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Pilar Garrido Profesora de Derecho en la Facultad de CC. Sociales de la UPV. Apuesta en los Cursos de Verano por un nuevo modelo urbanístico con eje en la persona. «La ciudad del siglo XXI es imperfecta y tenemos que decidir si le ponemos parches o la replanteamos». «No podemos usar la rehabilitación para aminorar los problemas del modelo urbano».
Cristina Turrau | El Diario Vasco, 2011-06-28
El suelo es un bien común y no un mero objeto económico o
de enriquecimiento. Lo dice Pilar Garrido, profesora de Derecho
Constitucional y Derecho Autonómico en la Facultad de Ciencias Sociales y
de la Comunicación en la UPV/EHU. Directora de Vivienda, Innovación y
Control del Gobierno Vasco de 2007 a 2009, participó ayer en unas
jornadas europeas sobre eficiencia energética y sostenibilidad en la
arquitectura y el urbanismo dentro de los Cursos de Verano. «Hay que
recuperar la ciudad para el ciudadano», dice.
- Tras la 'crisis del ladrillo', ¿cuáles son los retos y oportunidades del nuevo urbanismo?
- Partiendo de una situación mala, podemos hacer del
defecto virtud y plantear nuevos retos. Hay que empezar a pensar en la
renovación y reforma del modelo urbano vigente en los últimos 40 ó 50
años, el modelo urbano de renta de suelo. Se ha entendido el suelo
exclusivamente como un bien económico. Es un mercado imperfecto, donde
el suelo tiene un valor instrumental por lo que se va a construir, no es
un valor directo, sino hipotético. Es un mercado monopolista, que no
puede reproducirse.
- Al precio del suelo se le añaden otros fectores...
- Sí. Hay que añadirle otro valor que deriva de elementos
como el aprovechamiento, el uso o la organización. Hay un beneficio
anticipado y al final, el precio del suelo deriva de los beneficios
anticipados, del precio que van a tener en el mercado los productos
inmobiliarios que van a construirse sobre él. La expectativa se suma al
precio. Y eso, en periodos al alza funciona muy bien. Pero no cuando las
expectativas dejan de cumplirse.
- La forma mercantilista de entender el suelo trae consecuencias.
- Ha producido una ciudad difusa, segregada, con
exclusión social y con privatización del espacio público. Para recuperar
todo eso es necesario plantearse un nuevo modelo urbano. Hemos de
volver hacia atrás.
- ¿Qué deberíamos conseguir?
- Se trata de volver a recuperar la ciudad para el
ciudadano. La ciudad debe ser un espacio de convivencia, un lugar
complejo con diversidad de actividades, con mezcla social suficiente,
una ciudad vivida y segura, frente al tipo de ciudad que hemos
construido.
- A saber...
- Maravillosa desde el punto de vista estético, con
grandes proyectos, pero con segregación social, dificultad de acceso a
la vivienda y dispersión y consumo de suelo, residuos y energía. La
ciudad del siglo XXI no es la ciudad perfecta, pero ¿le ponemos parches o
somos capaces de replantearnos el modelo?
- ¿Cómo será el nuevo modelo?
- Hay que mirar a la ciudad ya construida. Sabemos crecer
pero no sabemos cómo actuar para recuperar el tipo de ciudad con
vivencias y complejidad que antes tuvimos.
- ¿Cómo se debería actuar sobre las ciudades?
- En la mayoría de las políticas públicas los programas
de rehabilitación son la estrella. Es una parte importante de las
políticas de vivienda. En el País Vasco hubo un plan pionero en 1983 por
el que se pasaba de la rehabilitación aislada de viviendas a una
rehabilitación del entorno. Los ayuntamientos tuvieron un papel
importante y se crearon sociedades de rehabilitación. Hoy se habla de
rehabilitación integrada: no sólo sobre los elementos fisicos, sino
considerando la eficiencia energética, la perspectiva de género, la
recuperación del espacio público o la cooperación social. Pero falta
algo más.
- ¿Sí?
- Hay que mirar la ciudad en su conjunto. Ver la
problemática que tiene y actuar desde el planeamiento urbanístico. No
podemos usar la rehabilitación como una manera de aminorar los problemas
que causa el modelo urbano. Hay que ir más alla, actuar de acuerdo a
los objetivos que tienes que conseguir para recuparar la ciudad para los
ciudadanos. Por eso hablo de los derechos de los ciudadanos.
- No se respetan...
- Se habla de la crisis del planeamiento, que nos está
llevando a la pérdida de determinados derechos básicos de los
ciudadanos. Por ejemplo, la igualdad de oportunidades. Es un elemento
fundamental. No es igual vivir en un sitio que en otro para el derecho a
la vivienda o la educación. El planeamiento tiene que volver a
recuperarse con el objetivo de proteger y garantizar los derechos de los
ciudadanos.
- La crisis del ladrillo, ¿qué enseña?
- Fuimos avariciosos. El economista García Montalvo habla
de 'A' de avaricia, 'E' de estupidez e 'I' de incentivos perversos. Y
en este último grupo, además de entidades financieras, 'bonus' y
agencias de calificación y tasación, habla de los propietarios, los
ciudadanos: todos comprábamos una vivienda sabiendo que pagábamos más de
lo que valía y de que el precio iba a subir. Todos nos beneficiábamos
de este proceso. Pero ahora, sin plusvalías, ¿cómo construimos la
ciudad?
- Su propuesta...
- El ámbito local es un laboratorio privilegiado para la
innovación. Se puede dar una vuelta al contenido de los derechos humanos
desde el punto de vista de la ciudad.
- Su deseo...
- Partir de la experiencia y de las consecuencias del
modelo urbano precedente para caminar hacia otro nuevo, que sitúe los
derechos del ciudadano y la persona en el centro del mismo.
Fuente
«El suelo es un bien común, no una vía de enriquecimiento»
Pilar Garrido Profesora de Derecho en la Facultad de CC. Sociales de la UPV. Apuesta en los Cursos de Verano por un nuevo modelo urbanístico con eje en la persona. «La ciudad del siglo XXI es imperfecta y tenemos que decidir si le ponemos parches o la replanteamos». «No podemos usar la rehabilitación para aminorar los problemas del modelo urbano».
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