Fotografía: El Diario Vasco, 2010-05-14
A Arquitectura le salen grietasDecenas de alumnos protestan en la facultad de Donostia contra la evaluación de proyectos de fin de carrera
Lide Aguirre | El Diario Vasco, 2010-05-14
Los ánimos entre los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Donostia estaban ayer bastante caldeados. Al menos, los de los cerca de doscientos estudiantes que se reunieron en la facultad para protestar por el tratamiento que, a su juicio, reciben los proyectos de fin de carrera, la guinda de sus estudios y fruto de alrededor de año y medio de intenso trabajo.
Durante la protesta, seis alumnos expusieron los trabajos que habían realizado. Lo hicieron en oposición a la decisión del Tribunal académico que los evalúa y que este año decidió, «en contra de la práctica habitual», que no se exhibiría ninguno de los proyectos al no ser «lo suficientemente didácticos para pasar dicha correción pública», según una nota emitida por el propio órgano universitario y pese al «interés de los alumnos», aclaran ellos, «que por esta vía pueden aprender del trabajo de los demás».
En todo caso, ésta sólo es una anécdota dentro de la lista de desencuentros de parte del alumnado con el nuevo sistema que regula los proyectos de fin de carrera desde 2007. Entonces se modificó la forma de seguimiento y calificación de los trabajos finales. Así, se sustituyeron los seis tribunales que se repartían para evaluar los alrededor de 150 proyectos, por uno único que garantizara la uniformidad en el criterio de evaluación.
Pero no salió bien, según la asamblea de estudiantes, que representa a decenas de alumnos y que ha denunciado al Vicerrectorado del Campus que el Tribunal carece de tiempo suficiente para valorar exhaustivamente los proyectos. El número de trabajos que se presentan, el tiempo de que disponen y el número de integrantes que compone el Tribunal (7) arroja una media de pocos minutos por cada trabajo en «claro contraste con la envergadura del material que acarrea cada proyecto», denuncian los alumnos. Además, explican que se han reducido las presentaciones y defensas de trabajos y que existe «desigualdad en el tratamiento al haber miembros del tribunal que no dominan el euskera, pese a que el 50% de los proyectos están realizados en esta lengua».
Pero quizá uno de los puntos que más les «preocupa» es la figura de los tutores -encargados del seguimiento de los trabajos y, por tanto, «los mejores conocedores del mismo»-, por su falta de opinión en el Tribunal y la «indefinición de sus funciones, que provoca en muchos casos que dejen de ejercer con el consiguiente desamparo de los alumnos». Consultada por este periódico, la UPV no quiso pronunciarse al respecto.
Fuente | El Diario Vasco
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