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Una exposición se adentra en el método de trabajo del arquitecto
Meritxell Mir | El Mundo, 2010-12-29
Frank Gehry llegó a realizar más de 30.000 dibujos hasta dar con la versión definitiva del Auditorio de Walt Disney en Los Ángeles. A pesar de todo, si mantuviéramos una conversación con el arquitecto seguramente nos diría que ya no le gusta. "Cuando acabo de construir un edificio, veo todas las cosas que debería haber hecho y no he hecho", ha dicho más de una vez.
Ésas son algunas de las curiosidades que nos desvela el Vitra Design Museum a través de una exposición sobre Frank Gehry en la que se muestra una selección de 12 proyectos concebidos desde 1997. Dibujos y maquetas originales de gran formato ayudan a comprender el proceso creativo de Gehry, desde que idea el boceto con cuatro garabatos sobre un papel blanco hasta que coloca la última piedra sobre el terreno. Y el lugar en el que se exhiben no podía ser más adecuado: el primer edificio que Gehry hizo en Europa, situado en el campus-fábrica del fabricante suizo de muebles de diseño.
El año de partida de la exposición coincide con el de la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao, que le catapultó a las mieles de la fama arquitectónica internacional. Fue el primero que construyó íntegramente utilizando CATIA, un software pensado para la construcción de aviones y que él mismo adaptó para facilitar la transición de la maqueta a la obra final. Hoy, ese programa es utilizado por centenares de arquitectos en todo el mundo, entre ellos la consagrada Zada Hadid.
A pesar de recurrir a la tecnología, el resultado de sus trabajos parece hecho con cincel y martillo. Como ya hiciera Antoni Gaudí un siglo antes, Gehry disfruta sobrepasando los límites de su disciplina, rompiendo la tradición, imitando las formas de la naturaleza y sorprendiendo con composiciones que a simple vista parecen insostenibles. El arquitecto asentado en California multiplica las maneras de concebir el espacio, el tiempo, los materiales, las formas y cualquier otro elemento que forme parte de la identidad de una construcción. Su objetivo es comunicar un mensaje convirtiendo sus diseños en emociones, como en el caso del Ray and Maria Stata Center del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Sus muros, todos diferentes, parecen improvisados. La flexibilidad del repertorio de Gehry se traslada a su interior, donde los tabiques son móviles para permitir que las salas se configuren en función de las necesidades. Esa ductilidad, fruto de juegos visuales inteligentes, se observa también en el edificio de viviendas de Beekman Street, que finalizará en 2011 en Nueva York. El último tramo de sus 260 metros de altura estará cubierto por un manto de acero ondulado que a modo de tela de seda acaricia el cemento. Es revelador ver el resultado final tras estudiar las decenas de modelos a escala reducida que muestra el Vitra Museum.
Otro de los elementos característicos de las construcciones de Gehry es la combinación de materiales, que le permite hacer transiciones no sólo entre varios elementos de un mismo edificio, sino entre los diferentes bloques. Se observa en la mezcla de ladrillos, acero y yeso del Neue Zollhof de Dusseldorf, o en la de vidrio y madera del DZ Bank de Berlín.
Con las formas y las texturas, Gehry siempre busca integrar sus construcciones en el paisaje, para que sean una extensión más de sus alrededores. Así será también en la Fundación Louis Vuitton de París, un complejo de edificios que destila fantasía por los cuatro costados. Grandes extensiones de cristal cubrirán fachadas y techos para que el entorno natural pueda fundirse con el interior del museo, una gran nube blanca en medio del bosque.
Con su manera de entender el entorno y de transformarlo sin crear estridencias, Gehry consigue que sus edificios pasen a definir las zonas de las ciudades en las que deja su huella.
Fuente
En la mente de Frank Gehry
Una exposición se adentra en el método de trabajo del arquitecto
Meritxell Mir | El Mundo, 2010-12-29
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