2010/10/17

hemeroteka | Gasteiz: La vieja catedral cura sus heridas

Imagen: El Mundo
La vieja catedral cura sus heridas
Patxi Arostegi | El Mundo, 2010-100-17


Las catedrales de las ciudades al igual que sucede a las personas son seres vivos que sufren el paso del tiempo con fisuras y grietas en sus cimientos. Los proyectos de rehabilitación que diseñan las instituciones aspiran a hallar la receta que asegure el mantenimiento de estos edificios centenarios.

Pero, ¿Cómo se puede controlar de una manera precisa los parámetros que provocan daños en las estructuras? La Fundación Catedral de Santa María de Vitoria dispone de un sistema de monitorización on line que permite controlar los movimentos causantes del deterioro del edificio con una precisa sensorización de puntos estratégicos.

Los datos recogidos por la veintena de sensores electrónicos distribuidos en los puntos estratégicos del edificio. Dispositivos que permiten conocer con máxima precisión y exactitud los parámetros clave que afectan a la composición de los cimientos, desde la temperatura de las columnas al grado de profundidad de las grietas hasta la inclinación precisa que experimentan las paredes y columnas de esta catedral milenaria.

El proyecto germinó en el año 2000, cuando los responsables de la rehabilitación de la Catedral de Santa María, ubicada en pleno corazón del Casco Viejo de Vitoria, vislumbraron la necesidad de "vigilar" el deterioro y las fisuras que habían aparecido en la estructura de este histórico edificio sacro, tras su primera restauración realizada en la década de los sesenta. "A partir de esta primera actuación que se aplicó a la bóveda y paredes, aparecieron grietas provocadas por estos movimentos que ponían en peligro el esqueleto de la catedral e incluso, podian producir desprendimientos de los materiales", explica, Juan Ignacio Lasagabaster, director de la Fundación Catedral de Santa María.

Fruto de un intenso trabajo previo de investigación que se fraguó con la colaboración de un equipo de técnicos italianos, la institución vitoriana decidió instalar un grupo de sensores en los puntos clave del edificio.

Dispositivos ubicados para detectar con una mayor probabilidad los factores clave del deterioro progesivo de la catedral paraque permitiera a los profesionales conocer in situ los variaciones producidas en la estructura de paredes, columnas y pilares de este centenaria milenaria.

"Instalamos un medidor en cada punto crítico para poder monitorizarlos después en nuestros ordenadores que nos pudiera ofrecer una representación fiel de la situación real de cada lugar del edificio".

En la práctica cada medidor lleva a cabo una lectura pormenorizada de la pared a través de un sistema de impulsos eléctricos que transforman, a su vez, las variables detectadas en los pilares para enviarlas después on line a un ordenador central ubicado en als oficinas de la Fundación.

Este sistema computa inmediatamente la información transmitida por los dispositivos en una base de datos que recoge la fecha, hora y el valor excato obtenido por el sensor.

"Controlan cada una de las modificaciones que sufren las paredes del edificio ofreciendo los datso en tiempo real", detalla Iñaki Koroso, responsable del proyecto.

El sistema de sensorización lo componen veinte de dispositivos distribuidos por parades, columnas y otros puntos estratégicos de la nave. Medidores electrónicos que desempeñan cinco tipos de mediciones diferentes. a lo largo y ancho del edificio.

Así, controlan desde los factores como la temperatura y la dilatación de las paredes a las cargas de tensión que sufren las estructuras constructivas, hasta la inclinación precisa de las paredes que sujetan a este colosal edificio. Los sensores se clasifican, a su vez, en función de la misión específica que cumplen en el proceso de rehabilitación.

De estas manera, los clinómetro son los que controlan la inclinación de las paredes, mientras que las cintas de convergencia parametrizan la distancia entre dos puntos de la nave para conocer el grado de apertura de las grietas. "Existen además, tensiómetros o cuerdas vibrantes anclados en dos puntos para medir en que grado se mueven los puntos de los que cuelgan estas cuerdas".

Junto a estas funciones, los dispositivos cumplen otras dos tareas clave. El equipamiento dispone de una serie de dispositivos electrónicos que miden cada tres horas las variaciones experimentadas por las paredes y las columnas de la edificación."Completan una medición continua de los movimentos de tensión en verano y invierno, porque en estas épocas las paredes se dilatan y contraen, pudiendo tener consecuencias negativas sobre las estructuras".

A esta medición detallada se suma otro tipo de sensorización más puntual y dirigida a cambios concretos. "Se controla cada cien segundos para ver al minuto como afectan las actuaciones realizadas sobre los cimientos", subraya.

El innovador proceso de rehabilitación de la Catedral de Santa María no sólo se basa en una sensorización on line de las paredes y columnas. Los responsables han desarrollado un novedoso sistema de inyección de cal hidráulica para reforzar los pilares deteriorados durante décadas. "Hicimos un estudio previo en 3D de la catedral para averiguar el motivo de las deformaciones y vimos que la cimentación presentaba graves carencias", detalla Lasagabaster.

A esta compleja labor digital, le siguieron cuatro catas acometidas por técnicos de la entidad en otros tantos pilares del edificio que sirvieron para concluir que "estos cimientos tenían huecos sin cubrir estaban instalados sobre tumbas o sobre una antigua iglesia que las había dejado degradadas", explica el responsable.

Para dar solución a esta eventualidad, apostaron por aplicar un pionero sistema de inyección de cal hidráulica a través de un moderno compresor. Una solución innovadora a la que previamente precedió una importante tarea. "Anillamos los pilares con varios muros para darle una mayor estabilidad antes de inyectar el material en los cimientos".

Una vez quedaron fijados los pilares, los profesionales los perforaron para después completar una endoscopia que permitío a lo responsables conocer con exactitud la profundidad de los huecos. "Nos sirvió para saber cuanta cantidad era precisa rellenar en cada pilar para darles estabilidad".

La inyección se realiza a través de una manguera y una calderín conectados a los orificios que evita fugas de la cal. "Emite una mínima presión para rellenar la dosis necesaria. La cal permite una mayor compatibilidad que un hormigon mortero que puede endurecer más los huecos de los pilare pero logra una composición menos estable", detalla el responsable quien cifra en 50.000 litros de cal los realizados hasta la fecha.

Una última innovación llevadacabo por la Fundación de la Catedral de Vitoria es un novedoso sistema de reintegración cromática a base de proyecciones de luz que se realiza en el pórtico del edificio. "Se trata de cuatro proyectores que desde los laterales y la bóveda, iluminan mediante tecnología digital el centro del retablo policromado". Una novedosa técnica enfocada a seducir la vista y percepciones de los visitantes. "Permite contemplar las pinturas del pórtico una manera más fiel a la realidad porque sumerge a los usuarios en una representación única y les hace participes de la historia de esta obra de arta", añade Koroso.

Cuidados sofisticados e innovadores destinados a mimar una de las catedrales con más solera e historia de Euskadi.

Fuente | El Mundo

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