2010/08/03

hemeroteka | Mangado: "El Museo lucirá como un diamante"

Imagen: La Nueva España
Mangado: «El Museo lucirá como un diamante»
El arquitecto autor del proyecto del Bellas Artes visitó ayer las obras, en las que ya se perfilan las amplias salas de la reforma
P. Rubiera | La Nueva España, 2010-08-03

La estructura de la ampliación del Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo, ya está casi finalizada. Un recorrido por las dos plantas de sótano, la planta baja, en la que se ubicará la recepción, y los dos pisos superiores y bajo cubierta, permite visualizar que el nuevo edificio del Museo de Asturias dispondrá de amplios y altos espacios, tanto para salas de exposición como para almacenar las obras. Patxi Mangado, arquitecto autor del proyecto, afirma sentirse «feliz» con el desarrollo de los trabajos. «Va a ser un edificio muy hermoso y cuando se vea la segunda fachada será como un diamante metido en la tradición histórica. Estará la Catedral, que es una piedra preciosa esculpida, y el Museo, que con la luz tenue asturiana lucirá realmente como un diamante», afirma.

«En esa pared irá el retablo completo del maestro Palanquinos», explica mientras muestra la planta baja, de una altura de 18 metros, en la que también se exhibirán mediante una pasarela los restos arqueológicos hallados durante la excavación. Una de las salas comunicará con el salón de actos, con lo que este espacio tendrá dos entradas, por las calles Rúa y Santa Ana. Varias pasarelas en diferentes plantas comunicarán el Palacio de Velarde, edificio histórico del museo, con el nuevo. El proceso de ampliación ha sido complejo y ha habido que sortear numerosas dificultades. Patxi Mangado califica con un diez el trabajo de la empresa constructora, la asturiana Sedes. «No he tenido nunca una constructora que haya afrontado mejor las obras, trabaja muy bien y de manera dialogante, y ésta no es una obra fácil. El solar está muy constreñido y además en el casco antiguo de la ciudad, lo que aumenta la dificultad; la excavación de los sótanos en roca ha sido casi una proeza», subraya.

La obra va en plazo. Eso quiere decir que estará finalizada avanzado el año 2011. Finalmente habrá dos montacargas y dos ascensores. El presupuesto ronda los 18 millones de euros y ayer estaban trabajando en el solar treinta y cinco operarios. A finales de año estarán acabados todos los techos. Mangado confía en que antes de terminar esta fase se inicie la segunda, que afecta al edificio de servicios, ubicado junto al Palacio de Velarde. Ambos irán unidos por una pasarela de vidrio que será translúcido en una parte y se volverá transparente cuando el paisaje sean las vistas a la Catedral. «Me siento como pez en el agua, la fase de dirección de obra es una de las cosas que más me gusta de mi trabajo. Estoy muy esperanzado, el Museo me está empezando a dar alegrías», señala.

Además de la singularidad de la fachada, el diseño de Patxi Mangado tiene otras peculiaridades que le distinguen. El patio, al que dan todas las salas y que estará coronado por una luminaria, es una de ellas. Mangado recuerda que el Palacio de Velarde, del arquitecto Manuel Reguera, sede principal e histórica del Museo, también es un edificio concebido alrededor de un patio. Otra de las características serán los techos más altos, ya en la planta bajo cubierta, que estarán inclinados. Las cubiertas irán hacia arriba, como buscando los lucernarios, imitando la estructura gótica. La calle se verá siempre desde la escalera. En cuanto a los espacios, Mangado dice que serán «hermosos, potentes, con luz, pero neutros, para que destaquen los verdaderos protagonistas, los cuadros».

Dice haberse inspirado «un poco» en el Centro de Arte Británico de la Universidad de Yale, de Luis Isadore Kahn, institución en la que Patxi Mangado impartió clases. «Es un edificio que me ha hecho reflexionar mucho», subraya. Este año, el arquitecto combinará la docencia en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra con la de Lausanne, en Suiza.

Además del proyecto del Museo de Bellas Artes de Asturias, Mangado tiene otras tres obras públicas de importancia en España: los palacios de congresos de Palma de Mallorca y Palencia y un auditorio en Alicante. El próximo sábado viajará a Pekín para firmar un contrato para construir una torre de oficinas y construye otra en Buenos Aires. Del proyecto de las torres de San Lázaro, en Oviedo, no sabe nada. «Todo está muy parado. La crisis en la arquitectura es importante. En este momento parece que comienza a moverse un poco la obra privada, pero la pública está totalmente paralizada», señala.

Fuente | La Nueva España

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