- Biarritz inaugura un recinto ferial que entra en competencia directa con Ficoba y el Kursaal
- El Hall Iraty ofrece 5.300 m2 cubiertos y dará cabida a congresos de 1.500 participantes
- El gerente de la instalación irundarra resalta la "incapacidad para la cooperación transfronteriza", que está "bajo mínimos"
- Aitor Anuncibay | Donostia | Noticias de Gipuzkoa, 2010-01-28
La apertura de esta instalación, ubicada cerca del aeropuerto biarrota y a menos de 20 minutos de Irun, ha sembrado la inquietud, particularmente, entre los responsables de Ficoba, quienes siempre han subrayado su vocación transfronteriza. De hecho, la Fundación de la instalación guipuzcoana cuenta entre sus miembros con la Cámara de Comercio de Baiona.
El gerente del recinto ferial ubicado en Irun, Iñigo Marquet, destaca a NOTICIAS DE GIPUZKOA que el Hall Iraty es "una muestra más de la dificultad para ordenar el espacio transfronterizo vasco". "La competencia no es nada relevante por ahora, pero, indudablemente, hay algo. Seguro que puede haber algún disgusto en el camino. Además es un papel difícil para la Cámara de Baiona. Le pone en una complicada circunstancia", se lamenta Marquet.
Un ejemplo de esta falta de sintonía y la escasa voluntad de aunar esfuerzos por parte de las autoridades galas es la feria que desde mañana hasta el domingo abre las puertas de Iraty, denominada Eco´vie, dedicada a los productos y servicios ecológicos. Ficoba, en su caso, ya ha organizado seis ediciones de Bioterra, orientada hacia el mismo sector y que se celebra en junio.
"Iraty -cuyo coste ha ascendido a 22 millones de euros- pretende posicionarse como un recinto ferial con vocación de albergar salones y ferias, compitiendo por el mismo mercado que Ficoba. Así lo ha manifestado en numerosas ocasiones su promotor e impulsor, el alcalde de Biarritz, Didier Borotra", afirma Marquet.
Sin respuesta
El gerente de la infraestructura irundarra recuerda que "cuando se constituyó la Fundación Ficoba, en 2003 -año de inauguración del recinto-, para favorecer la entrada de agentes de otros Estados se invitó a la mancomunidad formada por Biarritz, Anglet y Baiona a participar en la misma, aunque nunca hubo respuesta de su presidente -en aquel entonces, el propio Borotra-, ni la más mínima intención. Es una pena",
Marquet no olvida que la única visita del primer edil biarrota a Ficoba se produjo en 2006, acompañado por por el director de Turismo del Gobierno francés, quien también estuvo en el Kursaal de Donostia. "Borotra vino aquí para tomar nota de lo que habíamos hecho y convencer al director turístico galo de que había que hacer algo similar en Biarritz", manifiesta el gerente de Ficoba, que cuenta con once personas en plantilla.
Marquet echa la vista atrás para rememorar la idea originaria para crear Ficoba en 1999. "Cuando se pensó que Irun era el lugar idóneo en Gipuzkoa para ubicar un recinto ferial era porque, entre otras cosas, se pensaba en la centralidad de la Eurociudad Donostia - Baiona, como así figura en el acta del Consejo de Diputados que dio lugar a la Sociedad Pública que construyó Ficoba -constituida a partes iguales por la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Irun-, propietaria del recinto", detalla el responsable del recinto ferial bidasoarra.
Discrepancias
Pero las discrepancias políticas entre el PNV y el PSE provocaron que ese mismo año el Ejecutivo foral se retirase de la sociedad porque los costes de construcción del recinto se incrementaron desde los 6.009.976 de euros inicialmente presupuestados hasta los 10.611.293 alcanzados.
La Diputación mantuvo, no obstante, una subvención de 2.373.940 euros, repartida en tres años, para la ejecución de la obra, aunque dejó al Consistorio irundarra con el 98,9% del accionariado, cuyo porcentaje restante lo completó el Consorcio Transfronterizo, conformado por los ayuntamientos de Hondarribia, Irun y Hendaia. "La situación es delicada. El nacimiento convulso del proyecto aún no se ha superado. La asunción institucional como infraestructura del territorio y del país sigue pendiente, así como su consolidación financiera, lo cual pone en riesgo el trabajo realizado desde 2003, cuando se inauguró. Además, uno de los fundamentos en los que sustentó Ficoba, la cooperación transfronteriza, está bajo mínimos, ahora esa colaboración es muy difícil", resalta Marquet, quien recalca que los seis años del ferial han dibujado "un recorrido dificultoso y desmoralizador".
Pese a las subvenciones anuales que Ficoba recibe del Gobierno Vasco y la Diputación, el gerente cree que los apoyos son "de agradecer aunque resultan insuficientes". "Si sobrevivimos es por nuestro estilo de gestión. A pesar de que somos una institución, intentamos trabajar como una pequeña empresa de servicios. Nuestra dimensión humana y pequeña nos hace mantenernos, pero con más apoyos podríamos desarrollar más las potencialidades", destaca Marquet.
Pese a las dificultades, el gerente de esta instalación destaca que en 2009 han incrementado las ventas un 20% respecto al año anterior, sustentadas en la profesionalidad de su plantilla, capaz de desenvolverse en euskera, francés y castellano.
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