2010/01/04

hemeroteka | Los mercados se reinventan

Los mercados se reinventan
Los nuevos hábitos de vida obligan a rediseñar la oferta comercial. La Plaza de Abastos de Vitoria y el mercado de la Ribera en Bilbao afrontan su renovación. Expertos aconsejan convertirlos en polos turísticos y gastronómicos
Ainhoa Castells | El País, 2010-01-04

Los mercados tradicionales urbanos, aunque conservan un gran atractivo, viven momentos de profundos cambios. En los últimos 15 años se ha producido un descenso progresivo en el número de asentadores y de clientes. Los nuevos hábitos de vida y la aparición de las grandes superficies obligan a estos espacios a buscar nuevas fórmulas para atraer puestos de venta y clientes. Es tiempo de reformas, de rediseñar la oferta comercial.

En el País Vasco, los mercados de la Bretxa y de San Martín, ambos en pleno centro de San Sebastián, fueron los pioneros en este proceso de adaptación. Ambos se reconvirtieron en 2000 y 2005, respectivamente, en centros comerciales y de ocio, aunque mantuvieron un espacio reservado para los puestos tradicionales.

No parece ser ese el camino que seguirán Vitoria y Bilbao. La vitoriana Olaza de Abastos, con sus 36 puestos de alimentación y un supermercado, pretende convertirse en "un destino gastronómico y turístico". Los primeros pasos han sido la apertura, a lo largo de 2009, de una vinoteca, una sala de catas y degustaciones, y un aula de cocina. Según explica su gerente, Eloy López de Foronda, en estos momentos de crisis económica, "el comercio minorista tiene que enfrentarse a una realidad aún más dura de la que ya padecía hace años con el decaimiento de las ventas y el cierre de puestos, debido a las jubilaciones sin relevo y a la apertura de centros comerciales".

El edificio, construido hace 34 años, será remodelado en este para acondicionar sus instalaciones, incluida la iluminación y los rótulos, gracias a una subvención de un millón de euros del plan +Euskadi09 del Gobierno. A la reforma se sumará un estudio sobre competitividad comercial, que finalizará en breve, y se completará con la reordenación urbana de la plaza de Santa Bárbara por el gobierno local de Patxi Lazkoz.

En Bilbao, el mercado de la Ribera, que alberga ahora 93 comerciantes, será reconstruido de arriba abajo. Las obras ya están en marcha y finalizarán en 2011. Este mismo mes, se conocerá cuántos asentadores permanecerán en el nuevo mercado y, en función de los espacios que queden disponibles, se determinarán las actividades que enriquecerán la oferta comercial.

Jon Ander Ibarra, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Ribera, apunta la posibilidad de abrir un "restaurante de producto", que atraiga tanto a turistas como a clientes que hacen sus compras al mediodía, una costumbre cada vez más arraigada.

La incorporación de un supermercado, la ampliación de horarios hasta la tarde-noche, como en el mercado de la Bretxa, y la apertura de una guardería, son otras de las opciones que podrían atraer a una clientela que, en su mayoría, reside en las proximidades.

"El 70% vive a menos de ocho minutos andando del mercado, otro 20% en zonas más alejadas de la ciudad y un 10% son turistas o proceden de la provincia", explica Rafael Doria, ex director general de la Cámara de Comercio de Navarra y directivo de Ikei, empresa que realiza diferentes estudios sobre la viabilidad de La Plaza de Vitoria y la Ribera.

El futuro de los mercados pasa, según este experto, por sustituir su función original de abastecimiento "a mostrar qué son las ciudades desde el punto de vista gastronómico, con espacios en los que, por ejemplo, se presenten productos locales". Convertirlos en focos de atracción turística es otra de las vías para garantizar la viabilidad estos espacios singulares, según Doria.

Un espacio 'gourmet' en pleno centro
Desde desgustaciones de productos gastronómicos y catas de vino hasta clases de cocina. Ese es el plan diseñado por los responsables del mercado La Plaza de Vitoria para seducir, por el estómago, a los actuales y nuevos clientes.

Quienes realizan sus compras los sábados por la mañana en La Plaza son obsequiados desde el pasado mes de septiembre con un pincho y un vino en la nueva Sala de Catas y Degustaciones.

Se trata de un espacio que periódicamente acoge presentaciones de platos elaborados por cocineros y catas de vinos y cavas. Los pasados días 6, 7 y 8 de diciembre, 200.000 personas dieron buena cuenta de los 10.000 pintxos en una cata de vinos oganizada por 23 bodegas de Rioja Alavesa y de txakoli.

Visto el éxito de estas iniciativas, el mercado municipal ha dado un paso más. Ha remodelado cuatro puestos para acoger, por un lado, a la asociación Slow Food, un movimiento que promueve el conocimiento de los productos autóctonos, y, por otro, un comercio de menaje del hogar aún por determinar y un segundo especializado en productos precocinados, conservas y vinos.

El Aula de Cocina ofrecerá cerca de 80 clases de cocina al año a los clientes de La Plaza. Los alumnos recibirán información sobre las cualidades nutricionales de los productos, luego los comprarán en el mercado y finalmente los cocinarán. En el futuro, se organizarán eventos en colaboración con administraciones relacionadas con la agricultura, el comercio y el turismo, señala el gerente del mercado, Eloy López de Foronda.

Fuente | El País

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