2010/06/15

hemeroteka | Tolosa, ciudad del graffiti

Imagen: GKO
Tolosa, ciudad del graffiti
La séptima edición sustituirá la muestra de graffiti por un concurso. El concurso se desarrollará durante el fin de semana previo a San Juan y se espera una mayor participación femenina. «Gracias a las paredes libres para pintar, Tolosa se está convirtiendo en referencia del graffiti»
Ainhoa Calleja | El Diario Vasco, 2010-06-15

Después de seis años organizando una exhibición de graffiti dentro del programa de fiestas de San Juan, la galería de arte GKo, en colaboración con el Departamento de Juventud del Ayuntamiento, ha decidido que ha llegado el momento de dar un paso más en esta séptima edición y organizar el primer concurso de graffiti de Tolosa. El buen nivel está suficientemente demostrado y el concurso permitirá una mayor participación.

Otra novedad importante que se presenta este año es el aumento de la participación femenina. «En la exposición solíamos contar con la presencia de una sola chica, pero para el concurso, de momento se han inscrito seis mujeres», indicaba Ibai, uno de los organizadores. Este nuevo formato, menos limitado por el presupuesto, permite asimismo la participación de más personas y por el momento se han contabilizado 25.

Los graffiteros proceden en su mayor parte de Euskal Herria, pero también participarán personas de otras procedencias. De momento, se sabe que tomarán parte 3 concursantes de Tolosaldea, algunos de Beasain, Donostia, Irun, etc.

Concurso sobre pared
El concurso ya no se desarrollará sobre los murales dispuestos en el Triángulo como en años anteriores, sino que se emplearán 13 paredes de Tolosa que cuenten con permiso para ello. Está previsto que los murales se realicen en el Beotibar, en Iurre, Berazubi, plaza de toros, apeadero, el juzgado, el Gerontológico, San Esteban, Avenida de Araba y Amaroz (Iruña etorbidea). En este sentido, indicaba uno de los organizadores, «Tolosa se está convirtiendo en lugar de referencia por la cantidad de paredes libres que posee para el graffiti».

El concurso comenzará el día 18 de junio y se prolongará hasta el 19. El día 18 viernes, los participantes tendrán tiempo para realizar sus murales de 16.00 a 21.00h de la noche y continuarán con su labor el día 19 desde la mañana hasta las 18.00h de la tarde. Una hora después, tendrá lugar la entrega de premios, aún por decidir si en el Triángulo o en plaza Zaharra, y para finalizar se inaugurará a las 20.00h, en la galería de arte GKo, la exposición de Píxel Pancho, uno de los participantes del concurso.

Este año, principalmente por limitaciones de presupuesto, no habrá una exhibición de skate como en las anteriores ediciones. A este respecto, Nerea Cereceda, técnica de Juventud, expresó que la idea no es dejar el skate de lado, sino encontrar la manera de crear en Tolosa algo fijo para los aficionados.

Fuente | El Diario Vasco

Los 'escritores' de las calles
El 'street art', con toda su controvertida ilegalidad, cobra fuerza en Gipuzkoa
Enrique Mingo | El Diario Vasco, 2010-06-12

Cuando el joven neoyorkino Demetrius a sus 17 años inundó, a finales de los 60, el metro de su ciudad con su firma, 'Taki 183' -en referencia a su diminutivo y el número de su calle-, jamás podría imaginar que aquella ocurrente y controvertida manera de darse a conocer iba a ser el origen de un movimiento cultural, el 'street art' (arte urbano), que se expandería como la polvora por todos los rincones del planeta y que hoy reúne a las vanguardias de diversas disciplinas.

Hay una motivación principal, «quizá un poco egocéntrica», para que los chavales de doce y trece años comiencen a 'takear' (firmar) las calles «cuyo objetivo es que su sobrenombre llegue a todos los sitios», reconoce Garikoitz -graffitero de la vieja escuela que hoy, además de seguir 'escribiendo' paredes, regenta la galería GKo de Tolosa «dedicada exclusivamente al arte urbano»-. Por eso «el mayor número de firmas, junto con los lugares más complicados o curiosos, es lo que da valor a esos trabajos y a ese personaje. Todo el mundo ha de saber que has estado ahí pero no deben saber que ese eres tú, ahí está la clave», asegura Garikoitz. «Lo más auténtico es que nadie sepa, excepto tu 'crew' (cuadrilla), quien realiza esas firmas».

Pero ¿por qué un chaval de doce años puede querer llevarse un susto con la policía o exponerse a ser multado por 'takear' una pared pública? «Me parecía muy curioso eso de las letras en las paredes», dice 'Star' (no revela su nombre de pila porque «no quiero tener líos»), quien, a pesar de no tener los trece años cumplidos, lleva más de un año dejando su 'tagg' (firma) por Martutene, Astigarraga e Intxaurrondo. «No sólo era que me gustaba dibujar. También era porque tenía amigos en el cole a los que nos gustaba lo mismo: el hip hop, este tipo de ropa... aunque usamos más la bici que el skate», puntualiza.

'Star', que pertenece a una 'crew' de «unos diez chavales» llamada 'AFK' comenta que, más que miedo, cuando salimos a pintar siempre tenemos que estar dispuestos a «salir corriendo», y eso que «no nos sobramos tanto como el 'polilla', que está en todas partes».

De 'takeador' a artista
«La constancia y las ganas de mejorar» son, según Garikoitz, lo que hace que un chaval pase de 'takear' su nombre en las paredes a ser un valorado y remunerado artista. Además, «hay demanda» de este tipo de arte y, con algunos nombres, «muy bien cotizada», asegura el responsable de la galería GKo, una de las primeras de Gipuzkoa junto con la donostiarra Parafernalia. «En estos diez últimos años podemos decir que el graffiti ha evolucionado tanto que, sin duda hay que hablar de un género artístico a nivel mundial hasta tal punto que ahora ese 'arte de la calle' hace el recorrido inverso: se lleva a un lienzo y se mete en una galería».

Y es que, si el graffiti se hubiese quedado en la simple firma, rápida y nerviosa de un adolescente, probablemente estaríamos hablando de gamberrismo y no de arte urbano. Lo cierto es que de ese primer 'tagg', el graffitero evoluciona hacia los 'throw ups' o 'potas', que son esas letras huecas o en 3D que poco a poco van adquiriendo diferentes efectos como son las sombras, los 'border lines', los recorte o los 'power lines'. Después hay quien incorpora retratos o dibujos y quien, en esta fase, evoluciona a diferentes estilos, unos más figurativos y otros más abstractos. «Lo que se busca es la belleza y, de alguna manera, ya estamos hablando de arte», asegura Garikoitz.

Beasain, templo del realismo

Beasain es, junto con Tolosa, una de las localidades donde más aceptación ciudadana y municipal ha tenido el graffiti. Sus paredes se reparten entre dos de los artistas de calle más reconocidos de Gipuzkoa: 'Xtrem' y 'Dizebi'. «Marcan el punto clave del hiperrealismo», dice Garikoitz. «Tanto 'Xtrem' como 'Dizebi' lo que hicieron fue reproducir rostros de personajes de una manera muy realista y eso es muy difícil, por eso hoy todos hablan de los trabajos de Beasain».

'Xtrem', que no tiene reparo en revelar su nombre -Xabier-, dice que lleva diez años 'escribiendo' en la calle, «desde los trece o catorce», y desde hace uno se dedica «en exclusiva» a pintar, tanto en estudio como en los muros. «No pertenezco a ninguna 'crew' ni tampoco llevo la estética típica del rapero ni muchas otras cosas tópicas del graffitero», dice el joven de Beasain, quien asegura que, tras muchos años cambiando de colegas de spray, ahora va «por libre».

Xabier comenzó «como todos», 'takeando' su sobrenombre: 'Xtrem'. «Para pintar tenías que ponerte un apodo, esa era la regla. Pero yo siempre he mantenido el reto de hacer trabajos estéticamente más complicados, con más color, integrando diferentes cosas... más artísticos». De las letras pasó a los dibujos, a la figuración, al hiperrealismo y ahora ya no emplea fotografías sino que dibuja sus propios temas. «He tenido etapas de trabajos muy minuciosos, con muchos detalles, pero ahora he vuelto a una obra más expresiva, más colorista, sobre paredes más grandes».

Aunque de pequeño estudió algo de dibujo, la formación artística de 'Xtrem' es autodidacta y está convencido que «a colorear» ha aprendido en la calle. «Desde hace un año, tan sólo me dedico a pintar. Hago exposiciones y realizo todos los encargos que me salen. Por supuesto, le cobro más a quien más tiene».

'Xtrem' dice que todo lo aprendido en la calle lo ha pasado al trabajo de estudio y al revés. «Al final todo se complementa. Cuando comencé utilizaba el spray y hoy todavía sigo usándolo, aunque para el estudio cada vez utilizo más el acrílico y también he comenzado a trabajar con la madera en obras que son medio escultóricas».

Dejar un rastro humano
«Para mí ahora es tan necesario pintar en la calle como en el estudio. Todos los artistas deberían salir a pintar o a hacer su música o lo que fuese», aconseja 'Xtrem', para quien el simple hecho de «estar en la calle» ya es algo recomendable. «Nuestras calles se están convirtiendo en un sitio de transito, frío, sin contacto humano... y creo que deberían de ser un espacio para vivir. Nos cerramos en nuestro mundo y nos olvidamos de que los espacios comunes son para eso, para vivirlos en comunidad», reflexiona. «Eso es lo que me gusta de lo que hago: dar vida a la calle, dejar un rastro humano».

Aunque 'Xtrem' no niega que también pudo haber «un punto de vanidad» cuando comenzó a pintar su firma, ahora reconoce que le gusta pintar en lugares tranquilos, sin mucha gente, «para poder yo también estar tranquilo a lo mío», y está contento con lo que está ocurriendo en Beasain, donde «la gente cada vez aprecia y valora más el graffiti», aunque éste pueda ser ilegal.

«Que sea legal o no es algo a lo que no doy importancia puesto que no puedo interferir en ello», dice, «más importancia doy al hecho de que la gente que me rodea valore cada vez más estos trabajos. Al principio Besain tampoco fue así, se que no tiene que ser nada fácil pintar en Donosti pudiéndote caer 3.000 euros de multa, pero hay que hacerlo». Tienes que 'takear' tu barrio y vivir la calle para estar en este mundo. «Ese riesgo tienes que correrlo», corrobora Garikoitz.

Códigos, territorialidad y anonimato
El universo graffiti se mueve con códigos «que no están escritos pero que todo el que está inmerso entiende». Por ejemplo, no se puede 'pisar' (pintar por encima) las piezas de otros. «Si lo haces entras en conflicto y ya estamos hablamos de territorialidad», dice Garikoitz quien afirma que «en Gipuzkoa» hay diferentes territorios como Goiherrialdea, Donostialdea, Tolosaldea... «Cada territorio tiene sus 'crews' y cada 'crew' tiene su barrio o zona». El hecho de que esta actividad sea ilegal, y que ciertos ayuntamientos hayan endurecido el castigo para sus responsables, hace que haya un gran secretismo alrededor de la identidad de los 'escritores'. «Las multas son muy altas y nadie quiere arriesgarse».

Además, Garikoitz cuenta cómo la historia del graffiti en Donostia tuvo una etapa inicial muy perseguida «que ha marcado» la actual actitud de los graffiteros. A principios de los 90, cuando comenzaban a verse las primeras obras interesantes en Donostia, «yo solía escribir con mi sobrenombre, 'Gari' y compartía muros con 'Icex', que estuvo detenido, tuvo juicio, y hubo un gran revuelo porque se dice que fue tratado bastante mal por la policía... Incluso corría el rumor de que uno que firmaba como 'Saxo' era un poli infiltrado. Tambien se hablaba del primer departamento anti graffitis en Donostia y bueno, sin duda aquello marcó mucho para llevar esta actividad en el mayor anonimato posible».

Fuente | El Diario Vasco

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