2010/08/24

Hemeroteka | Oviedo: El edificio del Sespa y "El Termómetro", dos joyas que vuelven a lucir

Imagen: La Nueva España
Dos joyas que vuelven a lucir
El edificio del Sespa exhibe ya su nueva imagen tras la rehabilitación y «El Termómetro» muestra una parte de su fachada libre de andamios
A. Fernández | La Nueva España, 2010-08-24

Dos de los edificios más emblemáticos del racionalismo ovetense, «El Termómetro» y el que alberga los servicios centrales del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), más conocido como el edificio del Insalud, acondicionan sus fachadas para mostrar la mejor de sus caras.

El inmueble del Sespa, situado en la Plaza del Carbayón y diseñado por Joaquín Vaquero Palacios, ya presume de su nuevo aspecto. La rehabilitación, aprobada en julio del año pasado, supuso una inversión de 470.665 euros para el Gobierno regional. El paso del tiempo había dado un color negruzco a la fachada, que hoy luce totalmente descubierta, tras pasar varios meses tapada por los andamios.

El edificio, que se divide entre viviendas y sede social, comenzó a construirse en 1934, pero la Guerra Civil retrasó las obras, que finalizaron en los años cuarenta.

En sus oficinas albergó el Instituto Nacional de Previsión durante los años sesenta. Más tarde pasaría a ser la sede del Instituto Nacional de la Salud. El edificio, referente arquitectónico de la ciudad, está catalogado en el Docomomo Ibérico, fundación dedicada a la documentación y a la conservación del movimiento moderno en España y Portugal, destinada para su conservación y protección-

Sobre una de sus puertas, tres relieves en bronce, colocadas en columna y obra de Faustino Goico-Aguirre, representan la vida del trabajador en aquellos años. La rehabilitación los ha conservado en su totalidad.

Mientras tanto, «El Termómetro», el edificio del número 21 de la calle San Francisco esquina con Fruela, sigue oculto en una de sus fachadas tras los andamios. Encima de la tela de protección, un gran cartel aprovecha para promocionar la candidatura de la ciudad a capital europea de la cultura. El presupuesto total de ejecución suma 772.000 euros.

El inmueble, obra de Vidal Saiz Heres, fue uno de los primeros «rascacielos» de Oviedo. Proyectado en mayo de 1936 para sustituir al antiguo hotel Inglés, en ruina tras un incendio en la Revolución del 34, retrasó su construcción por el inicio de la Guerra Civil. Al final, «El Termómetro» consiguió la licencia de su obra tras una polémica sobre si sería adecuado para la sintonía arquitectónica de la ciudad de entonces. Según la «Guía de arquitectura y urbanismo de la ciudad de Oviedo», editada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, el inmueble «enfatiza su altura, de nueve plantas, por la esbeltez y la subrayada composición vertical de la esquina». La obra también está documentada en el Docomomo Ibérico y se une al Catálogo de Edificios y Elementos de Oviedo.

Imagen: La Nueva España
Los arquitectos ovetenses insignes del racionalismo español
Convertidos en referentes ovetenses, el edificio del Sespa y «El Termómetro» están diseñados por insignes arquitectos asturianos del racionalismo del siglo XX.

El ovetense Joaquín Vaquero Palacios, autor del edificio del Sespa, nació en 1900. Pero pronto se desplazó a Madrid, donde estudió Arquitectura, y a partir de entonces sus viajes a la capital española fueron constantes. El arquitecto era hijo de Narciso Vaquero, el creador del alumbrado eléctrico ovetense. Además, Vaquero Palacios fue director de la Academia Española de Bellas Artes, miembro de la Academia de San Fernando y de la Nacional de Roma, a la cual también perteneció Velázquez, Picasso, Gaudí y Dalí. Murió casi centenario en 1998.

Estuvo casado con Rosa Turcios, una de las hijas de la única hermana de Rubén Darío. Fruto del matrimonio, nació Joaquín Vaquero Turcios. El pintor, escultor y arquitecto, fallecido en marzo de este año, dedicó su vida al arte y colaboró en varias obras con su padre.

En el mismo inmueble, los relieves de bronce fueron obra de Francisco Goico-Aguirre. El escultor y pintor ovetense nació en 1906, aunque sus apellidos delatan su ascendencia vasca. Fallecido en 1987, vivió en Madrid, donde consiguió cosechar numerosos éxitos con sus exposiciones. En sus últimos años se dedicó por entero a la pintura.

Por otro lado, el arquitecto Vidal Saiz Heres fue el encargado de diseñar «El Termómetro». Su obra está inspirada en el edificio Capitol de Madrid, ya que siempre estuvo muy vinculado con los ambientes culturales de la capital española.

El inmueble, que aún no está rehabilitado en su totalidad, ya cuenta con una de sus fachadas descubierta, en la que se pueden ver algunos de los cambios. Así, el edificio albergará siete oficinas y tres viviendas, según el proyecto del estudio de arquitectura de Borja Bordiu. Con una superficie total de 1.845 metros cuadrados, este referente de la ciudad adoptó el nombre de «El Termómetro» por la columna de cristal en su fachada. Las obras de su rehabilitación comenzaron en octubre del año pasado. Pronto lucirá su nueva «cara». 

Fuente
Dos joyas que vuelven a lucir
El edificio del Sespa exhibe ya su nueva imagen tras la rehabilitación y «El Termómetro» muestra una parte de su fachada libre de andamios
A. Fernández | La Nueva España, 2010-08-24

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