo de murallas—. La nueva iniciativa que se suma desde octubre pasado, el «VLC/Campus de Excelencia Internacional» concebido como «metropolitano», prevé también importantes cambios en la ciudad, pero esta vez no será tanto por su ampliación espacial y la construcción arquitectónica —sólo proyecta el Edificio Pórtico como emblemático— sino por la apuesta de servicio a la sociedad. La Universitat y la Politécnica, junto con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han elaborado un programa con el acento en la sostenibilidad y en la calidad de vida de sus convecinos. En este contexto estarían el Centro de Idiomas y el Instituto de chino Confucio (en el campus de Tarongers), el Centro de Formación a lo Largo de la Vida, que estará en el Edificio Pórtico, en la confluencia con el campus de Vera con un presupuesto de once millones de euros, o las clínicas de Odontología, Jurídica, Nutrición, Podología, Logopedia en las que «los alumnos realizarán prácticas a la vez que prestan un servicio a a sociedad» explicó a Levante-EMV el vicerrector de Planificación de la Universitat, Antoni Ariño quien recuerda que «se trata de proporcionar servicios conjuntos para los ciudadanos».

Ambos rectorados quieren aprovechar esta oportunidad única para «renovar e intensificar los vínculos con su ciudad» y pasar de «la arquitectura autista a la arquitectura en pleno diálogo con su ciudad» señalan en el documento oficial.

Esta arquitectura no será, por tanto, ajena a los tiempos de crisis que corren. El «VLC/Campus» les brinda la oportunidad de realizar «un edificio pórtico sostenible, austero, pensando en la eficiencia energética, sencillo, minimalista, ajustado a nuestro tiempo» añade el vicerrector.

Un modelo distinto al que ha imperado en otras etapas. A principios de los 90, se creó el campus de Tarongers, con sus aularios y facultades construidos en edificios de bloques rojos, que producían un «efecto de perspectiva que simulan dos muros paralelos» según el arquitecto Carlos Salvadores. Se proyectó en un momento en que urgían espacios, pese a la huerta, por el incremento de alumnado que no cabía en los centros de Blasco Ibañez.

El arquitecto de la Universitat, Víctor Pérez Escolano, reconocía entonces que el nuevo campus «respondía a la aspiración de establecer valores espaciales propios como una forma de hacer ciudad». Entre otros, realizaron proyectos Vicente González Móstoles, Carlos Salvadores, Manuel Portaceli. Por el camino, se han quedado propuestas emblemáticas sin edificar, como la de Siza, no descartado aún y donde iba el salón de actos, o el peculiar aulario de Enric Miralles y Carme Pinós.

Un espacio que los vecinos han acabado utilizando gracias a la reserva de jardín que Ayuntamiento y Universitat comprometieron. Y que también se ha ido trasformando durante estos veinte años.
«Cuando se habla de Universidad no se puede decir lo de que está cerrada o aislada en su torre de marfil, porque 55.000 alumnos pasan el día en sus aulas y los vecinos usan sus campus para pasear, no para el botellón» añadió Antonio Ariño. Enfrente, el campus de Vera de la Universidad Politécnica de Valencia también se ha ido transformando y renovando los edificios iniciales construidos en los años 70 por otros más claros o coloristas (Ciudad de la Innovación).

Con un recinto cerrado por una valla, su vicerrector de Planificación, Francisco Mora, afirma que «aunque esté la verja, la Politécnica está abierta a la sociedad y también sus instalaciones. Pero no tiene sentido eliminarla o estar abiertos las 24 horas. Está para evitar un mal uso en las horas en que no está disponible. Pero aquí hay actos y actividades de cualquier tipo», como la realización de los exámenes de la Junta Qualificadora.

Al ritmo que marcan los tiempos y las necesidades, las universidades valencianas se han ido adaptando. Uno de los aspectos formales más evidentes ha sido en sus edificios. La Universitat de València cuenta con el mayor parque de placas solares en sus tejados mientras que la Politécnica busca la sostenibilidad y el ahorro.

«Desde hace unos diez años, pedimos más criterios de sostenibilidad en la construcción de los edificios. En los pliegos se contemplan los requisitos de ahorro de consumo energético del edificio y que no tenga un exceso de recursos materiales» explicó a Levante-EMV el vicerrector de la Politécnica, Francisco Mora.

Desde la Universitat, su vicerrector Antonio Ariño afirmó que esta institución académica, después de años de expansión en Blasco Ibañez, Tarongers y Burjassot/Paterna, «no tiene prevista su expansión urbanística. El único es el edifico pórtico. La intención es transformar el propio campus de Tarongers aportando una mayor sostenibilidad, espacios verdes, actividades culturales. Que la comunidad universitaria pueda prestar más servicios y conectarse con su entorno» apuntó.

Mientras, la Universitat está a la espera de la contestación del Ministerio de Justicia a la propuesta del alcalde de Paterna sobre el uso de las instalaciones militares o lanza ideas como la de crear residencias estudiantiles para revitalizar el Cabanyal.

Fuente | Levante

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