2010/03/14

prensa | El Campus de Ibaeta de la UPV/EHU, una evolución constante

Imagen: Noticias de Gipukzoa | Foto antigua de la zona de Ibaeta, en Donostia, antes de la instalación de la universidad.
Una evolución constante
Con la fundación de la Universidad del País Vasco hace 30 años, el proceso de configuración de un campus universitario público para Gipuzkoa vivió un importante impulso y puso las bases del futuro.
Noticias de Gipuzkoa, 2010-03-14

Hay lugares que parece que siempre han estado ahí, en su sitio. El campus guipuzcoano de la UPV, en el barrio donostiarra de Ibaeta, puede ser uno de ellos. Y, sin embargo, nadie puede discutir la juventud de este espacio universitario, en el que actualmente cursan sus estudios alrededor de 12.000 alumnos. El 30º aniversario del nacimiento de la universidad puede ser un buen momento para volver la mirada hacia atrás y recordar así los orígenes de este emblemático recinto. Un ejercicio que sirve, entre otros aspectos, para darse cuenta de su constante evolución.

Las fotos antiguas de Ibaeta muestran una zona de descampados, escasamente poblada -salvo algunos caseríos y centros escolares- y una incipiente tendencia urbanizadora. Fue allí donde comenzó a gestarse lo que más tarde se convertiría en una de las ramas del tronco común de la universidad vasca.

El germen del campus suele situarse en 1968, cuando el Consejo de Ministros decidió crear una Facultad de Derecho en Donostia, que iba a depender de la Universidad de Valladolid. Inició su andadura en 1969 en el antiguo colegio del Sagrado Corazón, en Miraconcha, y su asentamiento en Ibaeta se materializó en la nueva facultad inaugurada en 1972.

Para abrir el paso a los centros de universitarios en el territorio, se había creado en la década de 1960 un Patronato pro-Estudios Superiores Oficiales de Gipuzkoa. Según relata Ignacio María Barriola en su libro Gestiones guipuzcoanas por una universidad oficial en el País Vasco 1963-1979, la solicitud de esta plataforma había sido, en este orden, la creación de una Facultad de Filosofía y Letras, así como una Facultad de Ciencias. Asimismo, se había mostrado la querencia de acoger otras facultades como Derecho, Arquitectura y Bellas Artes.

El siguiente hito en esas reivindicaciones fue la fundación de la Facultad de Químicas en 1973. A pesar de que su sede final debía ser Ibaeta, junto a la sede de Derecho, su labor docente arrancó en el Instituto Juan XXIII de Altza. La Facultad de Informática también se hizo realidad en 1976, algo que posibilitaba la creación de una universidad guipuzcoana, una "meta" para las aspiraciones del territorio, en palabras de Barriola.

Universidad de Bilbao: Y aspiraciones guipuzcoanas
Para entonces ya había pasado casi una década desde que Madrid diera luz verde a la creación de la Universidad de Bilbao. Esta decisión creó recelos entre aquéllos que defendían la necesidad de una universidad guipuzcoana. Sin embargo, tal y como recoge el libro Universidad del País Vasco 1968-1993 de Teodoro Flores Gómez, aquello "no significó el abandono de las aspiraciones por conseguir centros superiores" en Gipuzkoa.

Estos esfuerzos, no sin reticencias, fueron orientándose hacia la idea de crear una universidad que tuviese en cuenta a los territorios vascos de Hegoalde. Fue en 1977 cuando el ministro de Educación y Ciencia, Íñigo Cavero (UCD), anunció un proyecto de ley para crear un distrito universitario formado por Álava, Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra.

Aunque este último territorio se quedó en el camino, el 4 de abril de 1978 la Junta de Gobierno de la Universidad de Bilbao acordaba "por unanimidad" cambiar el nombre y llamarse UPV, según recoge el libro Eman ta zabal zazu. Historia de la UPV 1980-2005, de Santiago de Pablo y Coro Rubio. "En realidad, el cambio de denominación significaba el adiós a las aspiraciones guipuzcoanas", explican. La creación de la UPV se materializó dos años más tarde, con una Orden Ministerial publicada el 28 de febrero de 1980.

A comienzos de la década de los 80, la dispersión de los centros universitarios en Gipuzkoa era completa y dificultaba la configuración de un campus como tal. La incorporación de las facultades a un núcleo universitario fue lenta. En 1984 llegó la Facultad de Informática; en 1987, Químicas. Frente a la posibilidad de que las escuelas estuviesen dispersas por Donostia, durante esta década se fue definiendo Ibaeta como sede del campus. A su vez, Donostia crecía y, poco a poco, iba envolviendo el recinto universitario. Las facultades que conocemos hoy día fueron instalándose en esos terrenos: Escuela de Magisterio (1988), Facultades de Filosofía, Ciencias de la Educación y Psicología (1993), Arquitectura (1993) y Empresariales (1995).

Según explica la actual vicerrectora del campus guipuzcoano, Cristina Uriarte, el campus ha sido una realidad "en constante evolución". En su opinión, esa transformación se debe a que la universidad debe estar "en continuo desarrollo" para adaptarse a los cambios que se van dando en la sociedad. El éxito de la configuración del campus puede deberse, entre otros aspectos, según comenta Uriarte, al hecho de que esté integrado en la ciudad. Porque se trata de un recinto "céntrico, urbano, muy bien conectado" con el centro de Donostia.

Fuente | Noticias de Gipuzkoa 

Imagen: Noticias de Gipuzkoa | El edificio Carlos Santamaría en construcción
La UPV prevé abrir este año los centros que reforzarán la labor investigadora en Ibaeta
30 años de docencia e investigación. Recta final para el edificio Santamaría y la sede del grupo de Física de Materiales. La Universidad del País Vasco analiza las necesidades prioritarias del campus para un nuevo plan de inversiones
Noticias de Gipuzkoa, 2010-03-14


Quien se haya paseado en los últimos meses por las cercanías de las instalaciones de la Universidad del País Vasco (UPV) de Ibaeta, en Donostia, se habrá fijado en la singular estructura que se levanta frente a la Escuela Politécnica -la facultad de ingenieros-. Sus paredes blancas, que completan una estructura circular, corresponden el edificio Carlos Santamaría, que albergará la biblioteca del campus y la labor investigadora en el área de las Humanidades. Y no es la única infraestructura que ya ha adquirido su forma. La nueva sede del Centro de Física de Materiales también se levanta ya, más discreta que la anterior, en las inmediaciones del Centro Joxe Mari Korta.

Se prevé que ambas instalaciones, ideadas entre otros aspectos para reforzar y completar la labor investigadora que se realiza en el recinto guipuzcoano de la UPV, podrán ser inauguradas este año. Su apertura significaría la culminación de los proyectos más emblemáticos del Plan Plurianual de Inversiones 2006-2010, en el apartado correspondiente a Ibaeta. Además, gracias a las posibilidades que ofrecerá el edificio Santamaría, llevaría consigo la dotación de nuevos servicios para toda la comunidad universitaria.

A pesar de hablar con todas las precauciones, la vicerrectora de la UPV en Gipuzkoa, Cristina Uriarte, afirma que "si todo va bien" esperan inaugurar el Carlos Santamaría y la nueva sede del CFM "este año", aunque prefiere no concretar fecha alguna. Según informa, los esfuerzos se centran ahora en culminar la obra de ambos edificios. Sus respectivas estructuras ya son bien visibles y ahora, según informa, se trata de "rematar" los trabajos e instalar el equipamiento previsto.

Inversiones
La universidad inició en noviembre de 2008 las obras del primer centro de investigación en Ciencias Sociales, Jurídicas y Humanidades de la UPV, bautizado como edificio Carlos Santamaría en honor a quien fuera consejero de Educación del Gobierno Vasco, miembro de Euskaltzaindia e impulsor de la universidad vasca, entre otros. La infraestructura, cuya construcción ha supuesto una inversión de 27,6 millones de euros, se convertirá en sede de algunos de los institutos, cátedras y grupos de investigación del campus de Ibaeta. Contará, entre otros, con un total de 800.000 recursos bibliográficos y con diversos servicios. Todo ello, con el ánimo de equilibrar la balanza investigadora de Ibaeta hacia el ámbito de las Ciencias Sociales y las Humanidades.

El CFM, por su parte, completará la actividad científica que se desarrolla en el campus en el ámbito del desarrollo tecnológico y de las ciencias experimentales. Con un coste de ocho millones de euros, la nueva sede de este grupo mixto de investigadores, promovido por la UPV y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dispondrá de 4.500 metros cuadrados. Su actividad, tras una trayectoria de más de diez años, se centrará en materiales poliméricos, fotónica y simulación de propiedades microscópicas de materiales en general y nanosistemas.

Futuro
La apertura de estos dos edificios significará la culminación de los proyectos más relevantes del Plan Plurianual de Inversiones 2006-2010. También se están materializando proyectos de menos envergadura como la renovación de las fachadas de las facultades como la de Informática, cuyo diseño ha sido adjudicado recientemente a los arquitectos Aguilar y Varona de Bilbao, junto con el barcelonés Jordi Mansilla.

A partir de ahora, los responsables de la UPV analizarán las necesidades del campus para poder negociar con el Gobierno Vasco el siguiente Plan Plurianual de Inversiones.

Fuente | Noticias de Gipuzkoa

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