Manuel Delgado | Antropólogo | «Han convertido las ciudades en centros comerciales»
Criticó en Cristina Enea que se piense más cómo facilitar a los coches llegar al centro que en hacer de la calle un espacio de disfrute público
Aingeru Munguía | El Diario Vasco, 2010-09-22
El antropólogo Manuel Delgado (Barcelona 1956) pronunció ayer una conferencia en Cristina Enea sobre la «sociedad de la acera», dentro de la Semana de la Movilidad Sostenible. Entre crítico y provocador, lanzó el siguiente mensaje: «Las instituciones han convertido las ciudades en un centro comercial y a los ciudadanos en clientes».
–El peatón tiene cada vez más protagonismo en el Urbanismo...
–Que va... de qué. Se dice que la calle es de todos, pero hoy en día la calle es de los coches, no nos engañemos. Estas retóricas de la peatonalización, la bicicleta y el transporte público se hacen una vez al año, pero el resto del tiempo se ocupan de hacer aparcamientos.
–En Donosti la aceras son cada vez más anchas, las calzadas pierden carriles...
–Pero eso, para qué. Los centros urbanos se han convertido en centros comerciales. Las políticas de peatonalización son básicamente políticas para estimular el consumo, porque están asociadas a la reconversión del centro urbano en un gran centro comercial. Peatonalizan en tanto en cuanto quieren que ese centro urbano se convierta en un centro comercial, y además privatizado. Se hacen espacios para comprar. La calle hoy solo se concibe para consumir o para ir y venir del trabajo. Para cualquier otra cosa es vista siempre con desconfianza. Es una fuente de problemas para las instituciones. Si la gente se junta ya hay un problema y en seguida te dicen ‘circulen’. Las instituciones sólo quieren que pasen cosas en las sedes –escuela, casa, Universidad, la oficina–, pero no en la calle. Las instituciones quisieran ver convertida la calle en un hueco entre edificaciones cuya única función es comunicar las sedes.
–Desde el punto de vista de la movilidad, tanto en Barcelona como en San Sebastián se ha fomentado el uso de la bici, ¿hay un nuevo conflicto peatones-bicicletas, donde antes lo hubo con los coches?
–El peatón siempre sale a perder porque es el más vulnerable. Pero vuelvo a insistir. No sé si usted es consciente de lo que hoy es una ciudad: Es un producto comercial. Tú no puedes vender una ciudad como Barcelona o como Donosti llena de coches. Debes vender una ciudad amable, donde lo que hay es ciudadanos amables. Ese espectáculo de la ciudad con ciclistas se adecua a una ciudad-producto que debe cumplir determinados parámetros. Mientras se invita a pasear y a andar en bici a los ciudadanos en el centro, se abren en canal barrios periféricos y se llenan de grandes tramas de carreteras que destruyen la vida urbana, todo para que la gente llegue pronto y aparque en el centro. Así, la promoción de la bicicleta se hace compatible con la llegada de esos ‘tanques’ que son los 4x4 a los aparcamientos del centro de la ciudad.
–¿Cómo debe ser el transporte público del futuro?
–Yo me conformaría con que fuera eso, público, que fuera realmente un servicio a disposición de los usuarios. Las instituciones ya no consideran a los ciudadanos usuarios del transporte público sino como clientes. Son empresas que buscan el beneficio. El ideal es que el transporte fuera totalmente gratuito. Me escandaliza tener que pagar el Metro y tener en cuenta que una cuarta parte sea para pagar a los vigilantes que controlan a los que no pagan... Si fuera realmente un transporte público debería ser gratuito. Como ve no soy una persona muy moderada.
Fuente | El Diario Vasco
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