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El Ayuntamiento instalará este pavimento en zonas peatonales del barrio de Lutxana
Teresa Abajo | El Diario Vasco, 2011-02-14
Una ciudad que da lecciones de urbanismo no puede perder de vista el suelo. La baldosa de Bilbao, protagonista de tantos recuerdos de la villa, quiere ser sostenible además de coqueta. El Ayuntamiento va a colocar en zonas peatonales un nuevo tipo de loseta, igual que la tradicional en apariencia, que incorpora un aditivo capaz de absorber dióxido de carbono, principal responsable del efecto invernadero. El GeoSilex se estrenará en la capital vizcaína, probablemente en la calle Lutxana, antes del verano con el fin de abrir camino a una nueva generación de pavimentos. Se calcula que cada metro cuadrado limpia 5.000 metros cúbicos de aire, como si las aceras se cubrieran de un manto verde.
«La baldosa de Bilbao tiene recorrido y debe ir adaptándose a los tiempos», afirma el concejal de Obras y Servicios, José Luis Sabas. No basta con que sea resistente, barata, antideslizante y con personalidad. Ya han salido a la calle dos nuevas versiones, la podotáctil para ciegos y la de color blanco, que realza la calle Ledesma. Ahora se ha contagiado de la inquietud medioambiental que en los últimos días se ha reavivado en las grandes ciudades debido a la falta de lluvia.
Ya hace tiempo que los investigadores buscan la manera de reducir la contaminación a ras de suelo. Se han adoptado soluciones que combaten los óxidos de nitrógeno, otro de los gases más perjudiciales, gracias a un principio activo que reacciona con la luz; algo que se ha ensayado junto a la nueva sede municipal de San Agustín, pero no se adapta demasiado bien al clima de Bilbao. El sistema que se va a poner en marcha en los próximos meses es «totalmente nuevo», recalcan los fabricantes y las autoridades municipales. Se basa en un producto patentado en mayo de 2010 por la empresa zamorana Trenzametal, que ha contado con la colaboración de la Universidad de Granada.
Un 60% más caras
El GeoSilex se añade a la composición de la baldosa, una mezcla de cemento, áridos y agua. Como se integra en la totalidad de la masa, actúa desde el primer momento independientemente de las condiciones meteorológicas. El principio activo es hidróxido de calcio. Al entrar en contacto con el CO2 -que pesa más que el aire y tiende a concentrarse cerca del suelo- se endurece y se convierte en piedra caliza. Capa por capa, a medida que el dióxido de carbono penetra por los poros, la loseta se va petrificando y aumenta de peso, aunque no de volumen. Su vida útil será de entre 12 y 15 años, similar a la de las aceras convencionales. También tiene el mismo aspecto y debe cumplir idénticas exigencias frente a desgastes, roturas y resbalones.
En el precio sí hay diferencia. Las baldosas de toda la vida cuestan 9 euros por metro cuadrado y las nuevas, 15. El Ayuntamiento quiere avanzar paso a paso. Además de los controles previos, llevará a cabo una experiencia piloto «para someterla a la prueba de la calle», afirma Sabas, y en función de los resultados la incluirá en el contrato de mantenimiento de aceras. La idea es colocarla «en zonas peatonales y aceras muy anchas» para que resulte más efectiva, como si se plantaran pequeños bosques en pleno casco urbano. Las dos primeras candidatas son Lutxana y García Rivero.
Bilbao cuenta con la ventaja de ser la primera ciudad que prueba este sistema, ya que la empresa que lo ha patentado tiene un acuerdo «en exclusiva» con UGP (United Global Pavings); una empresa formada por Baldexpor y Hermanos Eguskiza, que fabrica, entre otros pavimentos, la baldosa de Bilbao.
Fuente
Bilbao colocará en sus calles nuevas baldosas que absorben CO2
El Ayuntamiento instalará este pavimento en zonas peatonales del barrio de Lutxana
Teresa Abajo | El Diario Vasco, 2011-02-14
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