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| Imagen: Noticias de Gipuzkoa |
El proyecto escultórico del arquitecto, un 'laboratorio' de la gravedad y la materia, se exhibe en el Museo Oteiza
Paula Echeverría | Noticias de Gipuzkoa, 2011-07-01
El misterio del arte, y de la
vida, a la altura de los ojos del espectador. En un paisaje que atrae a
modo de imán, que fascina e inquieta, provocando preguntas y, sobre
todo, volviendo más emocionante todavía la visita a un museo.
Esta es la esencia contenida en La Mesa de Juan Navarro Baldeweg, que se exhibe desde ayer en el Museo Oteiza. El proyecto, uno de los principales trabajos escultóricos del arquitecto, se expone dentro del nuevo programa Encuentros de la Fundación de Alzuza. Bajo el título de Grávido o liviano, la exposición de La Mesa se enriquece con más de 150 dibujos que muestran el escenario de la ideación previa de la impactante obra, junto con los cuadernos originales que los contienen, que se presentan por primera vez en una exposición. Además, la proyección de un documental acerca al espectador que acuda a la muestra las claves del trabajo de Navarro Baldeweg.
La Mesa, propiedad del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, es un gran escenario sobre el que se disponen 31 piezas articuladas a través del equilibrio, la gravedad y la tensión estructural. Es una mesa extraordinaria, porque para empezar, no tiene las dimensiones de una mesa convencional: 130 x 220 x 950 centímetros. "Es como un objeto, un animal; y al ser tan alta, se ve casi como un paisaje", cuenta Juan Navarro Baldeweg (Santander, 1939). Sobre ese vasto territorio, construido con madera de pino de Oregón y arce americano, se combinan las piezas, realizadas en diversos materiales -bronce, latón, madera...- entre los años 1973 y 2006. La idea de mostrarlas de esta manera, en esta excepcional Mesa, surgió de experiencias expositivas anteriores. "En un principio, muchas de estas piezas las exponía apoyadas directamente en el suelo, como en las instalaciones de escultura minimalista de los años 50, 60. Pero me daba cuenta de que no se veían lo suficientemente bien y que estarían mejor en una mesa. Claro, un pedestal para cada una de ellas sería un poco horrible... Entonces un día se me ocurrió la idea de la mesa, y ahí congregué todas estas obras", cuenta Navarro Baldeweg.
Se trata de "piezas de gravedad o de equilibrio", que están simplemente apoyadas, sin ningún elemento de soldadura entre las mismas y el soporte sobre las que se muestran. "El pegamento es la propia gravedad, como ocurría en la arquitectura antigua, en la que la piedra, sin ningún cemento, se apoyaba en otra piedra, y la consistencia del muro provenía del peso, del hecho de que unas cosas se apoyaban en otras", explica el autor, que ha llevado a cabo un trabajo de búsqueda de equilibrios aparentemente imposibles, a través de estrategias y juegos que están muy presentes en la arquitectura. "Hay un sentimiento de magia en la contemplación de las piezas. Tienen algo de figuras imposibles, y nos hacen pensar. Pero todos los equilibrios son posibles y todos son verdad, lo que pasa es que nos sorprende algo que nos parece imposible. Eso ha pasado siempre en la arquitectura", dice al respecto el artista, que explica que "los escultores saben que si introducen pesos en el interior de una escultura que por sí sola se desplomaría, perdería el plomo, el eje de gravedad y se caería, esa figura se contrapesa: es lo que ya en las esculturas clásicas griegas se llama el contraposto".
Para el espectador: Una invitación a moverse
La altura de La Mesa -la conveniente para proporcionar al espectador la experiencia buscada- obliga a que quien la contempla tenga que moverse en torno a ella para descubrir los objetos que contiene. "Porque unos ocultan a otros, unos dificultan la visión de otros", dice Juan Navarro Baldeweg. Así, la imposibilidad de abarcar el conjunto de una mirada, supone una invitación al espectador a protagonizar su particular recorrido por este conjunto escultórico-paisajístico, situado en el límite de las fuerzas gravitatorias de una escultura que cuestiona su propia materialidad.
Fuente
'La Mesa' de Navarro Baldeweg
El proyecto escultórico del arquitecto, un 'laboratorio' de la gravedad y la materia, se exhibe en el Museo Oteiza
Paula Echeverría | Noticias de Gipuzkoa, 2011-07-01
Documnetación
La escultura de Navarro Baldeweg, en el museo Oteiza
Cristina Aguinaga | El Diario Vasco, 2011-07-01
Esta es la esencia contenida en La Mesa de Juan Navarro Baldeweg, que se exhibe desde ayer en el Museo Oteiza. El proyecto, uno de los principales trabajos escultóricos del arquitecto, se expone dentro del nuevo programa Encuentros de la Fundación de Alzuza. Bajo el título de Grávido o liviano, la exposición de La Mesa se enriquece con más de 150 dibujos que muestran el escenario de la ideación previa de la impactante obra, junto con los cuadernos originales que los contienen, que se presentan por primera vez en una exposición. Además, la proyección de un documental acerca al espectador que acuda a la muestra las claves del trabajo de Navarro Baldeweg.
La Mesa, propiedad del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, es un gran escenario sobre el que se disponen 31 piezas articuladas a través del equilibrio, la gravedad y la tensión estructural. Es una mesa extraordinaria, porque para empezar, no tiene las dimensiones de una mesa convencional: 130 x 220 x 950 centímetros. "Es como un objeto, un animal; y al ser tan alta, se ve casi como un paisaje", cuenta Juan Navarro Baldeweg (Santander, 1939). Sobre ese vasto territorio, construido con madera de pino de Oregón y arce americano, se combinan las piezas, realizadas en diversos materiales -bronce, latón, madera...- entre los años 1973 y 2006. La idea de mostrarlas de esta manera, en esta excepcional Mesa, surgió de experiencias expositivas anteriores. "En un principio, muchas de estas piezas las exponía apoyadas directamente en el suelo, como en las instalaciones de escultura minimalista de los años 50, 60. Pero me daba cuenta de que no se veían lo suficientemente bien y que estarían mejor en una mesa. Claro, un pedestal para cada una de ellas sería un poco horrible... Entonces un día se me ocurrió la idea de la mesa, y ahí congregué todas estas obras", cuenta Navarro Baldeweg.
Se trata de "piezas de gravedad o de equilibrio", que están simplemente apoyadas, sin ningún elemento de soldadura entre las mismas y el soporte sobre las que se muestran. "El pegamento es la propia gravedad, como ocurría en la arquitectura antigua, en la que la piedra, sin ningún cemento, se apoyaba en otra piedra, y la consistencia del muro provenía del peso, del hecho de que unas cosas se apoyaban en otras", explica el autor, que ha llevado a cabo un trabajo de búsqueda de equilibrios aparentemente imposibles, a través de estrategias y juegos que están muy presentes en la arquitectura. "Hay un sentimiento de magia en la contemplación de las piezas. Tienen algo de figuras imposibles, y nos hacen pensar. Pero todos los equilibrios son posibles y todos son verdad, lo que pasa es que nos sorprende algo que nos parece imposible. Eso ha pasado siempre en la arquitectura", dice al respecto el artista, que explica que "los escultores saben que si introducen pesos en el interior de una escultura que por sí sola se desplomaría, perdería el plomo, el eje de gravedad y se caería, esa figura se contrapesa: es lo que ya en las esculturas clásicas griegas se llama el contraposto".
Para el espectador: Una invitación a moverse
La altura de La Mesa -la conveniente para proporcionar al espectador la experiencia buscada- obliga a que quien la contempla tenga que moverse en torno a ella para descubrir los objetos que contiene. "Porque unos ocultan a otros, unos dificultan la visión de otros", dice Juan Navarro Baldeweg. Así, la imposibilidad de abarcar el conjunto de una mirada, supone una invitación al espectador a protagonizar su particular recorrido por este conjunto escultórico-paisajístico, situado en el límite de las fuerzas gravitatorias de una escultura que cuestiona su propia materialidad.
Fuente
'La Mesa' de Navarro Baldeweg
El proyecto escultórico del arquitecto, un 'laboratorio' de la gravedad y la materia, se exhibe en el Museo Oteiza
Paula Echeverría | Noticias de Gipuzkoa, 2011-07-01
Documnetación
La escultura de Navarro Baldeweg, en el museo Oteiza
Cristina Aguinaga | El Diario Vasco, 2011-07-01
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