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"Forma, signo y realidad" lleva a Alzuza la escultura española de 1900 a 1935El Museo Oteiza exhibe 3 piezas inéditas, una de ellas "Jesús en el Jordán", del oriotarra. Dalí, Picasso, Julio González, Gargallo, Ferrant, Nicolás de Lekuona o Clarà son otros artistas de los que se muestra obra.
Paula Echeverría | Noticias de Navarra, 2010-05-27
En las tres primeras décadas del siglo XX, la escultura experimentó una revolucionaria transformación. De plantearse temas y procesos de trabajo propios de la pintura, entonces la disciplina artística por excelencia, pasó a ser un arte como tal, por sí sola, y a representar y transmitir, unas veces de manera más figurativa, otras más abstracta, ideas, sentidos e impresiones profundas del alma humana, de la realidad cotidiana y creativa.
El motor de ese cambio fueron las inquietudes de numerosos artistas, entre ellos Jorge Oteiza. Su trabajo, su esfuerzo, su talento y su sensibilidad para comunicar y propiciar diálogo a través de la forma, la talla y el relieve. Ahora, la Fundación Museo de Alzuza dedica una amplia y rica exposición a ese periodo en el que tantos creadores hicieron de su presente la modernidad, y en el que Oteiza en particular sentó las bases de lo que luego sería el desarrollo de su obra más madura. Bajo el título de “Forma, signo y realidad. Escultura española 1900-1935”, la muestra, inaugurada ayer y concebida "con un afán didáctico" además de, claro está, de disfrute, invita hasta el 19 de septiembre a realizar un bello y exhaustivo recorrido por 51 obras de diversos creadores, entre ellos Dalí, Picasso, Gargallo o Julio González. Comisariada por Carmen Fernández Aparicio, conservadora jefa de Escultura del Reina Sofía -museo que colabora en la iniciativa junto con Kutxa (patrocinadora)-, la exposición descubre 3 piezas inéditas: “Jesús en el Jordán”, escultura en yeso realizada en 1933 por Oteiza y perteneciente a la colección particular Irene Hernández; “Nadadores” (1930), de Pérez Mateo, que fue localizada recientemente y ha sido cedida por el Reina Sofía; y el relieve “Sin título (Eva y las uvas)”, realizada por Nemesio Mogrobejo en 1908-1909 y adquirida por el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Signo, forma y realidad, los tres conceptos a los que hace referencia el título de la muestra, concretan los ámbitos de la escultura moderna. Y en torno ellos se estructura la exposición, cuyo diseño corre a cargo de Javier Balda, en tres apartados. El primero hace referencia "a la depuración de las formas y su esencia, imbuidas por el inicio de un nuevo siglo y por los artistas Gauguin y Rodin", comentó la comisaria. Esta primera parte, que llega hasta el cubismo, con Picasso, y que incluye el dibujo como otra expresión artística autónoma, es la de los creadores españoles que viajan a París, ven y se nutren de todo lo nuevo que allí acontece, como Paco Durrio y Nemesio Mogrobejo, el iniciador del clasicismo escultórico catalán Josep Clarà o Mateo Inurria. Julio Antonio, Daniel González, Enric Casanovas o Manolo Hugué encarnan el clasicismo iniciado en Madrid, y los nuevos realismos están representados en las piezas de Mateo Hernández, Francisco Pérez Mateo o Ángel Ferrant, así como en Joan Rebull y la figuración moderna de Pablo Gargallo. En esos momentos, la escultura se hace moderna también por su temática, ya que "empieza a incorporar como motivos artísticos temas realistas del ámbito de la educación, del deporte...", cuenta Carmen Fernández Aparicio.
Cubismo, surrealismo...
La “Masque de femme” de Pablo Picasso anuncia el paso a la segunda parte de la exposición, que acoge obras en hierro de Julio González, los conceptos constructivos de Joaquín Torres García o la invención del objeto surrealista, que trabajaron Salvador Dalí, Óscar Domínguez, Antoni García Lamolla, Eudald Serra, Marinel.lo y Cristòfol. La exposición concluye en la escultura de Alberto Sánchez y su vínculo con la naturaleza y el paisaje rural, que se convirtió en lo más avanzado y esperanzador de la escultura de vanguardia realizada en Madrid desde el final de los años 20 y que fue el punto de partida fundamental para dos jóvenes artistas vascos, Nicolás de Lekuona y Jorge Oteiza, que ponen el broche de oro al recorrido de la muestra, que finaliza cronológicamente en 1935, año de partida del escultor oriotarra a Latinoamérica.
Filosofía y catálogo
“Forma, signo y realidad” es un proyecto que se remonta a hace un año, comentó el director del Museo Oteiza, Gregorio Díaz Ereño, quien destaca de la exposición el hecho de que "ofrece, desde la óptica de la elaboración, un recorrido selecto, poético, nada estridente". La directora de Colecciones del Reina Sofía, Rosario Peiró, quien quiso estar presente en el acto de inauguración, al que también acudieron el consejero de Cultura, Juan Ramón Corpas, Iñaki Almandoz por parte de Kutxa y algunos familiares de artistas de los que se exhibe otra (las hijas de García Lamolla y un sobrino nieto de Mateo Inurria), dijo que espera que la relación de colaboración entre su centro de arte y el museo de Alzuza "dure mucho tiempo más, porque produce proyectos tan interesantes como éste".
Con motivo de la muestra se ha editado en castellano, euskera e inglés una publicación homónima de 412 páginas que recoge el estudio de Fernández Aparicio junto con textos de Adelina Moya y Josefina Alix, en una monografía que incluye un apéndice documental con manuscritos inéditos del Centro de Documentación del Museo Oteiza. Además del Reina Sofía, han prestado obras para la exposición colecciones privadas y museos como Bellas Artes de Bilbao, Patio Herreriano de Valladolid, MNAC, IVAM, Artium, Biblioteca Nacional, MACBA, Colecciones ICO, Museo Jaume Morera, Museo de Montserrat y Museo Oteiza.
Fuente | Noticias de Navarra
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