2010/11/14

hemeroteka | Donostia: Vanguardia en la investigación

Imagen: Noticias de Gipuzkoa
Vanguardia en la investigación
Mañana se inaugura Biodonostia y se pondrá la primera piedra del edificio Ingema
Mario García | El Diario Vasco, 2010-11-14

Serán dos centros de referencia en sus respectivas actividades, ambos localizados en la capital guipuzcoana. El lehendakari López y la ministra Garmendia inauguran mañana Biodonostia, el primer instituto de investigación sanitaria de Euskadi, y ponen la primera piedra del futuro edificio Ingema, alma del Polo de innovación del envejecimiento, el mayor reto en los 129 años de historia de la Fundación Matía.

Ambas realidades son consecuencia de un trabajo de investigación que ya se venía realizando, tanto en el Hospital Donostia como en la Fundación Matía-Ingema, con la implicación de especialistas e investigadores de alta cualificación. Los nuevos centros consolidarán los proyectos en marcha y permitirán afrontar nuevos retos en colaboración con otros centros de investigación enclavados en el parque tecnológico de Miramón. Es una apuesta de futuro.

Biodonostia, en marcha
La creación de Biodonostia constituye el espaldarazo a la investigación biosanitaria que se ha estado desarrollando en el Hospital Donostia durante los últimos diez años. Hace tres comenzó a fraguarse el proyecto que hoy es una realidad plena. Ha exigido el desembolso de casi diez millones de euros (6,9 a cargo del Estado, tres de la Diputación) y la implicación de Osakidetza, que aporta el edificio, equipamiento y personal, y de Kutxa, que costea las infraestructuras del animalario. Cerca de 200 profesionales trabajarán en las nuevas instalaciones.

El edificio que acoge a Biodonostia, dentro del complejo hospitalario, ha sido renovado en su totalidad. Con una estructura de tres plantas, más la baja y el sótano, a día de hoy todas las áreas están en funcionamiento, excepto el animalario, que comenzará a prestar servicio a principios del próximo año. Desde principios del verano ya estaba trabajando allí el equipo de Biobanco, el de apoyo a la investigación y el administrativo.

Poco a poco se han ido incorporando las unidades de imagen médica y microscopía, la unidad Caiber (que da soporte a todos los ensayos clínicos), el banco de muestras biológicas, las salas de cultivos celulares, la unidad de secuenciación, la de epidemiología clínica o la sala de radioactividad. Todo ello supone, en palabras de Julio Arrizabalaga, director científico de Biodonostia, «la creación de una estructura de apoyo a la investigación que permitirá a cualquiera que desee desarrollar un producto o hacer un determinado ensayo el acceso a los medios que necesite». Se espera que dentro de tres años la rentabilidad en retornos sobre proyectos supere a la inversión, aun sin contar con la posibilidad de patentes.

De entrada se trabaja en seis líneas de investigación: Adolfo López de Munain dirigirá la de neurociencias; Luis Bujanda, la de enfermedades digestivas, cardiovasculares y otras enfermedades sistémicas; Emilio Pérez Trallero, la de enfermedades infecciosas; Miren Dorronsoro, la de epidemiología y salud pública; César Trigueros (de Inbiomed), la de medicina regenerativa, y Celine Paloc (de Vicomtech), la de bioingeniería. Las seis líneas cuentan con 21 grupos de investigadores. Aunque esta es la imagen de partida, en el plazo de un año se incorporará oncología como área específica de investigación. Es una iniciativa que cuenta con financiación específica y con la convocatoria de la plaza de director. Será una de las áreas de mayor peso.

Ingema, en construcción
El Polo de Innovación del Envejecimiento es el mayor reto que afronta la Fundación Matía en sus 129 años de existencia y en esta misión el edificio Ingema será una pieza fundamental. Los trabajos de construcción, en el área de Lugaritz, se iniciaron en septiembre. Mañana se pondrá la primera piedra y se espera que para el verano de 2012 pueda ser posible la inauguración. El nuevo edificio albergará la investigación, el desarrollo, la innovación y la transmisión de conocimiento en materia de envejecimiento. La aspiración es que la actividad desplegada en el nuevo centro lo convierta en un referente internacional. Un centenar de investigadores desarrollarán sus proyectos en el nuevo edificio.

El nuevo centro se construye junto a los otros tres edificios emblemáticos de la Fundación Matía: Bermingham, Iza y Rezola. Será una estructura adosada a una ladera, con seis pisos escalonados, que salvará el desnivel entre la avenida de Zarautz y el Camino de los Pinos mediante dos rampas y dos ascensores.

La inversión total asciende a 23,7 millones de euros. Inicialmente se habilitará el 60% de la capacidad del edificio, lo que permitirá reducir la inversión a 14,8 millones de euros. Pero al término de la primera fase se habrán habilitado 9.000 metros cuadrados, distribuidos en un bloque principal para la investigación, vivero de empresas y apartamentos, y otro para aulas y espacio para la transferencia de conocimiento, además del espacio reservado para los servicios generales y los aparcamientos.

Los impulsores del proyecto consideran que las oportunidades que se pueden generar son inmensas, tanto en lo que afecta a los servicios, como a las acciones concretas o nuevos productos que contribuyan a la salud y bienestar de los mayores. Ingema lleva ocho años trabajando en este terreno, en el que ha desarrollado siete líneas de investigación. La primera, junto al CSIC, busca conocer los cambios que se están produciendo en el envejecimiento de las personas, así como el cambio de modos de vida y necesidades que ello comporta.

Otros tres ejes de investigación se relacionan con el envejecimiento activo, el desarrollo de rehabilitación, compensación de la fragilidad y diseño de nuevos servicios. Otra línea tiene la finalidad de promover tecnologías que mejoren las condiciones del entorno de los mayores y el último eje se refiere a la transferencia del conocimiento mediante docencia, formación, asesoría, etcétera.

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