El arquitecto que amaba el paisaje
La Escuela de Arquitectura de Donostia y el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro homenajean hoy a Luis Peña Ganchegui, fallecido el mes de abril. Amigos y compañeros repasarán la trayectoria del arquitecto "más importante de Euskadi de finales del siglo XX".
Cristina Tapia | Noticias de Gipuzkoa, 2009-11-26
Dos de los lugares más especiales de Donostia llevan su nombre. Tal vez conocido por la gran mayoría por su trabajo en la plaza de la Trinidad y en la del Peine del Viento, Luis Peña Ganchegui (Oñati, 1926-Donostia, 2009) es reconocido por sus compañeros de profesión como uno de los grandes arquitectos. "Con mucho, ha sido el más importante de Euskadi de finales del siglo XX", asegura Eduardo Mangada, colega y concejal de Urbanismo y consejero de Ordenación del Territorio del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, de 1979 a 1982 y de 1983 a 1991, respectivamente.
Su figura será recordada hoy en un homenaje que han organizado la Escuela de Arquitectura de Donostia y el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro y que pretende ser un reconocimiento público de sus aportaciones profesionales y académicas. El acto propiciará además, el encuentro de quienes compartieron con él su carrera y la transmisión a las nuevas generaciones los valores de su legado.
En este sentido, Iñaki Galarraga, compañero y uno de los ponentes, destaca que Peña Ganchegui tiene "un gran valor ejemplificador". "Vivió por y para la arquitectura e interpretó la realidad desde esta disciplina", añade.
Galarraga subraya también la pasión por su tierra y el hecho de que no "desdeñara ninguna ocasión, por pequeña que fuera, para trabajar". "Todo lo hizo en torno, en virtud y pensando en el paisaje".
Esta opinión es compartida también por otro de los participantes en el homenaje. Mangada cree que tuvo la "gran maestría de hacer arquitectura dentro del País Vasco respetando el paisaje, aprendiendo de él y de la sociedad vasca pero introduciendo una auténtica modernidad; nunca cayendo en lo regionalista ni folclórico".
Según el experto, se trata de un recuerdo "a su persona, a Luis Peña como vasco profundamente progresista, ilustrado y moderno. Fue el primero que consiguió introducir la modernidad en Euskadi".
Mesas redondas: Tres etapas
La jornada, que comenzará a las 10.00 horas, está articulada en torno a tres mesas redondas que desmenuzarán los 50 años de trabajo de Peña Ganchegui. En primer lugar, Juan M. Encío, Miguel Garai, Xabier Unzurrunzaga y Eduardo Mangada hablarán de su primera etapa.
"Hablaré del colegio María eta José de Zumaia, aunque lo que hay que resaltar de Peña son sus grandes viviendas en Mutriku, la plaza de la Trinidad y la plaza del Peine del Viento". "Gran parte de la escultura de Chillida se debe a lo que Luis propuso como escenario para que las piezas resaltasen más", agrega Mangada.
Después, Iñaki Galarraga, Antón Pagola, Manuel Iñiguez y Alberto Ustarroz desgranarán la época en la que trabajó en el estudio que tuvo en Reyes Católicos. "Desde Le Corbusier la vinculación del arquitecto con su estudio es algo muy importante, muy bonito. Será un espacio de reunión discursiva de viejos amigos y compañeros que hemos coincidido con él en algún momento. Yo estoy muy contento con lo que me han asignado: hablaré de los almacenes de la Unión Farmacéutica Guipuzcoana en Eibar y de lo que hacía con el pavés", explicó Galarraga.
Y, finalmente, Andrés Nagel, Françesc Rius, Rafael Errazkin, Pedro Fernández Lastra, Rocío Peña y Mario Sangalli -hija y yerno del arquitecto- hablarán de su madurez y del relevo generacional.
Asimismo, se presentará la maqueta de la torre de Vista Alegre construida por un grupo de alumnos y se inaugurará la muestra retrospectiva sobre la obra del arquitecto de Oñati que ya albergó el Museo Rezola en 2001 y que ahora acogerá la sala de exposiciones de la Escuela.
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