prensa | La reinvención del casco Antiguo de Logroño

La reinvención del Casco Antiguo
Realizan propuestas para un Museo de Arte Sacro en Valbuena y aportan ideas para los solares vacíos del centro histórico
150 estudiantes de Arquitectura de la UPV dedican a Logroño sus proyectos de 4º curso
Miren Boronat | Logroño | El Correo, 2010-01-25
Las ruinas del Convento de Valbuena recibían a finales del pasado año la visita de un nutrido grupo de estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del País Vasco, cuya sede se encuentra en San Sebastián. ¿El motivo? Una primera toma de contacto con el entorno que les habría de servir de inspiración para su primer ejercicio de proyectos de cuarto curso, que planteaba la revitalización de la zona y la integración en ella de un Museo de Arte Sacro. Tras la entrega de este primer trabajo, los ciento cincuenta estudiantes recibirán la propuesta para el segundo ejercicio, centrado en el Casco Antiguo de la capital riojana.

El arquitecto Íñigo Viar, uno de los profesores de Proyectos (Alberto Ustarroz, Juanjo Arrizabalaga, Mario Sangalli, Salaverría y Ula Urretagoiena completan el equipo), argumenta la decisión de situar este año el tema de trabajo en Logroño movidos en parte por el viaje realizado durante el curso anterior para visitar, entre otros ejemplos arquitectónicos, el ayuntamiento de Rafael Moneo y las Bodegas Juan Alcorta, diseñadas por Ignacio Quemada. «Además, hace dos años desarrollamos en el Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja un par de temas relacionados con el doctorado y se han mostrado interesados en nuestra iniciativa de remodelación de espacios en el casco histórico, ofreciéndose a colaborar con nosotros si lo estimábamos necesario», explica.

«Construir sobre las ruinas, mantenerlas... Serán más de un centenar de propuestas teóricas entre las que podremos encontrar, sin duda, algunas muy interesantes. Al tratarse de ejercicios de curso les dejamos hacer planteamientos que en la realidad no siempre serían viables», comenta Viar, «pero el hecho de experimentar, de intentar actuaciones nuevas, diferentes, resulta también muy enriquecedor».

Los estudiantes han tenido que trabajar con las ruinas y plantear un museo de unos tres mil metros cuadrados. La propuesta incluye además un retablo y una serie de piezas de arte sacro, así como el arreglo de todo el entorno del Convento de Valbuena. «Es un programa que a los alumnos les pareció, en principio, muy amplio, pero el lugar es muy interesante y creo que ellos también han recibido esa impresión», considera el arquitecto.

Segunda fase
El próximo día 12 de febrero, esta representación creativa de la UPV volverá a la capital riojana para recorrer los solares vacíos de su casco viejo, espacios que protagonizarán las iniciativas para el segundo ejercicio de los proyectos. «Se trata de una zona muy degradada, como sucede en la gran mayoría de las ciudades», señala el docente.

«En esta segunda mitad del curso vamos a plantear una estrategia conjunta con edificios públicos, otros dedicados al arte, al Camino de Santiago, otros relacionados con el vino, con viviendas para jóvenes... Hay muchísimos solares vacíos y, como son bastantes alumnos, estarán organizados por grupos: cada uno de ellos tendrá que completar todos los solares con diferentes programas», añade.

Viar adelanta que este ejercicio universitario pondrá sobre la mesa muchas ofertas arquitectónicas diferentes. «Mientras un grupo ha podido plantear una bodega vertical en uno de los espacios, otro se decidirá por un edificio de apartamentos... También tenemos presente el festival Actual y la posibilidad de crear un centro destinado a las artes gráficas y audiovisuales. Son muchos los solares y las posibilidades de combinarlos de forma diferente es inmensa».

Muestra posterior
Estos dos trabajos planteados a los alumnos de cuarto curso de la Escuela de Arquitectura de la UPV tendrán, en opinión de l arquitecto Iñigo Viar, una gran capacidad de propuesta. «Unos proyectos serán susceptibles de ser puestos en marcha, otros resultarán inviables, algunos despertarán un indudable interés y otros menos, pero sí nos gustaría que todo este trabajo pudiera tener alguna trascendencia».

Por este motivo, el arquitecto expresa el deseo de que el material resultante pudiera reunirse en una exposición para, de alguna manera, compartir todo ese valor creativo. «En este sentido, hemos hablado con el Ayuntamiento y con el Colegio de Arquitectos. Somos conscientes también de que la puesta en común de estas propuestas puede generar cierto debate y eso siempre resulta interesante».

El planteamiento podría incluir unas seis maquetas de gran formato del casco antiguo logroñés en las que poder ir insertando los edificios. «Las infografías son, por otro lado, el método más empleado ahora para este tipo de trabajos y permiten una gran libertad a la hora de recrear los proyectos».

Viar ve en los jóvenes el motivo principal para revitalizar el casco histórico y hacia sus intereses se dirige la filosofía del trabajo propuesto. «Ellos pueden prescindir de llevar su coche hasta la puerta de casa, pueden ocupar viveros de empresas de actividades diversas, tienen fuertes inquietudes artísticas... No cabe plantear viviendas familiares con garaje y jardín. Hay que buscar otras fórmulas y plantear, incluso, el alquiler, atractivo para quienes quieren residir allí durante unos años», propone.

Unas situaciones ideales que encierran posibilidades
Trabajar desde el punto de vista teórico plantea, en palabras del profesor de la UPV, «una libertad de actuación que en la realidad no siempre pueden materializarse. Estos trabajos, que el otros cursos nos han llevado a lugares diferentes como Jaca o localidades de nuestro entorno más cercano, plantean situaciones ideales que, a la vez, pueden servir de inspiración para el desarrollo de proyectos reales».

El casco antiguo de Logroño, como muchos de los que ocupan el centro de otras ciudades, arrastra herencias estructurales y sociales difíciles de solventar, «pero hay que encontrar la manera. Es cierto que nosotros, desde la Escuela de Arquitectura, trabajamos desde una atalaya, sin restricciones de asociaciones de vecinos ni de nada por el estilo, y en nuestro planteamiento siempre vamos a proponer lo mejor, sin entrar a valorar al detalle lo que resulta posible y lo que no lo es».

Y augura que, «de todo ello, algo quedará». Por otro lado, «la filosofía que inspira nuestros dos ejercicios no resulta tan ajena: lograr atraer a la juventud a esa zona de la ciudad, adecuar lo necesario para la gente mayor y conjugar todo ello con la cultura, el vino y el Camino de Santiago», afirma.

• Planteamiento
• MASLO. Así denominan los 150 alumnos de Arquitectura de la Universidad del País Vasco al Museo de Arte Sacro de Logroño planteado en las ruinas y las inmediaciones del Convento de Valbuena, primero de los ejercicios de los proyectos de cuarto curso cuyo plazo de entrega concluye a finales del próximo mes de febrero.
• Solares vacíos. Los espacios sin edificar que alberga el casco antiguo logroñés son objeto de estudio del segundo ejercicio, con propuestas dirigidas a su revitalización desde diversos ámbitos y con la posibilidad de levantar edificios culturales, públicos, empresariales y dedicados al vino o al Camino de Santiago.
• Exposición. Si bien los proyectos se plantean desde una perspectiva teórica y, por tanto, ideal, la variedad de las propuestas resultará sin duda interesante y puede abrir un enriquecedor debate, según sus promotores.
• Materiales. La exposición incluiría seis maquetas de gran formato en las que insertar los diferentes edificios planteados. Las presentaciones infográficas de los proyectos, empleadas en la actualidad de forma mayoritaria por los alumnos por cuanto permiten una gran libertad creativa, complementarían la muestra.