2011/01/29

hemeroteka | Prohibido llevarse la alfombra de la Maison Carré

Imagen: El País
Prohibido llevarse la alfombra
Alvar Aalto proyectó a las afueras de París la Maison Carré, una casa liviana donde hasta los pomos de las puertas son obras de arte
Oskar Alegría | El País, El Viajero, 2011-01-29

Cuando le preguntaban sus alumnos cómo se hacía el buen arte, Alvar Aalto respondía: "No lo sé". Entrando en la Maison Louis Carré, uno cree que el maestro mentía. Solo mirando los pomos de las puertas ya se ve que era consciente de varias normas del buen hacer. Para empezar, la casa saluda estrechando la mano, o por lo menos eso es lo que se siente al agarrar el primer pomo curvo de bronce. Con tal amabilidad, no hacen falta felpudos.

La mansión, construida en los cincuenta, permanece hoy abierta al público los fines de semana de marzo a noviembre con una visita guiada que puede reservarse en español (00 33 134 86 79 63). Para acceder desde París hay que tomar el tren hacia Montfort l'Amaury-Méré en la Gare de Montparnasse y continuar después en taxi hasta la puerta. La villa se encuentra perdida en Bazoches-sur-Gyonne, en plena campiña. Para hacernos una idea, el vecino más cercano fue el europeísta Jean Monnet, que habitó en una agradable casa de campo -también visitable- justo enfrente. El resto son búhos y bosques.

Como otras viviendas de Aalto, la morada es un fiel retrato de su propietario, pero también del propio arquitecto, y es su única obra en suelo francés. Mientras para el común de los humanos una de las dudas actuales que nos pueden asaltar a la hora de montar un hogar es la de elegir horno pirolítico o no, para el dueño de la Maison Carré los interrogantes eran si llamar a Le Corbusier o encargar su construcción a Alvar Aalto. Quede claro entonces que más que una vivienda, lo que estamos visitando es algo de otro nivel, sin duda, una obra de arte habitable, un museo con vida propia donde el visitante siente sobre todo envidia. Envidia y cleptomanía. Leamos el libro de visitas: "Todos queremos vivir aquí", dicen unos estudiantes de la escuela de arquitectura de Newcastle. "La alfombra, yo quiero llevarme la alfombra", asegura en francés una firma ilegible.

Quienes pisaban esa alfombra, quienes realmente vivieron aquí fueron el coleccionista y marchante de arte Louis Carré y su señora, oriundos de Bretaña y especialistas en obra de Picasso, Fernand Léger y Paul Klee. Por culpa de una cojera, el matrimonio habitaba en el piso de abajo, mientras el servicio lo hacía en las estancias de arriba. Es interesante ver cómo la dificultad para caminar del propietario hizo que Aalto y su mujer, Elissa, proyectaran la casa con todo el paso estudiado. Las amplias escaleras que dan al salón son un gran ejemplo de adaptación de la funcionalidad a la estética: los siete peldaños se descienden solos y comunican el lugar de trabajo y el habitáculo sin marcar fronteras. De entrada nos recibe un juego de paredes blancas que conforman la galería donde se exponían las obras y, casi sin quererlo, la suave rampa nos adentra de lleno en el salón, centro de la vivienda.

En la explicación nos cuentan que el espacio público y el privado quedan así hermanados, evidenciando que los Carré no hacían otra cosa que habitar el arte. Eso sí, es una pena que no quede hoy ninguna obra colgada ni ninguna escultura sobre las mesas para poder hacerse una idea de lo que sería dejar el café junto a una bailarina de Degas o cepillarse los dientes ante un picasso antes de dormir.

En su duda, Louis Carré se decantó por Alvar Aalto porque, según declaró, no quería un edificio de hormigón, buscaba algo más liviano y aquello entroncaba con la arquitectura que el finlandés estaba realizando por los años cincuenta, cuando, prendado de Italia y superado el racionalismo, proyectaba con un lenguaje propio. Louis Carré solo puso una condición: no quería un edificio plano, y Aalto se sacó de la manga un perfil triangular que dialoga con la silueta de la colina sobre la que se halla. El tejado de pizarra ayuda a coronar el terraplén y el ladrillo blanco aligera las fachadas. En conjunto, es lo que perseguía: una casa pequeña por fuera, grande por dentro.

Esa grandeza se ve sobre todo en la bóveda de tres cúpulas que nos recibe a la entrada. Construida en forma de gran ola con maderas de pino rojo finlandés y montada por carpinteros venidos desde Helsinki, la altura permite iluminar la galería y las obras de una manera excepcional. Además, con sus ondulaciones mantiene la sinuosidad del terreno una vez que se está dentro de la casa, dejando bien claro que estamos ante una arquitectura nada epitelial.

El gran salón es similar al de Villa Mairea, la vivienda por excelencia de Aalto. En principio puede parecer casi un calco con su chimenea y el gran ventanal al jardín, pero visto todo con lupa pronto se cae en la cuenta de que estamos ante lo que el arquitecto defendía como "estandarización flexible", es decir, la exportación de sus modelos, pero adaptados, demostrando que en arquitectura lo importante no es repetirse, sino insistir.
Timbres y biombos

La visita continúa por la biblioteca, los dormitorios, los baños, y a continuación se entra de lleno hasta la cocina. Luego están los mil detalles, sobre todo en el mobiliario, algunos de diseño exclusivo para el hogar. Vemos las lámparas Golden Bell de iluminación lateral y las sinuosas vasijas Savoy, pero junto a ellos hay pomos, timbres, biombos y manillas desconocidos. Una joya: las cajas de madera ideadas con rejas aireadas para esconder los radiadores son toda una lección intuitiva sobre cómo guardar el ritmo sin perder el calor.

La visita finaliza con un paseo por el jardín exterior, donde podemos admirar los sumideros con forma de margarita o las propias columnas proyectadas como tallos florales, pura biología. Otra joya: los mástiles de las banderas, con su tronco menguante y las vetas del propio árbol que Aalto siempre respetaba, hacen que la vista se pasee por ellos como si fuera la mano, diseño hecho para el tacto, como si los ojos se izaran hacia el cielo.

Por último, la piscina en una esquina al fondo del terraplén. Al arquitecto finlandés le gustaba nadar casi tanto como admirar templos griegos y aquí unió ambas pasiones. Se llega por una caída de anfiteatro, con grandes escalones como gradas que se descienden, una vez más, casi sin quererlo. Junto a la piscina, el edificio con duchas y cambiadores que incorpora curvas y mármol de Carrara. Está situado al norte para tapar el viento y proteger el agua dejando la piscina escondida de nuevo de forma rítmica. Tampoco la propia casa escapa a ese ocultamiento premeditado. Al abandonarla vemos cómo desaparece gradualmente por el camino de entrada tras una hilera de árboles estratégicamente plantados como si fueran un telón vegetal.

Fuente
Prohibido llevarse la alfombra
Alvar Aalto proyectó a las afueras de París la Maison Carré, una casa liviana donde hasta los pomos de las puertas son obras de arte
Oskar Alegría | El País, 2011-01-29

Enlaces
Institución | Maison Louis Carré

PUBLICACIONES

Alvar Aalto architect. V. 20: Maison Louis Carré: 1956-63.
Helsinki : Alvar Aalto Academy [etc.], 2008
192 p. : il., planos

Materias:
Aalto, Alvar, 1898-1976.
Biblioteca A-72 AALTO ALV/XX

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Alvar Aalto architect. V. 20: Maison Louis Carré, 1956- 63
alvaraaltopublications | ISSUU

The latest addition to the authoritative monograph series documenting each of Alvar Aalto's architectural projects focuses on the house Aalto and his second wife Elissa designed for the Parisian art dealer LouisCarré in the mid-1950s. This profusely illustrated volume describes the architecture of the building, the exceptional interiors and life in the house. It also includes a biographical sketch of Carré, who met Aalto at the opening of the pavilion Aalto had designed for the 1956 Venice Biennale. The friendship between Aalto, the radical experimenter, and Carré, the perfectionist patron of the arts, lasted the rest of their lives, and Maison LC became one of the most exceptional collaborations between architect and client ever built.
After the Villa Mairea, the Maison Louis Carré is the most carefully executed and detailed of the private houses designed by Alvar Aalto.

In her articles, A Home of Design and Art and Living at Maison Louis Carré, Ásdís Ólavsdóttir deals with life in the house and the complex process of designing its interiors, with particular reference to the specially made unique pieces of furniture.

In his essay, "I speak of what is good", Esa Laaksonen discusses the architecture of the building as a complete work of art and its relationship to Aalto's other designs. His analysis largely centres around the hitherto unpublished sketches, working drawings and photographs in the collections of the Alvar Aalto Museum.

Antoine Terrasse describes Louis Carré's rich and eventful life, a story complemented by Irmelin Lebeer's interview with the art dealer in the 1960s.

The book also presents other works produced by Aalto's office contemporaneus with the Maison Louis Carré design, 1955-57. Arne Heporauta's list of realised and unrealised projects is complemented with Päivi Lukkarinen's article on the Korkalovaara housing area in Rovaniemi and Mari Forsberg's article on housing for the Viitaniemi garden town in Jyväskylä.

pause | La ventana de Nazario

El rincón... La ventana de Nazario
El artista prepara el libro Nazario íntimo, diseñado por Mariscal, y un filme mezcla de documental, ficción y dibujo
J. M. Martí Font | El País, 2011-01-29

Nazario Luque vive en la Plaza Reial, junto a La Rambla, un espacio emblemático de Barcelona para algunos poco recomendable, a tenor de la mala fama que se le atribuye, en parte merecida y en parte legendaria. Llegó a finales de la década de 1970, cuando, sin duda, él mismo y su compañero, el escultor Alejandro Molina, contribuían a esta mala fama. Alquilaron un estudio que luego ampliaron al contiguo y que más tarde arreglaron y compraron. Tres décadas más tarde siguen allí. No fueron los únicos; el pintor Ocaña, el arquitecto Oriol Bohigas y la escritora Maria Aurelia Capmany, entre otros, también se instalaron en los porticados edificios neoclásicos que delimitan el espacio trapezoidal punteado de grandes palmeras donde en otros tiempos se levantaba un convento. El de Nazario está en una esquina y tiene la particularidad de que no sólo dispone de una gran ventana que da a la plaza, también tiene otra que, por detrás, se abre a la calle de Escudellers, por donde antaño deambulaban marines borrachos. En contra de lo que se podría esperar de un artista con querencias barrocas, miniaturista, con una obra casi de orfebre, el espacio donde trabaja Nazario (Castilleja del Campo, 1944. www.nazarioluque.com) es poco recargado, bastante diáfano. Hay que buscar por las esquinas para encontrar una vitrina atiborrada de objetos y fetiches o fijarse en la repisa de la chimenea y el pequeño mueble acristalado, bajo la escalera, donde guarda algunos libros y objetos del polvo que se acumula por el efecto de las dos ventanas contrapuestas. La biblioteca la esconde arriba, en el altillo.

Hoy le han traído la prueba del libro que le edita Nova Era, que le ha diseñado su viejo amigo Mariscal, donde reúne una sorprendente selección de trabajo gráfico, incluidos sus cómics más conocidos, desde el prisma de la imagen pura. Pero Nazario ya no es sólo un dibujante, ni siquiera sólo un pintor o un escritor; es, esencialmente, un voyeur, un mirón obsesivo que disecciona la humanidad desde su rincón, desde su ventana. Su curiosidad le ha llevado a explorar todos los géneros. Su última exposición, en el Museo de Arte de Cerdanyola, era una videoinstalación y una serie de fotomontajes sobre -precisamente- la Plaza Reial: el tema inagotable. Y lo prueba mostrando en su ordenador la colección de pequeñas escenas de personajes que se mueven por la plaza, captadas con su cámara. La próxima aventura, asegura, será el cine: un docudrama, que mezclará documentales, ficción y dibujos, dirigido por Miguel Albaladejo y en cuyo guión se halla ahora inmerso.

Fuente
El rincón... La ventana de Nazario
El artista prepara el libro Nazario íntimo, diseñado por Mariscal, y un filme mezcla de documental, ficción y dibujo
J. M. Martí Font | El País, 2011-01-29

erakusketa | Palazuelo, del dibujo a la escultura

Imagen: El País
Palazuelo, del dibujo a la escultura
Vicente Jarque | El País, 2011-01-29


Si hubiera que tomarse en serio toda esa literatura de tintes portentosos propiciada por la obra de Palazuelo, esas alusiones a cosmovisiones ilimitadas, a representaciones místico-matemáticas del universo, en donde se encontrarían el orden y el caos, la energía y la vida, el metafísico desciframiento del "ritmo profundo de los fenómenos del mundo" (como escribió Yves Bonnefoy, declarándole discípulo de Rimbaud), ya con eso bastaría para reconocerle su carácter único e irrepetible. En realidad, él mismo hablaba de su trabajo como consistente en un "recital visionario"; es decir, arte, y no filosofía. De manera que su singularidad no deriva tanto de ese pensamiento presocrático y oriental (entre Pitágoras y Empédocles, pasando por la espiritualidad asiática) en el que parecía anclarse, como de su inteligente y devota entrega a la pintura abstracta, así como a la escultura (y, por tanto, al dibujo).

Con razón subraya Alfonso de la Torre, comisario de la exposición en Cuenca, que Palazuelo fue siempre un caso aparte. Nacido en Madrid en 1915, se fue a estudiar a París en 1948. En España no volvería a instalarse hasta 1969, y lo más sorprendente es que, tras haber recibido premios (el Kandinsky en 1953) y honores (trabajaba para la Maeght mientras participaba en numerosas exposiciones internacionales y en las del Museo de Arte Abstracto de Cuenca), no realizase su primera individual en España hasta 1973. Caso raro, sin duda. Pero, al fin, todos sabemos de sus estructuras evocadoras de "geometrías sagradas", desarrolladas a partir de grupos de líneas básicas o polígonos germinales, a veces en forma de constelaciones explosivas o enigmáticamente ordenadas, a veces en forma de superficies en mutuo contacto o aparentemente superpuestas.

Lo interesante de estas dos exposiciones es que en ellas se nos ofrece una versión más terrenal de Palazuelo. En la de Cuenca ("Paris, 13 Rue Saint Jacques. 1948-1968") se recogen trabajos de sus años en Francia. Las "Cosas olvidadas" y los "Carnets de Villaines", sobre papel, son tempranas pero sutiles muestras de su orientación hacia los signos abstractos. Algunas de sus pinturas denotan el influjo de Klee y Kandinsky, y entre ellas no falta el motivo de "Omphale", pieza estelar del museo de Cuenca. En cuanto a la muestra en Valencia, se trata de un conjunto de esculturas en donde, como afirma Javier Maderuelo, las imágenes se expanden en el espacio en un proceso de despliegue de las superficies, entre ascendente y envolvente, cuyos fundamentos son el dibujo y la arquitectura.

Estos registros nada tienen de metafísico, ni hacen pensar en mandalas o visiones cósmicas. Son obras cargadas de humanidad. Las unas nos hablan de la productiva soledad del artista en sus años de mayor incertidumbre. Las otras, las esculturas, remiten a los espacios que habita el ser humano, invocando a veces atrios, puertas o paisajes. Palazuelo declaró que la intuición artística es, en el fondo, recuerdo. Por eso sus intrincados laberintos nos hablan del mundo, desde luego, pero sólo en unos términos introspectivos que derivan de la experiencia y que toman nota de sus límites.
  • Pablo Palazuelo. El plano expandido
  • Sala Municipal de Exposiciones l'Almodí. Plaza de San Luis Bertrán, 1. Valencia
  • Hasta el 27 de febrero
  • Pablo Palazuelo. París, 13 Rue Saint-Jacques (1948-1968)  
  • Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca. Casas Colgadas. Cuenca
  • Hasta el 27 de febrero
Fuente
Palazuelo, del dibujo a la escultura
Vicente Jarque | El País, 2011-01-29


PUBLICACIONES 

Pablo Palazuelo : el plano expandido / Javier Maderuelo.
Madrid : Abada, 2010.
142 p. : il. bl. y n.

Serie: Lecturas. Estética y Teoría del Arte
ISBN 9788496775978*
Materias:
Palazuelo, Pablo, 1916-
Escultura - Siglo XX.
Biblioteca A-73 PALAZUELO PAB

Pablo Palazuelo (Madrid, 1915-Galapagar (Madrid, 2007) fue un artista estudioso y culto, sosegado y preciso, que comenzó su carrera, hoy bien conocida, como pintor, siendo uno de los primeros españoles que abrazó decididamente la abstracción como lenguaje plástico y, también, uno de los primeros pintores abstractos españoles reconocidos por la crítica francesa e internacional durante los primeros años cincuenta del siglo pasado.

Consolidada su carrera como pintor abstracto, cuando ha destilado ya un lenguaje personal que caracteriza inconfundiblemente su obra, Palazuelo afrontó, en una segunda etapa de su vida, la posibilidad de realizar esculturas. Para ello no necesitó aprender un nuevo oficio sino que, de manera reflexiva, partiendo de su experiencia como pintor, dotó de volumen y corporeidad a las líneas y planos que conforman sus cuadros. Esa transformación pasó por una serie de facetas que tienen como vehículo generador la práctica continuada e infatigable del dibujo.

Javier Maderuelo, Doctor en Arquitectura por la Universidad de Valladolid y Doctor en Historia del Arte por la Universidad de Zaragoza, es Catedrático de Arquitectura del Paisaje en el Departamento de Arquitectura de la Universidad de Alcalá. Ejerce como crítico en el diario "El País" desde 1993 y dirige el programa "Arte y Naturaleza" del CDAN-Fundación Beulas de Huesca. En la actualidad es vocal del Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

argitalpenak | Xenakis: la visión macroscópica

Imagen: ABC | Pabellón Philips (1958), que Xenakis proyectó junto a Le Corbusier
Xenakis: la visión macroscópica
La publicación de los escritos de Iannis Xenakis ilumina el pensamiento de un creador imprescindible del siglo XX, instalado en la frontera entre música y arquitectura
Alberto G. Lapuente | ABC, 2011-01-29

Iannis Xenakis cuenta que, al llegar a Francia, en 1947, no le interesaba la arquitectura ni sabía quién era Le Corbusier. Su oficio era el de músico e ingeniero, entraba en el país como fugitivo y exiliado, y sólo aspiraba a ganarse la vida con cierta dignidad. Pero pronto aprendió aquello que ignoraba hasta el punto de que los dos descubrimientos acabaron por convertirse en el soporte de un ideario que venía tomando forma. Xenakis trabajó con Le Corbusier y en él encontró a alguien capaz de racionalizar la inspiración, un primer paso.

También el arquitecto tenía raíces musicales heredadas de una madre pianista y profesora de música, de manera que la proporción natural, el equilibrio y la adecuada disposición espacial estaban en la raíz de sus trabajos. En esos años, Xenakis empieza a escribir sobre todo ello, también entendiendo que la resultante estética estaba por encima de la frialdad del cálculo, paradójicamente su principal ocupación como técnico en el estudio de arquitectura. Partiendo de la experiencia de Le Corbusier («la construcción para que se mantenga, la arquitectura para que conmueva»), tiene sentido el futuro creativo de Xenakis («el arte puede conducir hacia regiones que para algunos están todavía ocupadas por la religión»).

Todo esto se cuenta en primera persona en Música de la arquitectura, colección de textos presentados y comentados por Sharon Kanach, estupendamente ilustrado y reveladoramente completado con el apéndice de un índice crítico realizado por Sven Sterken en el que se describen los proyectos arquitectónicos de Iannis Xenakis en paralelo a su cronología musical. Para que quede más claro, «no es un libro sobre arquitectura o sobre música», lo es sobre una forma de pensar la música, la arquitectura, la ingeniería civil y las matemáticas. Todo aquello que bullía en la cabeza de un preclaro e independiente creador del siglo XX.

Millones de órdenes
En el arranque hay que situar el texto fundacional de Xenakis, Musiques formeilles, publicado en 1963, a partir del cual se consolidan una serie de principios que tienen su correlato en la partitura de Metastasis (1954), para orquesta de sesenta músicos. Ya está cerca la inmediata formulación de la revolucionaria arquitectura de famoso Pabellón Philips (1958), cuya autoría provocó la definitiva separación entre Le Corbusier y Xenakis. Por entonces se habían hecho incompatibles los celos del veterano e inseguro arquitecto, y el orgullo del joven y radical inventor quien, pese a las apariencias, solo trataba de actualizar con un lenguaje contemporáneo alguna vieja opinión que toma la arquitectura como disposición de conjunto, sistema de relaciones y no necesariamente como estructura, y, más aún, que la distingue de otras artes espaciales por la importancia funcional del espacio interior.

Los doce años de trabajo junto a Le Corbusier, hasta que Xenakis cumple los 37, dan paso al grueso de su literatura, agrupada por Kanach en el capítulo «La ciudad cósmica y otros escritos». Inmediatamente llega el trabajo como arquitecto independiente y el desarrollo final de toda su filosofía a través de los monumentales y conciliadores politopos, esculturas electrónicas que combinan luz, música y estructura. Entre ellos el más famoso, el Politopo de Cluny (1972), veinticuatro minutos de acciones de luz y sonido gobernadas por una computadora que maneja aproximadamente cuarenta y tres millones de órdenes. O el Politopo de Micenas (1978), tras la triunfal vuelta a Grecia, el más espectacular, y buen prólogo a un afán ecuménico y tardío del que son ejemplos «la ciudad universal» y el proyecto del Politopo mundial, red intercontinental de acciones de luz y sonido.

Cálculo de probabilidades
Leer la música a la luz de la dimensión arquitectónica, tal y como propone el pensamiento de Xenakis, supone entenderla desde puntos de vista distintos y a través del grafismo visto como formulación general. Frente a la visión que toma como principio el detalle, Xenakis consideró la posibilidad del camino inverso. Un caso singular es la superposición masiva de polifonías lineales que había derivado durante el siglo XX en obras ante las que el oído era incapaz de discernir los sucesos individuales vagando, a la postre, por un entramado de densidades.

Todo ello sugiere a Xenakis la posibilidad de tomar la visión macroscópica como elemento constructivo para desarrollarlo mediante el cálculo de probabilidades. Visionario, se interesará después por la informática proponiendo herramientas que agilicen los cálculos y trascriban las ideas: «Muchos pensaron entonces que mi música debía ser una música fría, puesto que en ella había matemáticas. Y dejaban de tener en cuenta lo que escuchaban. Esta incomprensión llegó a afligirme mucho. […] En este sentido, la música es probablemente el arte en el que el diálogo consigo mismo es más difícil […] apuntando a la creación absoluta, sin referencia a nada conocido, cual un fenómeno cósmico, o yendo más lejos, arrastrando de modo íntimo y secreto hacia una especie de abismo en el que, felizmente, es absorbida el alma. […] Por esta razón, es necesario inventar la forma arquitectónica que libere la audición colectiva de todos sus inconvenientes.
  • «Música de la arquitectura». Iannis Xenakis. Edición de Sharon Kanach. Akal. Madrid, 2010. 448 páginas. 40 euros 
Fuente
Xenakis: la visión macroscópica
La publicación de los escritos de Iannis Xenakis ilumina el pensamiento de un creador imprescindible del siglo XX, instalado en la frontera entre música y arquitectura
Alberto G. Lapuente | ABC, 2011-01-29

Documentación
Hendrix + Mozart = arquitectura
La música inspira las futuristas formas del Pavillon 21 de la Ópera de Múnich
Lourdes Morgades | El País, 2010-06-24
Arquitectura, música y modernidad 
Eduardo Prieto | Arquitectura Viva, 2010-03-03

PUBLICACIONES


Música de la arquitectura / Iannis Xenakis ; textos, obras y proyectos arquitectónicos escogidos,
presentados y comentados por Sharon Kanach.
Madrid : Akal, 2009.
443 p. : il.
Serie: Akal Textos de arquitectura ; 4

ISBN 9788446024125*
Materias:
Xenakis, Iannis, 1922-2001.
Escritos de artistas.
Biblioteca A-72 XENAKIS MUS


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Música de la arquitectura
Google Books

El presente volumen reúne por primera vez los escritos que Xenakis, una de las figuras más destacadas de la cultura europea de la segunda mitad del siglo XX, consagró a la arquitectura y a las relaciones entre esta disciplina y la música. El examen de sus archivos personales ha desvelado, entre otras cosas, la riqueza de este material -artículos, cartas, conferencias, escritos teóricos, reflexiones programáicas-, que completa los propios bocetos y proyectos arquitectónicos. Los originales de Xenakis (presentados y comentados por Sharon Kanach) se articulan en cuatro apartados: "Los años Le Corbusier", "La ciudad cósmica y otros escritos", "Xenakis, arquitecto independiente" y "Los Politopos". La documentación se completa con un índice crítico ilustrado del conjunto de proyectos y obra realizada (Sven Sterken), una amplia bibliografía (Makis Solomos) y un cuadro cronológico.

Iannis Xenakis. Compositor, arquitecto y también ingeniero civil y matemático, Iannis Xenakis (1922-2001) se consagró sin descanso a la creación. Resultado de ello es una obra proteica que se caracteriza por un compromiso personal innegable. Nacido en Rumanía, acabó sus estudios en Grecia y durante la Segunda Guerra Mundial se incorporó a la Resistencia. Fue gravemente herido y, más tarde, condenado a muerte en su país. Desde 1947 fue refugiado político en Francia, donde inició su carrera de arquitecto con Le Corbusier.

Arquitectura y música en el siglo XX / Susana Moreno Soriano.
Barcelona : Fundación Caja de Arquitectos, 2008.
225 p. : il.
Serie: Arquia-tesis ; n. 27

ISBN 9788493592998* 
Materias:
Arquitectura - Siglo XX.
Acústica arquitectónica.
Auditoriums.
Biblioteca  A-534 ARQ


Arquitectura y música en el siglo XX, escrito a partir de la tesis "De Le poème électronique a la Tragedia dell'ascolto: Le Corbusier, Xenakis, Varèse, Eames, Bernstein, Piano, Nono, Zumthor, Ott", posee una calidad fuera de toda duda. Su escritura es fluida, brillante, sintética, con la adecuada dosis de erudición e interpretación y con una forma final extraordinariamente cuidada. El planteamiento o metodología de la autora, su posición como observadora, analista y anatomista de unos acontecimientos está muy bien medido, algo muy destacable habida cuenta del tema que se trata en esta investigación: la pervivencia de la "Gesamtkunstwerk" en la estética contemporánea.

Al manejar en todo momento, como se hace, temas analógicos (música y arquitectura, notación y dibujo, matemáticas y armonía, materialidad y sensualidad, etc.), se ha evitado muy conscientemente la especulación superficial que suele acompañar a este tipo de temas tan escurridizos, el propio contagio inmediato de las fuentes o su asimilación asistemática, optando en su lugar, y con pleno acierto, por el rigor y la precisión.

Lejos de constituir una investigación de "marcado carácter documental", tal y como señala la autora en uno de sus primeros párrafos, podría decirse que va mucho más allá, entrando de lleno en el terreno de la interpretación crítica, apuntando diagnósticos muy certeros, hipótesis altamente originales y conclusiones de gran potencial operativo.

eta gainera | y además...
Musika Zentrua Hernanin
Arkitekturako karrera amaierako proiektu baten prozesua; lana eta hausnarketak.
Antton Korta |  akortakap

argitalpenak | Norman Foster, huida hacia la cima

Imagen: El País
Norman Foster, huida hacia la cima
Una biografía dibuja el humilde origen y la tremenda ascensión del arquitecto - Grandes obras maestras, pero también algunos fracasos configuran su carrera
Anatxu Zabalbeascoa | El País, 2011-01-29

Norman Foster nació en el lado equivocado de las vías que separaban el centro de Manchester de los húmedos suburbios. Hijo de una camarera y del dueño de una tienda de empeño, el arquitecto creció con la ambición de huir de su suerte y con la desazón de discrepar del conformismo de sus padres. Robert y Lillian Foster estaban orgullosos de que su único hijo consiguiera trabajo en el Ayuntamiento tras hacerlo en una panadería y en un garaje. Corría el año 1957 y Foster tenía 22 años. La familia ascendía socialmente, pero tantas horas encerrado ahogaron pronto al joven.

libro | Aguinaga y Asociados Arquitectos : obra escogida 1970-2010 = selected works 1970-2010

Aguinaga y Asociados Arquitectos : obra escogida 1970-2010 = selected works 1970-2010.
Madrid : Aguinaga y Asociados Arquitectos, 2010.
283 p. : il.
Texto en español e inglés

ISBN 9788461434282*
Materias:
Aguinaga y Asociados Arquitectos.
Arquitectura - Siglo XX - España.
Arquitectura - Siglo XXI - España.
Biblioteca A-72 AGUINAGA AGU



El estudio de arquitectura Aguinaga y Asociados, referente en la historia contemporánea madrileña, publica su obra escogida desde 1970 hasta 2010. Eugenio Aguinaga se movió en el mundo de la arquitectura desde su niñez. Una vez terminados sus estudios en 1968 se asoció con Carlos Sobrini para dirigir uno de los más importantes estudios del Madrid de entonces. En 1983, se independiza y funda las bases de de la firma actual, con la que ha ganado diversos premios, como el de Arquitectura del Colegio de Arquitectos de Madrid (1988).

Entre los edificios seleccionados para el libro, se encuentran las viviendas de protección pública en Vallecas (2008), el edificio de viviendas en la Plaza de Euskadi (Bilbao, 2008) y la Escuela de Arquitectura de Navarra (1977).


Fue Whitman quién dijo aquello de “Esto no es un libro, quién vuelve sus páginas toca a un hombre”. Este que presentamos retrata inevitablemente a los autores que desde hace más de veinte años han diseñado la obra que publicamos.

Eugenio Aguinaga Churruca se movió en el mundo de la arquitectura desde su niñez a la sombra de su padre, el conocido arquitecto bilbaíno Eugenio Aguinaga Azqueta, Premio Munibe de Arquitectura del año 2000. Terminados sus estudios de arquitectura en Madrid en 1968, asociado con Carlos Sobrini, dirigió uno de los más importantes estudios del Madrid de entonces. De ellos se dijo “… son dos de las figuras evidentes de la historia contemporánea madrileña, ejemplos de una actitud profesional sobria que intenta cumplir en los diversos ámbitos en que la arquitectura se desenvuelve. Con respecto al cliente, en general grandes empresas, consiguiendo una imagen bella y suavemente moderna que los convenza sin dificultad. Frente al resto de los profesionales proporcionando un repertorio de soluciones “realistas” en las que buscar inspiración. Y, por último, respecto a la ciudad, creando buenos edificios, bien asentados en su entorno y de un lejano clasicismo, intemporal y coherente”.

En 1982 Aguinaga se independiza de Sobrini y funda las bases de la firma actual. En 1988 fue Premio de Arquitectura del Colegio de Arquitectos de Madrid y en 1991 del Vasco-Navarro. En 1993 ganó la consulta para la ordenación del nuevo centro de Bilbao en Abandoibarra. Desde entonces ha habido más premios, que se reseñan aparte, y no ha han dejado de presentarse a concursos a pesar de sus numerosos encargos particulares. El libro contiene una buena muestra de propuestas hechas en esos concursos que consideramos de interés porque muchas veces reflejan mejor que la obra construida las tendencias de la firma en un contexto de mayor libertad.

La colaboración con otros estudios, algunos muy importantes, la evolución tecnológica del país y la constante incorporación a la firma de gente joven, han hecho evolucionar su arquitectura a lo largo de tres décadas como queda patente en los proyectos seleccionados.

La obra de Aguinaga y Asociados se mueve en ese espacio angosto que conjuga calidad de diseño y profesionalidad, coherencia de principios y servicio a sus clientes y a la sociedad. Exhaustivos en los proyectos, piensan como Mies que “Dios está en los detalles” llegando a un perfeccionismo fruto también de una cuidada dirección de obra.

Convencidos de que la arquitectura actual es fruto de una labor de equipo, el estudio cuenta con brillantes colaboradores entre los que conviene citar José María Jiménez Urrutia por su experiencia constructiva, a Ignacio López por lo brillante de sus propuestas y a Manuel López Lara por su labor en obra. Escogen las mejores ingenierías para colaborar en sus proyectos y están en estrecho contacto con las firmas industriales desde los inicios del proyecto para garantizar en origen la viabilidad económica y constructiva de lo proyectado.

Herederos de una época en la que no era preciso publicar, era casi de mal gusto, han tardado en aceptar que en un contexto competitivo de ámbito global, un libro sobre su obra era ya una necesidad. Pasen y vean.


agenda | Pallasmaa cierra las sesiones de 'Cultura y Naturaleza'

Pallasmaa cierra las sesiones de 'Cultura y Naturaleza'
El arquitecto finlandés impartirá hoy un taller que tratará del espacio existencial en el cine y la arquitectura
E. Mingo | El Diario Vasco, 2011-01-29

El arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa cerrará hoy las sesiones de 'Cultura y Naturaleza', la nueva edición de 'Arquitecturas: lenguajes fílmicos' -programadas por Donostia 2016, la fundación Cristina Enea y el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro-, con un taller que tratará sobre el espacio existencial en el cine y la arquitectura. Los talleres se impartirán de 10.00 a 14.00 horas en el centro de recursos medioambientales de Cristina Enea y, a partir de las 17 horas, se realizará la tercera y última visita guiada a espacios superficiales y subterráneos de la ciudad. Para participar en estas actividades es necesario inscribirse en la página web de Cristina Enea.

Juhani Pallasmaa -arquitecto finlandés licenciado en la Universidad Tecnológica de Helsinki y director de una empresa-estudio que se dedica a la arquitectura, así como al diseño industrial, de exposiciones y gráfico- fue el encargado de presentar ayer la proyección de la película 'Nostalghia' (1983), del director ruso Andrei Tarkovski, y de impartir una charla acerca del tema que impartirá hoy en el taller: el espacio existencial en el cine y la arquitectura.

Además, Juhani Pallasmaa es un reconocido teórico de la arquitectura, profesor en la capital finlandesa, que lleva ejerciendo en la arquitectura desde principios de la década de los 60. Fue en 1983 cuando creó la empresa que lleva su nombre. Además de sus trabajos como arquitecto, Pallasmaa se ha destacado dentro de su actividad profesional por desarrollar ámbitos de la planificación urbanística y del diseño gráfico, de exposiciones y de diferentes productos.

Como teórico, Juhani Pallasmaa, que es forma parte del Comité Internacional de Críticos de Arquitectura y miembro honorario del Instituto Americano de Arquitectos, ha escrito y publicado alrededor de treinta libros, catálogos de exposiciones, así como numerosos artículos sobre las filosofías de la arquitectura y del arte en más de treinta idiomas. Además, el finlandés ha expuesto en la Bienal de Venecia, en París, Buenos Aires y Madrid, entre otras ciudades.

Autor de, entre otros, 'Una arquitectura de la humildad', Pallasmaa afirma que su interés por el diseño y el arte de las imágenes y su sentido «nació del interés por el enigma del mundo y de la vida». En el mismo libro, el arquitecto finlandés asegura que «toda obra artística de calado parece tener su origen en el terreno autobiográfico de los recuerdos, las experiencias y las luchas personales. Existe una afinidad inherente entre el mundo y el yo, el pensamiento y la forma, las imágenes y las palabras».

Reflexión sobre la ciudad
Esta edición, 'Arquitectura: lenguajes fílmicos', «continúa el sendero» que dejó abierto la edición pasada bajo el título 'Proyectar lo real', en la que se planteó, desde el lenguaje cinematográfico-arquitectónico, una reflexión sobre las ciudades en las que vivimos. Este análisis está sirviendo a la Candidatura Donostia 2016 para conocer «distintos puntos de mira en torno al eje de la eurociudad, la energía ciudadana, la ciudad de las palabras, la cultura de la paz y la educación en valores», aseguran desde la oficina de Donostia 2016.

Fuente
Pallasmaa cierra las sesiones de 'Cultura y Naturaleza'
El arquitecto finlandés impartirá hoy un taller que tratará del espacio existencial en el cine y la arquitectura
E. Mingo | El Diario Vasco, 2011-01-29

PUBLICACIONES

Una arquitectura de la humildad / Juhani Pallasmaa ; traducción de Albert Fuentes.
Barcelona : Fundación Caja de Arquitectos, 2010.
183 p. : il.

Serie: La Cimbra ; 8
ISBN 9788493785727*
Materias:
Arquitectura - Filosofía.
Biblioteca A-72.01 ARQ





Mi inclinación por el diseño y el arte de las imágenes y su sentido nació del interés por el enigma del mundo y de la vida. Toda obra artística de calado parece tener su origen en el terreno autobiográfico de los recuerdos, las experiencias y las luchas personales. Existe una afinidad inherente entre el mundo y el yo, el pensamiento y la forma, las imágenes y las palabras. Wittgenstein lo reconoció con estas palabras: «El trabajo filosófico —como en muchos aspectos sucede en la arquitectura— consiste, fundamentalmente, en trabajar sobre uno mismo. En la propia comprensión. En la manera de ver las cosas. [...]»

Juhani Pallasmaa (Hämeenlinna, Finlandia, 1936) profesor en Helsinki, ha ejercido la arquitectura desde principios de la década de 1960 y en 1983 fundó Pallasmaa Architects. Además de su trabajo como arquitecto, su actividad profesional se ha desarrollado en los ámbitos de la planificación urbanística y del diseño gráfico, de exposiciones y de productos. Pallasmaa ha publicado cerca de treinta libros y numerosos artículos sobre las filosofías de la arquitectura y del arte en más de treinta idiomas.
 

Ha escrito entre otras obras: Conversaciones con Alvar Aalto (Barcelona, 2010); The Thinking Hand: Embodied and Existencial Wisdom in Architecture (Londres, 2009); Encounters: Architectural Essays (Helsinky, 2005); The Architecture of Image: Existencial Space in Cinema (Helsinki, 2001); Los ojos de la piel: la arquitectura y los sentidos (Barcelona, 2006); y Animales arquitectos (Lanzarote, 2001).


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Una arquitectura de la humildad
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