¿Y si el Peine del Viento fuera rosa con motas?
Begoña del Teso | El Diario Vasco, 2010-03-03
Imagen: El Diario Vasco
Óscar, diseñador gráfico y fotógrafo, se aburría los domingos («¿qué haces en Sanse cuando no tienes dinero para el aperitivo y te has visto todas las películas interesantes de la cartelera?») así que se puso a pintar. Pintar en estilo pop. Muy pop. Tremendamente pop. Reproduciendo a los maestros clásicos del pop. Lichtenstein, por ejemplo. Resultó después que cambió su oficina de diseño por un local en la calle Bermingham. Al lado del Aloña Berri, dato éste muy relevante para esta crónica. Como era un lugar blanco y vacío, empezó a colgar sus obras. Y la gente empezó a querer comprárselas. Y luego llegaron los turistas. Que se llevaban imágenes del Peine del Viento absolutamente poperas. Y de ahí a Envisión, www.tucasaestaaburrida.com, sólo hay dos pasos. - Explícame por qué los anglosajones se asombran al ver la barandilla de La Concha en tus cuadros.
- Me pasó con dos chicas australianas que vieron una pintura mía en la que había dibujado Santa Clara a través de la barandilla de La Concha. No se explicaban por qué le daba más protagonismo a la barandilla que a la Isla. Para ellas, ésta era mucho más importante. Lógico.
- ¿Lograste hacérselo entender?
- No estoy muy seguro. Intenté contarles que esta ciudad es muy de símbolos, de iconos. Que para nosotros el Peine del Viento, las farolas del Kursaal o los Cubos son referentes y signos de identidad. Pero hay pocas criaturas sobre la Tierra que comprendan del todo nuestra pasión por llevar pendientes o pulseras o medallas con la Bahía o el Aquarium reproducidos.
- ¿Ni siquiera los catalanes?
- ¡Es verdad! Los había olvidado. Ellos sí. Primero porque están rotundamente enamorados de Donosti. Y segundo, porque su Barcelona también es totalmente icónica. De hecho, tengo varios encargos de catalanes que al ver mis interpretaciones llenas de color de San Sebastián me han pedido les pinte a mi manera el Parque Güell, la Sagrada Familia o el Liceu.
- ¿Y nuestros vecinos del otro lado del Bidasoa?
- A esos les atraen los colores vivos como el azúcar a las moscas. Suben por las salidas del parking del Txofre como si fueran hormigas y se quedan pegados a mi escaparate.
- ¿Japoneses?
- Sacan mucha foto y compran poco.
- ¿La diáspora donostiarra?
- ¿Te refieres a los easonenses que estudian o trabajan fuera?
- Exactamente.
- Lo compran todo. Se llevan cachos de Donosti a su exilio. Yo te diría que a veces con afán exhibicionista. Me parece muy bien. Quieren que los habitantes de allá donde estén sepan lo bonita que es San Sebastián.
- Habrá también quien se niegue a colgar en las paredes de su piso madrileño un retrato tan naif y brillante de La Consti como ese.
- Vaya sí lo hay. No falta quien me dice que hago mamarrachadas. Un señor me advirtió que me iba a morir de hambre y que lo mejor que podía hacer era pintar óleos 'normales' de barcos en el Muelle. Según él, eso vendía muchísimo.
- ¿Tu primer cliente?
- Un multimillonario y filántropo canadiense que se llevó un cuadro mío y otro de mi chica cuando ni siquiera los había puesto a la venta.
- Perdona mi asombro: ¿qué hace tanto viajero rico en la calle Bermingham? Se diría la Quinta Avenida esquina con Tiffany...
- Sitúate, mujer. He venido a caer en el sitio apropiado: estoy al lado del afamado bar Aloña Berri. Los autobuses de los grandes tour operators paran aquí para que sus clientes se tomen un vino y unos pintxos. Al pasar, ven mis historias. Y vendo.
- ¿Y esa web tuya, tucasaestaaburrida.com?
- Decimos que nos va lo minimal pero en realidad, somos víctimas de la hipoteca alta y los muebles baratos: tenemos la casa vacía. Dos grandes cuadros chillones la llenan bastante.
Fuente | El Diario Vasco
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