2011/02/20

argitalpenak | Donostia, desde su nacimiento

Imagen: El Diario Vasco
Donostia, desde su nacimiento
Fermín Muñoz publica un libro sobre el origen y el desarrollo de la capital. La obra recoge documentos, normas y citas sobre la historia de la ciudad, así como del uso del euskera.
Harri Fernández | Noticias de Gipuzkoa, 2011-02-20

Inicios de las Edades del Metal. Hasta los años 2000 antes de Cristo retrocede el investigador donostiarra Fermin Muñoz en su nueva obra San Sebastián, origen y desarrollo de una ciudad. Con una mirada retrospectiva, relata el nacimiento y la evolución del entorno de Izurun y sus pobladores hasta convertirse en la ciudad actual.

La primera referencia a Donostia se encuentra en el año 939, cuando el conde Fernando González hace una primera mención del municipio. En aquel tiempo, Donostia "fue hijuela de Hernani", explica el investigador: "Empezó a ser dentro de Hernani, en un trozo de territorio plenamente hernaniarra". Muñoz señala que las tierras de Hernani contemplaban entonces un espacio "amplísimo", desde Buruntza hasta el mar Cantábrico, incluyendo el terreno entre el Urumea y el Oria. A principios del siglo X nació en, lo que hoy se conoce como Ibaeta, lo que más tarde sería "el germen de la población".

En esas tierras hernaniarras, apunta Muñoz, se construyó un hospital, "bajo el nombre y patrocinio del Mártir San Sebastián", para los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela. Años después ese hospital o "lazareto" se convirtió en una parroquia, "en cuya jurisdicción eclesiástica se fundó luego la Villa de San Sebastián".

Documentación
A partir de ahí, Muñoz analiza en su nueva obra aspectos históricos de ese origen y del desarrollo de Donostia, desde el porqué de su nombre a la situación de la población conocida como Izurun. También se refiere a los primeros pobladores de la ciudad.

"San Sebastián, origen y desarrollo de una ciudad" ofrece, además del relato de Muñoz, una serie de interesantes documentos relacionados con la historia donostiarra. Reproduce, por ejemplo, el padrón más antiguo de la capital del territorio: data de 1566 y muestra que en aquel año Donostia contaba con sólo 742 ciudadanos.

Merece una especial mención el trabajo que ha hecho Muñoz a la hora de recopilar material sobre el desarrollo y la vida cotidiana de la ciudad en sus diferentes épocas. Ejemplo de ello son los capítulos dedicados a los reconocimientos que ha conseguido la capital en su historia, como la norma del Rey de Castilla Felipe IV, con la que Donostia pasó de ser noble y leal villa, a ser noble y leal ciudad en el año 1662. A su vez, otro apartado del libro reproduce las ordenanzas municipales que regían la vida cotidiana en distintas épocas.

Euskera
Un último apartado se dedica a la evolución del uso del euskera en Donostia. Muñoz recurre a expertos que explican, entre otras cosas, el descenso del uso de la lengua vasca a partir de la Edad Media. También recoge los intentos que hubo a finales del siglo XIX y principios del XX (hasta la década de 1930) para recuperar y fomentar el uso del euskera en la ciudad.

Fuente
Donostia, desde su nacimiento
Fermín Muñoz publica un libro sobre el origen y el desarrollo de la capital. La obra recoge documentos, normas y citas sobre la historia de la ciudad, así como del uso del euskera.
Harri Fernández | Noticias de Gipuzkoa, 2011-02-20

Documentación
Ocho siglos de vida entre llamas y cenizas
Las calles estrechas de la primitiva Donostia y las construcciones de madera facilitaron la propagación de incendios en la ciudad. Los donostiarras renacieron de unos cuantos antes de la devastación de 1813.
H.F. | Noticias de Gipuzkoa, 2011-02-20


Aproximación a una ciudad hermosa y sugerente
La nueva obra de Fermín Muñoz Echabeguren ofrece el conocimiento en detalle de factores que abarcan desde espacio físico a la historia a través del complejo devenir diario
Santiago Aizarna | El Diario Vasco, 2011-02-18

Pudiera pensar cualquiera ante un libro como éste que «llueve un tanto sobre mojado» cosa que, tratándose de San Sebastián, ciudad de muchas aguas, tampoco sería gran despropósito. Y digo esto, porque han sido, son y seguirán siendo muchos los libros que traten sobre esta ciudad. Es larga la lista de autores que han dedicado su especialísima dilección a esta ciudad, y al mismo hacedor de éste, se le pudiera cargarle con la grata responsabilidad de unos cuantos sobre esta materia, bien en sus varias épocas, gentes, costumbres, efemérides, etcétera. La historia de una ciudad es obra, posiblemente, de todos los que han vivido y viven en ella y los que luego hablan de sus variados aconteceres son los historiadores, entre los que uno de los más diligentes y trabajadores, con una ilimitada entrega a ésa su labor, que tanto le agradecemos, es precisamente Fermín Muñoz Echabeguren (San Sebastián, 1922), casi nonagenario por consiguiente, polifacético tanto en sus profesiones como en sus aficiones que van desde sus trabajos en Banca como en administración de empresas hasta violinista en la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de San Sebastián, a lo que hay que añadir su extenso curriculum libresco, pues si cuenta en su haber con una veintena de libros sobre aspectos históricos de la ciudad, no faltan otros de muy variada temática como teatro, estampas y otra veintena al menos de libros poéticos, que son abierto índice de sus inquieta exploraciones en tan variados terrenos.

De este su último libro, 'San Sebastián, origen y desarrollo de una ciudad', nos viene a decir, que «ha sido un intento de conocer en detalle, además del espacio físico donde se forma una comunidad, la historia, el complejo devenir diario de una población, el ambiente en que vivían».

Pero el autor se ha encontrado con un enorme bloque de información, imposible de recoger en un libro normal como el presente, ante lo cual, parece que opta y se conforma en no aspirar a ser más que «una aproximación a la difícil existencia de este pueblo-villa-ciudad, hermosa, compleja y sugerente».

Piensa uno que, a pesar de todo lo anteriormente leído a propósito de esta ciudad, que no es poco, sería de gran provecho y felizmente labor complementaria entregarse a la lectura de este otro libro recién salido a los escaparates, ya que en sus diecinueve capítulos tan informativos, pueden encontrarse interesantes anotaciones y aportaciones.

En él pueden encontrarse capítulos dedicados a primeros tiempos, época romana, edad media, antiguos pobladores, nombre antiguo, los gascones en San Sebastián, situación de Izurun, incendios y reconstrucciones, padrón de vecinos, contorno, calles, administración municipal antigua, reconocimientos y ordenanzas reales, ordenanzas municipales para la vida cotidiana, impresiones de viajeros, el idioma y su singularidad y su uso y su permanencia, retroceso, recuperación, el euskera, etcétera.

Toda una panorámica de la ciudad a lo largo de su historia, con detalles bien sabidos por gran parte de la ciudadanía pero seguramente con muchos también o inéditos o muy poco conocidos, escrito todo con el rigor, pormenor y amenidad que son cualidades demostradas por el autor a lo largo de sus muchísimas escrituras de investigaciones seguidas a la búsqueda de datos y presentes en su variada y abundante producción. De estas andanzas de búsqueda puede cerciorarse el lector repasando la también abundante y bien seleccionada bibliografía consultada que figura al final del libro.

En definitiva, una «aproximación» (para emplear su propio término) hacia su ciudad natal y que a sus lectores nos hará conocer aún mejor, las peculiaridades que atesora al mismo tiempo que nos moverá a querer adentrarnos más a través de sus sugerencias.

Fuente
Aproximación a una ciudad hermosa y sugerente
La nueva obra de Fermín Muñoz Echabeguren ofrece el conocimiento en detalle de factores que abarcan desde espacio físico a la historia a través del complejo devenir diario
Santiago Aizarna | El Diario Vasco, 2011-02-18


PUBLICACIONES

Este libro pretende conocer las raíces de esta bella ciudad, crecida extrañamente entre el fuego y la ceniza. Puerta abierta de Europa, entre el Pirineo y el mar, sacudida por tantas invasiones, guerras e incendios, el donostiarra todavía conserva, a pesar de todo, ese ademán tan suyo y peculiar de apartar los tristes recuerdos de guerras, con un alegre y estruendoso alarde de tambores. Ciudad nueva y pueblo antiguo, todos los idiomas del mundo pasan por ella, pero en sus labios permanece vivo el euskera, su ancestral idioma, elmás antiguo de Europa. Esta ciudad tan castigada, se ha levantado siempre con una valentía que es el orgullo de los que conocemos su historia.  

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