2010/10/24

hemeroteka | Irun pierde su visera

Imagen: El Diario Vasco
Irun pierde su tejavana
La singular Visera, imagen del centro ciudad durante 70 años, desaparecerá en unos meses. Un origen posbélico, una dilatada historia y el contacto con miles de irundarras adornan este edificio
Iñigo Morondo | El Diario Vasco, 2010-10-24

Apenas unos meses le quedan a la Visera, que será derribada a comienzos de 2011. Criticada por muchos, alabada por otros, más que valor arquitectónico, posee el encanto de un diseño muy particular que, por su céntrica ubicación, ha sido una constante en la vida de varias generaciones de irundarras.

En "Gipuzkoa: guía de arquitectura 1850-1960", (Ed. Nerea, 2004), Luis Astrain apunta a que pudo diseñarse como estación de autobuses y atribuye a las necesidades de la época que se usara para la venta de alimentos. Guiado por el Racionalismo arquitectónico predominante en la época, fue seguramente el primer intento de hito constructivo de la posguerra. Para Astrain, quedó desvirtuado por la ausencia, en el elemento superior, de «las banderas, los emblemas y el reloj, que inicialmente se iban a comportar como reclamos para llamar la atención».

A lo largo de siete décadas, los negocios se fueron diversificando y en estos últimos años bacalao, juguetes y ropa, especialmente la infantil, han ocupado los locales. Incluso el Real Unión se ubicó allí para ofrecer a sus socios y aficionados un espacio céntrico de contacto con el club. Durante años, la Visera sirvió también a esa supuesta intención con que fue diseñada por el entonces arquitecto municipal, José Iribarren. Autobuses urbanos, de línea, de colegios, de empresas... solían encontrar en el voladizo de la Visera un lugar ideal para establecer una parada céntrica y viariamente bien conectada desde el este, el oeste, el norte y el sur de la ciudad.

El proyecto de 1938
La Guerra Civil dejó en Irun 152 edificios derruidos. Para tratar de devolverlo a la normalidad en el plazo más breve posible, el entonces alcalde, José Ramón Aguirreche, creo una Comisión para reconstruir la ciudad. Estaban, entre otros, el arquitecto municipal, José Iribarren; su hermano y autor del proyecto del aeropuerto, Ramón Iribarren, y el ingeniero que diseñó la nueva red de agua, René Petit, más conocido actualmente por su aportación deportiva en el Real Unión durante las décadas anteriores.

En 1938 se redactó el Proyecto de Reconstrucción de la Ciudad de Irun, documento que se aprobó definitivamente en 1941. Era un plan ambicioso pero muchas de las obras, la mayoría de las que se preveían, no llegaron a realizarse. Sin embargo, en ese plan se contemplaba algo que no era reconstrucción, sino derribo. José Iribarren, redactor del proyecto, admitía que podía objetarse «un contrasentido, en una población casi destruida, querer derribar algunas de las casas que quedan en pie». Se refería a las manzanas que, entre el Ayuntamiento y el paseo Colón, habían sobrevivido a la quema de la ciudad. Iribarren preveía una «perspectiva espléndida del nuevo paseo Colón, presentando como digno remate, la plaza de San Juan con el Ayuntamiento al fondo». Estimaba «de todo punto censurable que se acometiese la reconstrucción pensando en un Irun más bello y mejor urbanizado y se dejase de lado esta necesidad».

Con el tiempo, tras levantar las primeras casas referidas por el plan en las calles Fueros, Iglesia y Leon Iruretagoyena y con la idea de trasladar el Mercado de Abastos a República Argentina , se acometieron los derribos de las viviendas y edificios públicos que interrumpían la visual San Juan-Colón. Finalmente, la ordenación, con la Visera como elemento central, acabó por asemejarse muchísimo a las plazas Jenaro Etxeandia y San Juan que hemos conocido hasta el comienzo de las actuales obras.

Sustituida por un auditorio
A finales de 2005, tres proyectos seleccionados previamente se sometieron a votación popular para determinar una nueva ordenación del entorno de San Juan. El estudio del arquitecto donostiarra Luis Uzcanga fue el ganador. En su maqueta, el lugar de la Visera lo ocupaba un edificio con forma de óvalo.
Será el nuevo auditorio de la ciudad y ofrecerá espacios complementarios a los usos culturales y de biblioteca que se instalarán en el subsuelo, bajo la plaza. «No queríamos que este edificio fuese tan alto que ocultara otros importantes, como el Ayuntamiento o el Palacio Arbelaitz, así que crece bastante hacia abajo», llegaba a explicar el propio Uzcanga al poco de que empezaran las obras.

Aunque no se han revelado aún muchos detalles sobre este futuro espacio cultural, poco tendrá que ver aquello con lo de ahora. La construcción del nuevo edificio no está prevista en los trabajos actuales, sino en una fase posterior, pero el derribo de la Visera sí hay que acometerlo para poder completar toda esa parte del proyecto que quedara por debajo de las aceras.
  • La Visera 
  • Autor: José Iribarren, arquitecto municipal de Irun en la posguerra. 
  • Fechas: El proyecto se redactó en 1937, se aprobó en 1941 y se terminó de construir en 1943.
  • Historia: Se cree que se proyectó como estación de autobuses, pero la crítica situación de posguerra exigió ubicar tiendas de alimentación. En 70 años, la Visera ha albergado infinidad de comercios. Su voladizo ha servido de marquesina para autobuses urbanos, servicios de línea y discrecionales, y como lugar de cita para generaciones de irundarras. Su techo se ha aprovechado como aparcamiento; salvo en fiestas, cuando era ocupado por barracas. 
Fuente | El Diario Vasco

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