Imagen: Noticias de Gipuzkoa |
Los investigadores de la Talent House dicen que les ofrece lo bueno de un piso, con los servicios de una residencia
Arantzazu Zabaleta | Noticias de Gipuzkoa, 2011-05-26
"Tiene lo bueno de vivir sola en un apartamento y las comodidades o servicios de una residencia". Stephanie Massol, una investigadora de 28 años procedente de Marsella y que trabaja en el Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de Miramon es una de las primeras inquilinas de la Talent House, la residencia para investigadores inaugurada hace poco más de dos meses en Rozanés, Aiete.
Massol ha alquilado un estudio, aunque también hay apartamentos algo mayores con una habitación separada o con dos habitaciones, pensados para los investigadores que vengan a Donostia con sus familias. Las instalaciones cuentan en total con 80 apartamentos que se pueden alquilar para periodos que van desde quince días hasta un año. Contar con un lugar así en cuanto llegas a una ciudad nueva "ayuda mucho", confiesa Massol.
A ella le hablaron de la Talent House en el BCBL, aunque llegó un poco antes de que se inaugurara el centro. Lleva varios meses en Donostia y, hasta el momento, ha estado viviendo en un piso compartido en el alto de Miracruz, aunque el 1 de mayo se mudó a la Talent House. "Sí es un problema encontrar un sitio económico, la mayoría de mis compañeros viven en habitaciones alquiladas, porque aquí es muy caro alquilar un apartamento entero", confiesa Massol.
Ainhoa Aldasoro, una de las responsables del proyecto Talent House dependiente de la sociedad municipal Fomento San Sebastián, explica que el proyecto se realizó para responder, precisamente, a las necesidades que habían planteado los centros de investigación ubicados en Donostia. Son precisamente esos centros los que ofrecen ahora información acerca de la residencia a sus investigadores, ya que uno de los requisitos para poder alquilar un apartamento es, efectivamente, ser investigador y trabajar en uno de los proyectos ubicados en Donostia.
Aunque, al margen del alojamiento y de esa ayuda para los primeros meses en Donostia, Aldasoro explica que la Talent House pretende ir un poco más allá y facilitar la socialización de sus inquilinos y su integración en Donostia. "Queremos que los investigadores salgan a la ciudad", insiste, y para eso preparan ya, por ejemplo, algunas actividades para que los ocupantes de los apartamentos se conozcan entre sí.
Recién llegados: Todavía, desconocidos
Y es que, además de los propios estudios o apartamentos, la Talent House dispone de algunos espacios comunes envidiables. Hay salas con máquinas de refrescos y café, otro salón para ver la tele e, incluso, una terraza impresionante con vistas a la bahía. "¡Todavía no la he estrenado!", confiesa Massol, aunque, apoyada en la barandilla y mirando a la playa, asegura que no tardará mucho.
Solo lleva unas semanas en su nueva casa y se ha cruzado con otros inquilinos, aunque reconoce que todavía no conoce a nadie, a excepción de un par de compañeras del BCBL que también se han instalado en Rozanés. "Sí me encuentro con gente por los pasillos, ¡aunque no sé ni en qué idioma hablarles!", bromea la francesa, que ve con buenos ojos que la Talent House organice alguna actividad con ellos para conocerse.
Aunque al principio cuesta un poco, Massol reconoce que le gusta mudarse para continuar avanzando en sus investigaciones en torno al reconocimiento visual de las palabras y otros aspectos de la capacidad cognitiva relacionados con el lenguaje. También pasó una temporada en Boston. "Dejas a tus amigos, pero encuentras otros nuevos al trasladarte", comenta la joven, que está muy a gusto en Donostia y en su nuevo estudio.
En un único espacio, cuenta con una cama y armarios, una zona con sofá y televisión y otra para la cocina, además del baño independiente. También tiene Wi-Fi y una lavandería comunitaria. Todo ello por unos 530 euros mensuales. Además, dada su ubicación, Massol puede acudir andando tanto a su puesto de trabajo en Miramon como al Centro de la ciudad o a El Antiguo.
A la espera de familias: Rotación
La Talent House pretende que sus apartamentos se roten, de ahí que establezca un tiempo máximo de un año para sus inquilinos. Massol piensa quedarse, de momento, dos años, por lo que en mayo del año que viene tendrá que volver a buscar alojamiento. Reconoce, sin embargo, que después de un año aquí será más fácil buscar piso.
"El objetivo es facilitar la primera estancia de los investigadores", explica Aldasoro, que reconoce que este verano se instalarán las primeras familias en Rozanés. Y es que, gracias a la residencia, los investigadores que vengan a pasar unos meses en la ciudad podrán traerse con ellos también a su familia.
Fuente
Una casa con talento
Los investigadores de la Talent House dicen que les ofrece lo bueno de un piso, con los servicios de una residencia
Arantzazu Zabaleta | Noticias de Gipuzkoa, 2011-05-26
Massol ha alquilado un estudio, aunque también hay apartamentos algo mayores con una habitación separada o con dos habitaciones, pensados para los investigadores que vengan a Donostia con sus familias. Las instalaciones cuentan en total con 80 apartamentos que se pueden alquilar para periodos que van desde quince días hasta un año. Contar con un lugar así en cuanto llegas a una ciudad nueva "ayuda mucho", confiesa Massol.
A ella le hablaron de la Talent House en el BCBL, aunque llegó un poco antes de que se inaugurara el centro. Lleva varios meses en Donostia y, hasta el momento, ha estado viviendo en un piso compartido en el alto de Miracruz, aunque el 1 de mayo se mudó a la Talent House. "Sí es un problema encontrar un sitio económico, la mayoría de mis compañeros viven en habitaciones alquiladas, porque aquí es muy caro alquilar un apartamento entero", confiesa Massol.
Ainhoa Aldasoro, una de las responsables del proyecto Talent House dependiente de la sociedad municipal Fomento San Sebastián, explica que el proyecto se realizó para responder, precisamente, a las necesidades que habían planteado los centros de investigación ubicados en Donostia. Son precisamente esos centros los que ofrecen ahora información acerca de la residencia a sus investigadores, ya que uno de los requisitos para poder alquilar un apartamento es, efectivamente, ser investigador y trabajar en uno de los proyectos ubicados en Donostia.
Aunque, al margen del alojamiento y de esa ayuda para los primeros meses en Donostia, Aldasoro explica que la Talent House pretende ir un poco más allá y facilitar la socialización de sus inquilinos y su integración en Donostia. "Queremos que los investigadores salgan a la ciudad", insiste, y para eso preparan ya, por ejemplo, algunas actividades para que los ocupantes de los apartamentos se conozcan entre sí.
Recién llegados: Todavía, desconocidos
Y es que, además de los propios estudios o apartamentos, la Talent House dispone de algunos espacios comunes envidiables. Hay salas con máquinas de refrescos y café, otro salón para ver la tele e, incluso, una terraza impresionante con vistas a la bahía. "¡Todavía no la he estrenado!", confiesa Massol, aunque, apoyada en la barandilla y mirando a la playa, asegura que no tardará mucho.
Solo lleva unas semanas en su nueva casa y se ha cruzado con otros inquilinos, aunque reconoce que todavía no conoce a nadie, a excepción de un par de compañeras del BCBL que también se han instalado en Rozanés. "Sí me encuentro con gente por los pasillos, ¡aunque no sé ni en qué idioma hablarles!", bromea la francesa, que ve con buenos ojos que la Talent House organice alguna actividad con ellos para conocerse.
Aunque al principio cuesta un poco, Massol reconoce que le gusta mudarse para continuar avanzando en sus investigaciones en torno al reconocimiento visual de las palabras y otros aspectos de la capacidad cognitiva relacionados con el lenguaje. También pasó una temporada en Boston. "Dejas a tus amigos, pero encuentras otros nuevos al trasladarte", comenta la joven, que está muy a gusto en Donostia y en su nuevo estudio.
En un único espacio, cuenta con una cama y armarios, una zona con sofá y televisión y otra para la cocina, además del baño independiente. También tiene Wi-Fi y una lavandería comunitaria. Todo ello por unos 530 euros mensuales. Además, dada su ubicación, Massol puede acudir andando tanto a su puesto de trabajo en Miramon como al Centro de la ciudad o a El Antiguo.
A la espera de familias: Rotación
La Talent House pretende que sus apartamentos se roten, de ahí que establezca un tiempo máximo de un año para sus inquilinos. Massol piensa quedarse, de momento, dos años, por lo que en mayo del año que viene tendrá que volver a buscar alojamiento. Reconoce, sin embargo, que después de un año aquí será más fácil buscar piso.
"El objetivo es facilitar la primera estancia de los investigadores", explica Aldasoro, que reconoce que este verano se instalarán las primeras familias en Rozanés. Y es que, gracias a la residencia, los investigadores que vengan a pasar unos meses en la ciudad podrán traerse con ellos también a su familia.
Fuente
Una casa con talento
Los investigadores de la Talent House dicen que les ofrece lo bueno de un piso, con los servicios de una residencia
Arantzazu Zabaleta | Noticias de Gipuzkoa, 2011-05-26
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