La nueva parroquia cuenta con dependencias en un edificio anexo. Las plantas de sótano están ocupadas por un parking y un supermercado
Ana Vozmediano | El Diario Vasco, 2008-03-13
Imagen: El Diario Vasco
Es la nueva parroquia de la ciudad, la que el arquitecto Rafael Moneo ha diseñado para Riberas de Loiola y tendrá capacidad para unos 400 feligreses. Situada junto a lo que será el parque Amaiur y promovida por el Obispado, obtendrá licencia de construcción esta misma semana según las previsiones de la junta de gobierno y podrá comenzar a edificarse antes de seis meses. A partir de ese momento, y según reza la concesión del permiso, la empresa que va a levantar el nuevo templo tendrá un plazo de un año para ejecutar las obras. El coste de la licitación asciende a 10,6 millones de euros.
El complejo religioso de Riberas de Loiola contará como elemento central con el edificio propiamente eclesiástico, que tiene una arquitectura en la que se ha buscado la austeridad y la simplicidad en las formas, en un volumen abstracto, cúbico y vertical. No tendrá huecos, solo en lucernario en forma de cruz en la cubierta que hará llegar la luz al espacio interior. Esa cruz será la que identifique esta obra de Moneo.
Las dependencias parroquiales forman un edificio en forma de letra I que deja un patio entre él y la iglesia, cerrado por un zaguán en la cara sur. En la planta baja se sitúan el salón de actos, la zona lúdica y varios despachos agrupados en catorce dependencias polivalentes que pueden convertirse también en espacios para seminarios o aulas. En este inmueble se habilitarán también las cuatro viviendas para el equipo pastoral.
El supermercado
El resto del complejo llama más la atención desde un punto de vista de usos, aunque no de arquitectura. Cuando se explicó el anteproyecto, la intención del Obispado de construir un supermercado en el sótano de un complejo religioso levantó una cierta polémica y más de una reticencia en el seno de la Corporación donostiarra.
En la propia descripción del proyecto presentado en el Ayuntamiento para la solicitud de licencia se explica que estos usos diferentes de los habituales en este tipo de construcciones no se encuentran bajo el edificio del templo, sino bajo esa construcción que va a albergar las depencias parroquiales auxiliares.
El supermercado, calificado como de cuarta categoría, se coloca en la planta de semisótano que se genera entre la principal de las dependencias parroquiales y la del sótano, en el que se encuentra la primera planta del aparcamiento de noventa plazas distribuidas en dos pisos.
El diseño para el nuevo complejo religioso utiliza la topografía del terreno para que el supermercado no quede enterrado como el aparcamiento, que tiene acceso por una rampa desde el paseo de Zorroaga. Y para que cada uso diferenciado tenga su propia entrada. Tanto a la iglesia diseñada por Moneo como a las dependencias parroquiales auxiliares se puede acceder desde la avenida de Barcelona, que es la principal de este nuevo barrio de Riberas, mientras que al supermercado se accede por una cota inferior y desde el parque.
Tanto la topografía, como las condiciones del nuevo barrio resultaban atractivas para el Obispado, que contó casi desde el primer momento con la colaboración de un arquitecto de prestigio como Moneo para encargarse del diseño. Riberas de Loiola combina viviendas libres con diferentes modalidades de pisos de protección oficial, un total de 2026 familias que ya han empezado a habitar en el nuevo barrio y que seguirán llegando en los próximos años.
Su localización, además, está en plena avenida principal y junto al parque de Amaiur, una gran zona verde de plantas blancas en memoria de las víctimas del terrorismo que no comenzará a construirse antes de 2010 porque está pendiente de la cobertura de la trinchera de Renfe.
En el propio proyecto se reconoce que tanto la avenida como el parque son elementos vertebradores de todo el barrio y del Amara colindante, lo que se considera una ventaja, aunque es cierto que se lamenta que no se construya en la zona la estación de autobuses, ya esta cuestión implica algunos cambios vinculados sobre todo con el aparcamiento, que incrementará los costes de las obras, es especial aquellos que están relacionados con el movimiento de tierras.
La parcela es propiedad del Obispado, gracias a una permuta que realizó con el Ayuntamiento a costa de unos terrenos de los que disponía en la zona de Lugaritz y, según el informe técnico, el proyecto se ajusta a la legalidad.
Fuente | El Diario Vasco
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