2010/04/23

prensa | "El tiempo es un material más de nuestra arquitectura"

Fotografía: El Mundo, 2010-04-22  
Casas de autor | Javier Maroto y Álvaro Soto (Solid Arquitectura)
'El tiempo es un material más de nuestra arquitectura'

Hormigón, vídrio y naturaleza se funden en el último proyecto de Solid
Jose F. Leal | El Mundo, 2010-04-23

Cuando la precisión y una atenta preocupación por el entorno se adueñan de las obligaciones cotidianas el trabajo tiende a salir bien, aunque ese entorno, en el caso de un arquitecto, casi siempre implique modificar el medio natural y, por tanto, violar su esencia.

El binomio que componen Javier Maroto y Álvaro Soto funciona bajo esa máxima con trazos filosóficos, pues para ellos el tiempo y el espacio (el paisaje) suman como dos de los materiales más que, si no el en presupuesto, tiene su peso específico en cada proyecto.

Como madrileños y estudiosos de su profesión, desde hace más de dos décadas han sido testigos de la metamorfosis de la capital, 'invivible' en muchos de sus nuevos barrios, en cuyo diseño han prevalecido la "dejadez administrativa" y la irreflexión. "Vete a cualquier extrarradio de Madrid -explica Álvaro Soto- y verás cómo se produce un corte en el modo vida absoluto respecto al centro, cuando en general todos tenemos idealizado el centro de las ciudades". Porque, "por mucho que la calidad de vida dentro de una casa aumente, la ruptura que se produce con el exterior anula el bienestar"

Un rectángulo con troquel

Con ellos, Su Vivienda encuentra, una vez más, la cara amable del hormigón que la pareja de arquitectos usa sin reparo en su último proyecto, un unifamiliar incrustado en una urbanización de nuevo cuño de Las Rozas.

A vista de pájaro, el rectángulo troquelado de su planta simula una pieza de puzzle, pero las contraformas curvas que recortan los laterales no persiguen fines estéticas tanto como facilitar la inserción del jardín (un encinar) dentro de la casa y distribuir lógicamente las estancias de la casa sin necesidad de divisiones interiores.

La casa pretendía respetar todos los aspectos vegetales e incluso añadir árboles. Otro de los inconvenientes era desarrollar una vivienda el plano sobre la pendiente que en su parte más baja alcanza un desnivel de 5 metros, factor que permitió instalar vegetación debajo de la casa y que la luz penetrara a las zonas más escondidas.

Universo hormigón
"El hormigón es como una piedra que construimos nosotros y tiene ese punto de fuerza y de resistencia que nos gustaba para este proyecto", aclara Javier Maroto. "Su carácter monolítico y su condición de cerramiento y por tanto elemento estructural, nos permitía liberar la casa de otros condicionantes como la estructura".

Gran parte de la fachada se prefabricó mediante un proceso artesanal que se realizó en el suelo, junto a la propia vivienda.

Además, "el carácter monocromático (gris) de la casa era una de las premisas, porque desde lo visual queríamos que adquiriese un valor uniforme, que contrastase poco y que fuera difuso", explica, con el fin de cederle protagonismo al jardín que crece a su alrededor.

El vidrio es el otro material predominante en una casa sin ladrillos. Bien como venta o como elemento reflectanete, blanquecino o verdoso en función de cómo incide la luz, en cualquier caso permite que "desde un mismo lugar se pueda ver casi toda la casa". Además, "funcionan como una especie de reloj de sol, pues se produce un tallado a través de la luz que provoca una sensación desde el interior muy vinculada al paso del tiempo y del día, que otorga un ritmo espacial a los espacio de la casa", concluye Maroto.

A veces el vidrio es una simple placa sobre el mismo hormigón, "el recorte entonces se convierte en un espacio reflectante que genera una reverberación de luz sobre otras ventanas de la casa", explica Maroto.

A pesar del uso y abuso de ambos materiales, ambos arquitectos insisten en señalar que "no tenemos un material predilecto". "Investigamos mucho y en este caso, fue una investigación sobre la prefabricación in situ, la mezcla del hormigón con la naturaleza y sobre el recorte del vidrio", afirma Soto.

Buscamos emplear un material muy pesado intentando darle mucha ligereza. Algo difícil de conseguir sin el benepácito del cliente que, en esta ocasión, ha sido cómplice absoluto de los experimentos de los socios de Solid.
  • En datos
  • Javier Maroto y Álvaro Soto
  • Madrid (1958 ambos), arquitectos por la Escuela de Arquitectura de Madrid (ETSAM), donde ejercen como profesores. Están asociados desde 1992
  • Estudio: Solid Arquitectura (2001)
  • A caballo entre la arquitectura, el paisajismo y el urbanismo. Atesoran más de 50 premios nacionales e internacionales, entre ellos los de Arquitectura y Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid y del Col. de Arquitectos de Madrid, así como el premio F.A.D. de diseño.
  • Autores de la sede de la productora El Deseo, el Museo de Arte Ibérico de Jaén y el mercado de Villajoyosa, así como numerosas viviendas particulares.
  • El edificio: Casa BJ (Molino de la Hoz, Las Rozas -Madrid-, 2005-2009)
  • Unifamiliar con 585.35 m2 construidos de planta rectangular troquelada por dos laterales. Hormigón prefabricado in situ y vidrio como principales materiales. Presupuesto: 1 millón de euros
  • Colaboran: Mª Luisa Calvo, Guillermo Gª Badell, Elisa Rodríguez, Beatriz Lombao (paisajismo) y Pedro Solana (aparejador)
Fuente | El Mundo

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