Hace exactamente cien años Juan Rafael Alday creó la barandilla de La Concha. Su hijo, Luis Alday, rememora ahora una historia singular. Alday firmó también obras como el edificio Easo o la pescadería de la Brecha. El primer tramo de la barandilla costó, hace cien años, un total de 5.700 pesetas. La barandilla necesita ahora una nueva rehabilitación que supondrá 3,6 millones
Mitxel Ezquiaga | El Diario Vasco, 2010-07-11
Imagen: El Diario Vasco
Juan Rafael Alday usaba canotier, era socio de una Real Sociedad que acababa de nacer y dormía con el casco de bombero al lado de la cama por si le llamaban a casa, al teléfono 110, con una emergencia. Fue arquitecto municipal de San Sebastián, autor de varios edificios emblemáticos de la ciudad y jefe de Bomberos. Y ha pasado a la historia como creador de la barandilla de La Concha, símbolo de la ciudad que este año cumple un siglo. O casi.Alday dibujó hace cien años la ampliación del Paseo de la Concha con la fisonomía que hoy conocemos. Y lo vistió con una barandilla especial, de personalidad propia, y una farola también singular. En 1910 ese diseño empezó a convertirse en realidad y se fue colocando por tramos, pero no fue hasta 1916 cuando el rey Alfonso XIII lo inauguró oficialmente.
Y quien puede dar hoy testimonio de la personalidad de aquel arquitecto y los ecos de aquella época es Luis Alday, hijo de Juan Rafael Alday. Luis Alday ha sido abogado, tiene 87 años y guarda hoy en su casa un museo vivo con el legado de su padre: fotos, planos originales, el casco de bombero de aquel arquitecto y hasta un boceto de las pinturas de Sert para el museo de San Telmo.
Pero quizás lo más curioso es que este abogado donostiarra y su esposa, Paquita Agirretxe, revelan que no supieron que su padre y suegro era el autor de la barandilla hasta muchos años después, con Juan Rafael Alday ya fallecido y ellos ya casados. «Un día el historiador donostiarra Pérez-Arregui nos dijo que mi suegro era quien había dibujado la barandilla, y así nos enteramos», recuerda Paquita Agirretxe. «Mi padre nunca hablaba de las cosas de su despacho cuando llegaba a casa», explica Luis Alday. «Y supongo que jamás imaginó que esa obra se terminaría convirtiendo en identidad de San Sebastián».
Los nietos del arquitecto matizan también que «hasta la década de los 70 y 80 no se dio tanta importancia a la barandilla; aún no era el símbolo que es hoy».
La forja de un arquitecto
La biografía de Juan Rafael Alday Lasarte daría pie a una especie de 'Ciudadano Kane' en versión donostiarra. Nacido en 1879 en un caserío de Ibaeta, tanto él como su hermano Lucas estudiaron arquitectura en Madrid. Recién terminada la carrera Juan Rafael Alday entró a trabajar en el Ayuntamiento de San Sebastián al lado del entonces arquitecto-jefe, José Goicoa. Tras la jubilación de Goicoa, Alday ocupó en 1909 la responsabilidad.
En esas fechas Juan Rafael Alday acometió la obra que le acabaría llevando a la pequeña historia de la ciudad: la remodelación del Paseo de la Concha tal como lo conocemos hoy. Entonces el paseo ni siquiera existía como tal: donde ahora se encuentran los relojes estaban las casetas de baños. Alday diseñó el Paseo y sus principales ornamentos: los dos obeliscos (en los que más tarde se colocaron un reloj y un barómetro y hoy conocemos como 'los relojes'), la barandilla y las farolas de grandes dimensiones que flanquean una de las rampas que baja a la arena.
No fue la única obra de Alday. Suyos fueron también el inmueble que ocupa el número 22 de la calle Prim, el edificio Easo (donde están los Bomberos, el Conservatorio de Música o la Guardia Municipal), la Pescadería de la Brecha y el Teatro Principal. Y como 'revisor' desde su puesto municipal de las obras que se construían entonces en San Sebastián participó en la reforma del mercado de San Martín, la ampliación de las Escuelas de Amara, la renovación interior de las de Zuloaga o la remodelación de la antigua casa consistorial.
Jefe de bomberos
Todo eso lo dicen los libros de historia. Pero Luis Alday, el hijo de aquel arquitecto, aporta otros datos que no salen en las enciclopedias. Y a aquel niño lo que más quedó grabado en su cabeza fue la condición de jefe de bomberos de su padre. «El puesto iba aparejado al de arquitecto municipal. El teléfono de nuestra casa era el 110, un número fácil de recordar para las personas que sufrían un percance. Cuando sonaba, a cualquier hora de la noche, mi padre tocaba un timbre que sonaba en los domicilios de cada uno de los bomberos necesarios. Cogía el casco y se iba al fuego. Aunque a veces no se lo ponía y le recuerdo regresando a casa, de noche, con una brecha en la cabeza».
La familia Alday conserva ese casco y fotografías que remiten a otra época. Como la del arquitecto con la primera bomba de agua automóvil que hubo en España. Juan Rafael Alday murió en 1955, a los 75 años de edad. Y su vida y obra fue puesta en valor años más tarde, en el 2000, por el arquitecto José Laborda, que dedicó su lección de ingreso en la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País a los «arquitectos guipuzcoanos del cambio del siglo», entre los que figuraban, además de Alday, Ramón Cortázar, Pablo Zabalo y José Manuel Aizpurua.
El papel de Mendia y Murua
La barandilla de la Concha ha estado siempre vinculada a la empresa Mendia y Murua, que durante décadas ha fabricado este elemento tan característico de la ciudad. Aunque algunos estudios apuntan que Mendia y Murua realizó la primera barandilla, la investigación de la familia de Alday determinó que fue otra firma, fundiciones Molinao, la que construyó la barandilla «por 5.700 pesetas», según los documentos que muestra Paquita Agirretxe.
En cualquier caso, es Mendia y Murua la firma históricamente asociada a la barandilla, según recuerda el técnico de la empresa José Ignacio Arribas en declaraciones a este periódico. Han construido habitualmente piezas para rehabilitar el paseo o sustituir las dañadas por el mar, y también realizan copias de la barandilla para comercios o locales que utilizan ese símbolo en su decoración.
«La fabricación es complicada porque el particular diseño obliga a la realización casi artesanal», explica. El diseño de la barandilla no está registrado, así que cualquiera puede copiarlo. Y curiosamente, la última restauración de la barandilla de La Concha ha sido acometido por una empresa asturiana que ganó el concurso convocado al efecto por el Ayuntamiento de San Sebastián.
La actual situación de conservación de algunos tramos de la barandilla de La Concha y del muro en que descansa es precisamente ahora un caballo de batalla en la política municipal donostiarra. La reciente caída a la playa de una losa ha reavivado la necesidad de rehabilitar los tramos aún pendientes, pero la obra podría retrasarse, según fuentes municipales, hasta el año 2012.
El coste de la rehabilitación
Existe ya un proyecto para la obra, que contempla un coste de 3,6 millones de euros. Los trabajos supondrían cambiar el muro de costa y rehabilitar la barandilla. Es la jefatura de Costas la que debe acometer el coste y la dirección de la obra, según indican en el Ayuntamiento. Y al margen del coste y la dificultad técnica, los trabajos exigirían cerrar algunos tramos del paseo. En el caso de la zona que va desde La Perla hasta el túnel de Ondarreta quizás habría que dirigir el tránsito peatonal hacia el bidegorri para despejar el paseo para los trabajos.
La barandilla cumple cien años convertida en un símbolo indiscutible. Como recuerda Luis Alday, su padre ni siquiera imaginaría que hoy se dirían frases como «eres más donostiarra que la barandilla de La Concha», o que esa barandilla se convertiría en trofeo que se entrega en competiciones deportivas, se reproduce en collares o colgantes, reina en las postales o se vende como recuerdo de la ciudad para los turistas.
Como tampoco probablemente imaginó Alday que otro diseño suyo, la farola de la primera rampa del paseo, sería símbolo del Premio Donostia del Festival de Cine de San Sebastián e iría pasando por las manos de Glenn Ford, Bette Davis o Robert de Niro, entre otros muchos artistas.
Fuente | El Diario Vasco
Documentación
Del puente a la barandilla
El próximo sábado se inaugura el flamante sexto puente, o de la Real Sociedad, mientras en la retaguardia urbana la barandilla de La Concha se nos cae a pedazos
El Diario Vasco, 2010-07-18
Vías Públicas afirma tras un chequeo que la barandilla de La Concha es segura
Durante dos semanas se realizarán labores de mantenimiento en las pilastras, un 6% de las cuales se encuentra en mal estado
Aingeru Munguía | El Diario Vasco, 2010-07-15
El creador de un símbolo centenario
La barandilla de La Concha fue creada por quien fuera el arquitecto municipal de Donostia entre 1909 y 1950, Juan Rafael Alday. Los recuerdos de su hijo Luis han logrado mantener viva su figura en el centenario de su obra más conocida.
Elene Arrazola | Notricias de Gipuzkoa, 2010-04-11
Óscar Alonso: «Los viajeros anglos se preguntan por qué pintamos la barandilla»
¿Y si el Peine del Viento fuera rosa con motas?
Begoña del Teso | El Diario Vasco, 2010-03-03
Cien años del icono donostiarra
Este año se conmemora el centenario de la barandilla de La Concha. Con el paso de los años, esta obra de Juan Rafael Alday se ha convertido en uno de los emblemas de la ciudad, que se reproduce una y otra vez en los talleres de Mendia y Murua.
Elene Arrazola | Noticias de Gipuzkoa, 2010-02-07
El símbolo que se tragó el mar
La rabia del mar Cantábrico el pasado martes dejó malherido uno de los iconos de Donostia. El Ayuntamiento calcula que tardará seis semanas en recuperar de nuevo la barandilla de la Concha.
Noticias de Gipuzkoa, 2008-03-14
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