El 'monopoly' de Pasaia
La regeneración está atascada en La Herrera, un goloso terreno urbanizable. El Ayuntamiento por un lado, y la Diputación y el Puerto por otro, pujan por decidir qué construir en un espacio privilegiado frente a la bahía
Fernando Segura | El Diario Vasco, 2010-03-07
«¿Se va a hacer?» Esta es la pregunta que se plantean con sumo escepticismo los vecinos de Pasaialdea ante el espectacular diseño de la bahía realizado por el estudio holandés de arquitectura KCAP. Museo naval, gran puerto deportivo, parque acuático de Trintxerpe, 'belvedere' de Errenteria, un palacio de congresos o de la música en Antxo a la orilla del mar, muelle para cruceros...
Se puede ver la botella medio vacía o medio llena. El estudio es necesario, marca las coordenadas sobre las que empezar a trabajar y a soñar. Sin embargo, toda la operación bascula sobre La Herrera (Trintxerpe), elemento clave en la regeneración de la bahía y que, en lugar de servir de motor, se ha encallado sin visos de solución.
El 'monopoly' de La Herrera resulta complejo. Los terrenos pertenecen al Estado (Autoridad Portuaria), pero los permisos para construir requieren el acuerdo del Ayuntamiento de Pasaia (gobernado por ANV). La Diputación, por su parte, tiene que velar por el ordenamiento supramunicipal. En el centro de la partida, 60.000 metros cuadrados donde ubicar viviendas, comercios y empresas. Un suculento banquete inmobiliario.
Los términos básicos del conflicto son los siguientes. El Ayuntamiento acusa a la Autoridad Portuaria de querer financiar el puerto exterior con la venta de viviendas, operación en la que estaría en connivencia con la Diputación. En el campo opuesto, se acusa al Ayuntamiento de impedir el desarrollo de La Herrera porque el visto bueno implica sacar la actividad portuaria al exterior, proyecto tabú para la izquierda abertzale.
«Estamos atados»
Miguel Buen preside la Autoridad Portuaria. Representa al Estado, propietario de un terreno definido por los pasaitarras como Guantánamo, aludiendo a su condición de lugar cerrado a la población, pese a ocupar un lugar central. Buen apunta al Ayuntamiento como responsable de la parálisis en La Herrera. «El terreno estará a disposición de Jaizkibia, pero previamente se deben dar unos pasos que por ahora no se han cumplimentado».
Jaizkibia se creó para impulsar la regeneración de la bahía. El consejo de administración está formado por los gobiernos vasco y central, la Diputación y cuatro ayuntamientos (San Sebastián, Pasaia, Lezo e Irun). El puerto participa como invitado, al igual que Hondarribia, Oiartzun y Errenteria.
Buen explica que «nosotros tenemos que presentar a Fomento el expediente para que esos terrenos dejen de ser portuarios. Ahora bien, previamente se requiere que Jaizkibia y el Ayuntamiento firmen un acuerdo que recoja los aprovechamientos urbanísticos. Este acuerdo no se ha producido. Estamos atados de pies y manos».
El presidente de la Autoridad Portuaria admite que la venta de viviendas servirá en parte para la construcción del puerto exterior, pero señala que el organismo que preside no se convertirá en una agencia inmobiliaria. «Necesitamos que alguien ponga los 750 millones que costará la nueva infraestructura. Lo que se deba hacer con el suelo que dejemos libre será una decisión de quien ponga esos 750 millones. Puede ser perfectamente una sociedad tipo Bilbao Ría 2000, papel que puede jugar Jaizkibia. Mi ecuación no es cuántas viviendas se construyen. Yo me limito a pedir que me cambien el puerto actual por otro nuevo».
Buen opina que el número de pisos no es la clave del problema con el Ayuntamiento. «He sido muchos años alcalde. Cuando me hacían una propuesta, les decía sí o no, la llevaba al Pleno, se hacían contrapropuestas. En el caso que nos ocupa, la Corporación no ha dado una respuesta en ningún sentido».
«El problema es político»
César Salvador, director foral de Ordenación del Territorio, coincide en señalar que la polémica con el Gobierno municipal no radica en las viviendas. «En ese punto está la discusión, pero no el problema. Éste radica en hasta qué punto el Ayuntamiento se atreve a meterle el diente a una transformación tan radical y sus implicaciones respecto a la aceptación del puerto exterior».
El responsable foral asegura que «es más una cuestión de posicionamiento político que de hablar de edificios de cinco o siete plantas. La Diputación ha intervenido en muchos sitios en los que para facilitar una mejora urbana ha completado la viabilidad económica de la operación. Es decir, si el problema estriba en si se levantan cinco o siete plantas, y el puerto se empeñara en siete, a la Diputación no le costaría completar la diferencia y que se construyeran cinco».
«Quieren especular»
Maider Ziganda, alcaldesa de Pasaia, niega rotundamente que el atasco sea atribuible al Ayuntamiento. «El problema radica en el choque de intereses existente entre la Autoridad Portuaria y la Diputación por un lado, y la ciudadanía por otro. El interés de los primeros responde únicamente al afán por lograr el máximo lucro posible para financiar el puerto exterior, mientras que los pasaitarras queremos un modelo de urbanización que permita equilibrar, al menos en parte, la desmedida densidad demográfica del entorno, la carencia de espacios libres, así como la falta de equipamientos y actividades económicas».
Ziganda subraya que la competencia para ordenar La Herrera radica en el Ayuntamiento. «La Diputación ha definido toda una estrategia para hurtarnos estas competencias y poder así responder a las exigencias de la Autoridad Portuaria. Pretenden poner antes el carro que los bueyes. Ponen primero precio al suelo y luego ordenan la ciudad para que pueda llegar a ese precio. A eso se le llama especular».
La alcaldesa se muestra muy crítica con el concurso del que resultó ganador KCAP. «Es un disparate que un lobby económico como Gipuzkoa Aurrera, con unos intereses muy concretos, se arrogue el derecho a ordenar nuestro territorio, saltándose a la torera a la ciudadanía y a su Ayuntamiento». Ziganda remarca que el concurso se convocó «con las cartas marcadas, bajo la premisa de trasladar el puerto al exterior, impidiendo hacer un ejercicio serio de alternativas de ordenación».
«Se han generado expectativas no cumplidas»
César Salvador explica que transformar Pasaia durará décadas. «Los primeros veinte años serán de una transformación grande, se habrá hecho el puerto exterior, pero los últimos pueden ser lentos. El arranque también es lento. La gente ve que movemos papelitos y que las cosas no cambian a la velocidad esperada».
El responsable foral señala que el proyecto de remodelación de Hamburgo se redactó hace quince años. «Visitamos el puerto hace año y medio. Son alemanes, pero sólo habían hecho dos hileras de edificios. Y estaban muy contentos. Uno de los bloques se lo había adjudicado China Shipping. Las cosas son lentas y complejas en todas partes. Y ahí está el problema de la frustración de mucha gente».
Salvador señala que «de tanto asomarse las instituciones a Pasaia y anunciar que se va a regenerar, se ha alimentado un victimismo que no existe en otras zonas. En Eibar se hizo una encuesta y la gente decía que era uno de los mejores sitios del mundo para vivir. En Hernani, con una situación socioeconómica peor que la de Pasaialdea, nunca he oído a nadie decir que vengan a regenerarlo. En Pasaia se ha generado una gran expectativa que no se ha satisfecho».
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