Imagen: El Diario Vasco
Los arquitectos temen que Donostia pierda su encanto 1960 Un destacado grupo advirtió al alcalde de que los desmanes podían dejar 'desfigurada' la ciudad. La proliferación de levantes «va a dar al traste con la gracia y armonía de las calles donostiarras». «Con Amara, San Sebastián ha perdido la oportunidad de un ensanche actual de calidad»
Mikel G. Gurpegui | El Diario Vasco, 2010-10-23
No fue un congreso oficial sino más bien una reunión informal de grandes arquitectos españoles. Treinta y seis destacados nombres de la arquitectura (Miguel Fisac, Oriol Bohigas, Sáenz de Oiza...) vinieron en octubre de 1960 a San Sebastián para pasar tres días hablando de su profesión.
Al marcharse, los arquitectos nos dejaron un regalo en forma de una carta abierta al alcalde de San Sebastián, una sentida y seria llamada de advertencia contra los desmanes estéticos que se estaban permitiendo.
El documento, que publicó nuestro periódico en su última página, empezaba así: «Muy señor nuestro: Un grupo de arquitectos de Barcelona y de Madrid hemos celebrado unas reuniones en San Sebastián para tratar de problemas de arquitectura. Todos nosotros conocíamos ya esta admirable ciudad que constituye un legítimo orgullo para todos los españoles».
«Pero mucho nos tememos, a la vista de algunas de las construcciones que aquí se están realizando actualmente, que esta ejemplar ciudad quede fundamentalmente desfigurada para muchos años, perdiendo los valores urbanos que le dieron justo renombre».
«Abrumadores edificios»
En la carta firmada por el grupo se mencionaban aspectos concretos de ese deterioro, como la proliferación de levantes, «unos cuerpos de edificación que aumentan su altura y que, a nuestro juicio, van a dar al traste con la gracia y armonía de las calles donostiarras». También se criticaba sin mencionar un rascacielos -¿sería la torre Satrústegui?-, porque la de Atocha aún no se había levantado-, una «insólita construcción tan fuera de lugar y tan inoportuna en San Sebastián. Urge, nos parece, que se tomen medidas para que esto no pueda volver a ocurrir dentro del casco».
Los 36 arquitectos venidos de Barcelona y Madrid advertían contra la sustitución de las villas de Miraconcha por edificios de mayor altura y también se posicionaban sobre Amara Berri: «Nosotros entendemos que, con el barrio de Amara, San Sebastián ha perdido la oportunidad de un ensanche actual que sea, en calidad, continuación del San Sebastián que todos hemos admirado. Esos abrumadores edificios de once plantas con una tan poco feliz ordenación urbanística imposibilitan cualquier acierto arquitectónico».
Se puede decir más alto, pero no más claro. Dejamos constancia aquí de aquellas voces reputadas que hace medio siglo llamaron la atención sobre el deterioro urbanístico de la ciudad. Lo hicieron en aquella carta abierta al alcalde que concluía de esta forma: «Con estas líneas que nos atrevemos a dirigirle no queremos, ni podemos, establecer unos criterios urbanísticos. Únicamente pretendemos dejarle constancia, por el gran cariño y la gran admiración que sentimos hacia San Sebastián, del temor que sentimos de que esta singular ciudad, de la que todos los españoles estamos orgullosos, pierda su gracia y encanto. Nos parece que un plan de ordenación urbanística, resuelto con consultas a técnicos españoles y extranjeros, podría poner remedio a estos males que, mucho nos tememos, de no cortarse a tiempo, pueden ser definitivamente fatales para la ciudad».
Fuente | El Diario Vasco
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