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Vara del Rey: 22 viviendas en pleno Rastro en un viejo aparcamiento en altura. La historia y los materiales deben condicionar la construcción residencia. La bonanza económica "no te dejaba pensar". la crisis ha de servir "para hacer las cosas más racionalmente e investigar".
Jose F. Leal | El Mundo, 2011-03-25
Forman una entente cordial, rica y duradera. Un trío que hace años firmó un contrato profesional en calidad de arquitectos en libre ejercicio de su profesión, que colaboran y comparten maneras de pensar... en ocasiones diversas. "La fórmula es y será cada vez más habitual por la escasez de proyectos", aseguran.
Ellas, Martorell y Alberola, se juntaron en 1996 y arrancaron con varios proyectos de unifamiliares y parroquias antes de optar a proyectos de vivienda colectiva (San Fermín y Carabanchel les contemplan). Díaz-Mauriño siempre ha ido por libre, creando alianzas y redes de colaboración, como la que le permitió firmar un complejo de 356 viviendas en la Mina del Morro de Bilbao junto a Eduardo Belzunce y García Millán hace tres años.
Juntos, esperan a las puertas de Vara del Rey 12, en una de las plazas más coloridas del Rastro de Madrid, donde se aferran 22 viviendas públicas promovidas por el Ayuntamiento de Madrid de reciente factura (se inauguró en octubre de 2010). ¿Sois conscientes de que cualquier día este edificio puede ser vendido a un gestor privado? Asienten. Durante los últimos años, los tres se han dedicado primordialmente a la vivienda social y creen, como afirma Alberola, "que el patrimonio de una ciudad son sus viviendas" y que, comenta Martorell, "la vivienda no debería ser un negocio".
También creen que la profesión "se ha complicado mucho", dice Díaz Mauriño. Y no sólo por la proliferación de escuelas de Arquitectura. Ya no hay trabajo para todos y hay que buscar nuevas salidas más 'humanistas' y tecnológicas. Por eso, la formación del arquitecto debe incluir una serie de principios, "un sentido del lugar y del usuario", afina Martorell, para que, una vez la calle, le permitan desempeñar un papel activo. Porque luego "la sociedad ofrece lo que te ofrece. Si tienes una buena cabeza, puedes derivar en la arquitectura de imagen, espectáculo y comercial".
Lecciones de un pasado reciente
Reconocen que en los últimos años "se ha construido muy mal", se han hecho viviendas "con un programa burgués, pero a escala", es decir, "viviendas de tres dormitorios, con recibidor y salón", pero con superficies muy reducidas, porque se vendía igual, "aunque todo fuera mínimo". Y todo fruto de una época en la que la bonanza económica "no te dejaba pensar"; "las viviendas salían como churros, eludiendo el pensamiento profundo sobre el trabajo", señala Carbonell.
Se sabe cuándo un edificio de viviendas está bien hecho cuando, con el tiempo, "no se chaboliza", explica Alberola, es decir, cuando conserva su esencia y los usos para los que fue diseñado.
Sin obviar la progresiva 'precarización' la profesión que genera, la crisis ha de servir "para hacer las cosas más racionalmente e investigar". "Hay que seguir ofreciendo viviendas alternativas a las de toda vida", concluye Martorell. Más aún, cuando el sector vive un proceso de concentración, donde los grandes estudios multidisciplinares se comen a los pequeños laboratorios 'de autor'.
Una corrala
Vara del Rey 12, el proyecto de La Latina donde transcurre la entrevista, es la única corrala de una manzana donde todas las que había se transformaron en patios de luces. Lo curioso es que el uso precedente del edificio era un aparcamiento de varias plantas, sin patio central y cuya estructura de plantas que fue imposible conservar.
Por dentro, lo más destacado del recinto es un gran patio de 300 metros que abre la corrala, un lugar que, con el paso del tiempo, los autores se imaginan lleno de flores, bicicletas y otros elementos propios de una comunidad de vecinos real y de un barrio propicio a la interacción vecinal.
Esa invitación a la participación y al conocimiento mutuo de los vecinos enlaza con la idea de memoria histórica, "que debe jugar su papel en todo proyecto de vivienda colectiva", dice Díaz-Mauriño.
En dos de las tres modalidades de vivienda, pensadas como trampolín de emancipación para jóvenes, el salón, el dormitorio y la cocina comparten el mismo espacio. Sus pequeñas dimensiones obligaron a los arquitectos a un planteamiento de vivienda flexible, de forma que las zonas húmedas, quedan agrupadas en un núcleo central de forma que, desde la entrada no se ve el interior de la casa.
Por fuera, llama la atención la gran balconada corrida con contraventanas metálicas de arriba a abajo y los cerramientos móviles azules, la última de una serie de capas aislantes. Y los materiales, tradicionales, que el trío de arquitectos no presenta de la forma más evidente: azulejos en el patio para identificar los espacios comunes, un revoque grueso 'a la tirolesa' en el zócalo que evita la tentación gráfica, y un hormigón a pecho descubierto que capta la luz con matices fríos.
Las vistas desde los pisos superiores -las viviendas superiores tiene terraza- llevan hasta los confines del sur de Madrid.
Fuente
Martorell & Alberola y Díaz Mauriño | 'Las viviendas están bien hechas cuando no se 'chabolizan' con el tiempo'
Vara del Rey: 22 viviendas en pleno Rastro en un viejo aparcamiento en altura. La historia y los materiales deben condicionar la construcción residencia. La bonanza económica "no te dejaba pensar". la crisis ha de servir "para hacer las cosas más racionalmente e investigar".
Jose F. Leal | El Mundo, 2011-03-25
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