2010/11/08

hemeroteka | Mírala, mírala, la Torre de Valencia

Imagen: El País
Mírala, mírala, la Torre de Valencia
Los arquitectos homenajean a Javier Carvajal, autor del elegante rascacielos
Patria Gosálvez | El País, 2010-11-08

"Es un edifico elegante, parece que lleve un traje; ni siquiera las antenas, los aires acondicionados y los cerramientos de las terrazas le restan potencia". Se nota que Javier Antón adora el tema de su tesis, la obra de Javier Carvajal. A los pies de la Torre de Valencia, el edificio madrileño más emblemático de Carvajal, el doctorando de la Universidad de Navarra quita importancia a la polémica que desató cuando fue construida. Sus críticos dijeron que rompía la perspectiva de la Puerta de Alcalá desde Cibeles y la obra llegó a pararse. "Pero mírala, pasado el tiempo, ahí está", dice Antón versionando la canción de Ana Belén para defender la poderosa torre de 1973.

"Javier Carvajal es uno de los arquitectos españoles más brillantes de los años sesenta, aunque quizá no ha sido tratado con la justicia que se merece", explica Antón. "Se creó muchos enemigos, pero ahora empieza a haber una distancia suficiente para rescatarlo".

Hace 10 días Carvajal, que tiene 84 años, recibió un homenaje -al que no pudo asistir por su delicada salud- de sus compañeros de profesión. Universidades y colegios de arquitectos se unieron en un acto que reconocía su talla como arquitecto y docente. "Sirvió en parte de desagravio a su ausencia en la lista de arquitectos que han recibido la medalla de oro de la arquitectura", dice Antón. En el evento se presentó también el libro "La huella del maestro", publicado por la Universidad de Navarra, en el que uno de sus profesores, Juan Miguel Otxotorena, apunta la razón del "modo casi sádico y cruel en el que se le han resistido los reconocimientos lo largo de las últimas décadas": sus cargos políticos en el tardofranquismo. "Justo en los años de su inevitable declive, y en plena efervescencia del movimiento estudiantil heredero del 68 francés", escribe Otxotorena. "Esto le ganó un sinfín de antipatías, que arrastró con elegancia, resignación y entereza".

En la azotea de la Torre de Valencia, uno sobrevuela el Retiro a 27 pisos de altura. Todas las terrazas miran escoradas al parque no queriéndose perder nada. "Carvajal conjugó como nadie tradición y modernidad, y creía en una arquitectura enraizada", explica Antón. En contra de la arquitectura objeto, pensaba que no cualquier edificio vale para cualquier sitio. Se fijaba no solo en cosas como el clima o la ubicación, sino también en la cultura del lugar. Profundamente mediterráneo, era un enamorado de la Alhambra, cuya planta sabía dibujar de memoria, y plagó sus edificios de patios y fuentes, abstractos artesonados mudéjares y exteriores opacos que, como en las casas árabes, esconden el esplendor interior (no en vano Saura rodó en uno de sus ocultos chalés la película La madriguera). Incluso en su colosal rascacielos hay hueco para un patio con dos fuentes y un olivo centenario.

Perfeccionista, apasionado y virtuoso, Javier Carvajal descubrió su vocación gracias a su madre. "Desde niño llenó la ilusión de mis mañanas de Reyes de construcciones de todo tipo: metálicas, de madera, de corcho o de cartón, y lo que es más asombroso, de libros y revistas de arquitectura que fueron poblando mi imaginación antes de comenzar mis estudios". Mucho después, privado de proyectos, él mismo se volcó en contagiar a otros a través de la docencia. "Es una de las actividades más gratificantes que existen", dejó escrito, "por el premio que supone el descubrimiento, en cualquier alumno, de ese brillo en la mirada que se enciende porque hemos conseguido decir algo que dejará huella a lo largo de toda una vida, o porque lo dicho por nosotros resuena en ellos y les abre puertas que les servirán para siempre; ese momento de alegría resarce de todos los esfuerzos, de todos los desánimos (que también existen)".

Muchos de sus alumnos son ahora profesionales de renombre. Carvajal sabe, sabe enseñar y quiere enseñar, explica Alberto Campo Baeza en "La huella del maestro", "todo ello aderezado con gracia y con salero, cumpliendo puntualmente el dieciochesco precepto de instruir deleitando". "Jamás olvidaremos su talante apasionado, su entrega sin horarios", explica en el libro Ignacio Vicens; "al cabo de nueve meses, una cosa teníamos clara: que ya nunca podríamos abandonar la arquitectura". "Tu trabajo ejemplar demasiadas veces ha sido retribuido no con laureles, sino con desapego", escribe Vicens. "Qué le vamos a hacer; este viejo, admirable, maravilloso e ingrato país nuestro suele pagar, muchas veces, así a sus mejores hombres; mientras tanto, sirva nuestra gratitud de sucedáneo".
  • Torre de Valencia
  • Autor. Javier Carvajal.
  • Obra. 1968-1973.
  • Estilo. Expresionista.
  • Ubicación. O'Donnell, 4 (Príncipe de Vergara). 
Fuente
Mírala, mírala, la Torre de Valencia
Los arquitectos homenajean a Javier Carvajal, autor del elegante rascacielos
Patria Gosálvez | El País, 2010-11-08


YouTube | pararodri

Documentación
Contra el paisaje de Madrid
Fernando Delgado | El País, 2010-11-30
 
La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra instaura el Premio Javier Carvajal Ferrer
Se otorgará a personas o instituciones empeñadas en la difusión y docencia de la arquitectura
Universidad de Navarra, 2010-11-03
La Universidad de Navarra organiza en Madrid un acto de reconocimiento al trabajo del arquitecto Javier Carvajal
Qué, 2010-10-29

Exposición en homenaje a Javier Carvajal 
Coll-Barreu Arquitectos, 2010-10-28
Demolición de la Casa Sobrino (1971) de Javier Carvajal en San Sebastián, España
na / noticias arquitectura, 2008-02-09

Javier Carvajal: "El buen arquitecto debe construir edificios eficaces y bellos"
Universidad de Navarra, 2004 -12-16
Entrevista a Javier Carvajal Ferrer
Fundación Antonio Camuñas, [s.d.]

PUBLICACIONES

La huella de un maestro / editor, José Manuel Pozo.
Pamplona : T6) Ediciones, 2010.
1 v. : il. bl. y n.

ISBN 9788492409211*
Materias:
Carvajal Ferrer, Javier, 1926.
Fotografía de arquitectura.
Arquitectura - Siglo XX. 
Biblioteca A-72 CARVAJAL HUE


Es un honor y un deber, también una satisfacción para el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, contribuir a la organización de unos actos de homenaje y reconocimiento a la dilatada trayectoria profesional de Javier Carvajal y a su inmensa figura, y además hacerlo en unos momentos difíciles para él, a los 84 años de edad.

En realidad, reconocer públicamente la trayectoria de compañeros ilustres y de magisterio incontestable, resulta, hoy como ayer, necesario e imprescindible, para una profesión como la nuestra, constantemente amenazada y acosada por la pérdida de sus valores primigenios. Entre estos, son especialmente destacables aquellos valores que, vinculados con la utilidad de la arquitectura, son origen y final, fundamento mismo, de la disciplina arquitectónica, estando hoy, sin embargo, constantemente asediados por un mercantilismo obsesivo y excesivo. Demoledor.

Así pues, de entre sus muchas aportaciones, permitidme destacar, de Javier Carvajal, por encima de otras, y en primer lugar, su apuesta permanente a favor de una profesión y una arquitectura útil, al servicio de las personas,por entender, como la mayoría de los arquitectos españoles, que es ahí, precisamente, donde nuestro presente y nuestro futuro está en juego.

Javier Carvajal ha sido también, lo que alguna vez yo he denominado “arquitecto de arquitectos”, alguien con magisterio, maestro de arquitectos y que ha dejado huella indeleble en numerosos discípulos que lo recuerdan con agradecimiento y devoción, o en nuevos y distintos arquitectos para quienes ha sido decisivo en su formación. Esta capacidad de transmisión de conocimiento arquitectónico, merece sin duda una especial admiración y un sincero agradecimiento.

Barelonés de nacimiento, madrileño de formación y profesión, docente de vocación y de pasión, orsiano de estricta observancia, como Oriol Bohigas, que fue su condiscípulo de infancia en la escuela primaria de Barcelona.

Con un currículo impresionante, titular de una personalidad compleja y obsesiva, Carvajal ha producido durante su carrera una arquitectura tectónica, de fundamentación geométrica, que dio lugar a multitud de obras y, antes de ellas, a multitud de dibujos arquitectónicos impresionantes, con “cotas en el agua”, como alguien dijo una vez.

Con premios y reconocimientos innombrables, se implicó también en nuestras instituciones tomando responsabiblidades. Fue Catedrático de Proyectos en Madrid y en Navarra hasta 1991, era Director de la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona en 1974 y fue también Decano del Colegio de Arquitectos de Madrid entre 1971 y 1975.

Recuerda Javier Carvajal, cómo un día Alvar Aalto le dijo: “ Lo que importa, es servir y resolver problemas, no servirse de ellos ni crearlos.” Muy adentrados ya en el siglo veintiuno, este es, según creo, y continua siendo, nuestro reto, el reto de la profesión de arquitecto.

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