Diseñó rascacielos de Nueva York y colaboró con Foster
Roger Salas, 2010-11-14
Imagen: Ysrael A. Seynuk |
Tras graduarse en 1954 en ingeniería en la Universidad de La Habana, su primer encargo importante fue participar en el equipo que construyó el edificio Focsa en el barrio de El Vedado, en La Habana, junto al ingeniero Luis Sáenz y al arquitecto Gómez Sampera. El Focsa, inaugurado en 1956, tiene 121 metros de altura y 33 pisos y en su tiempo fue un hallazgo no solo por su novedoso alzado de hormigón vertical, sino por su concepto, pues albergaba más de 350 apartamentos, aparcamiento para 500 coches, estudios de radio y televisión, teatros, centro comercial, restaurantes y otros servicios.
Tras la llegada de Castro al poder, en 1960 Ysrael Seinuk emigró a Estados Unidos con solo 20 dólares en el bolsillo y su inseparable regleta de cálculo, como él mismo gustaba de rememorar. Con los años y su demostrada valía, llegaría a ser profesor universitario y a colaborar con los arquitectos de rascacielos más importantes del mundo, entre ellos Philip Johnson y Norman Foster.
Entre las edificaciones altas que lideró constructivamente están el llamado Lápiz Labial (Johnson), el Centro Time Warner, el Trump World Tower y la Torre Hearst (Foster, actualmente en construcción). Entre sus obras más alabadas están el edificio de 4 Times Square y el Museum of the Jewish Heritage. Remodeló la Estación Central de Nueva York y dirigió el levantamiento de la torre 0-14 de Dubai, otra obra singular y compleja.
Considerado una autoridad mundial en la tecnología de los edificios de altura y en el tratamiento del acero y el hormigón, en muchos aspectos profesionales fue un visionario. Desde 1977 tenía su propia compañía y en 2005 la revista Time le consideró uno de los 25 hispanos más influyentes de EE UU, además del único invitado por Reino Unido a participar en la elaboración de los estándares para el diseño de rascacielos en la UE tras el 11 de septiembre. Una de sus últimas obras es la nueva Ópera de Miami.
Seinuk nunca olvidó sus orígenes y ayudó a multitud de cubanos que se enfrentaban al exilio. En una entrevista de 2005 dijo: "Asumiendo que las cosas volvieran a un ritmo normal, democrático, yo iría a Cuba aunque fuera a construir una chocita".
Fuente | El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario