“Augmented Sculpture” es una instalación de realidad aumentada, de pequeño formato, donde el autor mezcla diseños físicos y virtuales con el objetivo de cuestionar la realidad de lo que vemos. |
Sus obras se suelen basar en la creación de una capa o piel virtual, a menudo generativa, que es proyectada sobre una base física pre existente (edifico, fachada...), o instalada por el propio artista. Esto le permite producir indistintamente intervenciones de gran y pequeña escala, tal y como demuestran las exposiciones que le dedican la Sala Parpalló de Valencia y el Centro de Arte y Creación Industrial Laboral de Gijón.
La Sala Parpalló, que bajo la dirección de Ángela Molina ha empezado una interesante programación de arte digital, exhibe hasta el 30 de septiembre, Augmented Sculpture, una instalación de realidad aumentada, de pequeño formato, donde mezcla diseños físicos y virtuales con el objetivo de cuestionar la realidad de lo que vemos.
"Este proyecto aborda el espacio no sólo como un entorno tridimensional, sino como un ambiente en continua transformación", explica Valbuena, que explora diferentes aspectos de la realidad espacio-temporal, a través de elementos escultóricos, sobre los que proyecta unas animaciones luminosas generadas por ordenador. Esta escultura informáticamente aumentada consta de un primer nivel, formado por un volumen físico que controla el espacio real y sirve de soporte para el segundo nivel, que consiste en una capa virtual de luz proyectada, que permite controlar la trasformación y secuenciación de la pieza. El ensamblaje de los dos niveles genera en el público la impresión de una geometría física, voluble y modificable en el tiempo, gracias también a un efecto de audio que establece un diálogo sinestésico con el observador. La serie Augmented Sculpture, una evolución del proyecto iniciado en el taller “Interactivos?: Magia y tecnología” del MediaLab Prado, recibió una mención especial en la categoría de Arte Interactivo en los Premios Ars Electronica de hace dos años.
En cambio, en Gijón, Valbuena se mide con los enormes espacios de Laboral a través de una serie de instalaciones de gran formato, que intervienen directamente en la estructura arquitectónica del centro de arte. Sin embargo el arquitecto ha rechazado los espacios nobles, para operar en los espacios intersticiales y los lugares de tránsito, como la Sala de las Columnas, el pasillo de acceso a la Mediateca Expandida o el portón de acceso al pasillo de cristal, donde habitualmente no se exponen obras. También en este caso Valbuena utiliza la luz para crear una realidad paralela que se superpone a la naturaleza original del propio espacio. Las intervenciones han sido reunidas bajo el título de Para-Sites, un juego de palabras que apunta al caracter parasitario de estas obras y su capacidad de perturbar y alterar la percepción de un lugar conocido. Todas las obras de Valbuena nacen de lo físico y se extienden hacia lo virtual manipulando la percepción del observador. En este caso se trata de instalaciones, creadas expresamente para Laboral, que exploran la relación del cuerpo como interfaz con el espacio circundante.
Fuente | El País
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